Respuesta: Patrimonio Nacional echa a los jerónimos del monasterio de Yuste para cons
Habría que revisar los actos de los responsables de Patrimonio por sospecha de prevaricación en unas cuantas de sus actuaciones. Y es que este organismo, al igual que otros muchos que sostenemos con nuestros impuestos, no debería estar en manos de la gentuza de turno que ocupa el Poder en un momento dado.
Evidentemente el mencionado proyecto de establecimiento turístico para chorizos, barraganas y ganapanes lameculos acabará por abrirse, pero del mismo modo, y en aplicación de la Ley del Patrimonio Histórico de 1985 en vigor, se podrá reclamar el inmueble secular robado y restaurar la verdadera misión del edificio, lo que se traduciría en una placentera expropiación forzosa ausente de toda indemnización a sus explotadores. La esperanza que queda es que esta desagradable y repugnante individua sea cesada ya de una vez en las próximas semanas, pues ya va siendo hora.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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