Muy buen artículo, como suelen ser los del maestro Gelimer. Quien ofrece de su hacienda para construir y hacer más bella una casa de Dios, casi siempre ofrece también para los que más necesitan - lo que no suele pasar con quien critica los que dan a la Iglesia. La supuesta riqueza de la Iglesia se sabe donde está, quien la ofrece y para qué sirve; la riqueza de la masonería no se sabe donde está, quien la ofrece ni tampoco para qué sirve. Pero a los masones nadie los critica...