ESPERANDO SIEMPRE CONTRA TODA ESPERANZA

Fray Justo Pérez de Urbel


JUSTO PÉREZ DE URBEL Y SU "SAN PABLO, APÓSTOL DE LAS GENTES"

La prominente figura del P. Justo Pérez de Urbel (en el siglo, Justo Pérez Santiago) está olvidada y merece nuestra atención. Nació en Pedrosa del Río Úrbel el 8 de agosto de 1895 y falleció en Cuelgamuros el año 1979. Con quince años Justo Pérez Santiago fraguó su vocación monástica en el troquel milenario del Monasterio de Silos (que se remonta a la época visigótica, siglo VII). Su hábito benedictino se lo dio el Abad Guepin, el francés que restauró Silos en 1880. El "ora et labora" fue fecundo en este monje burgalés, uno de los mejores medievalistas españoles del siglo XX y Doctor de Historia de la Edad Media Española de la Universidad de Madrid. Fue el primer Abad del Monasterio de la Santa Cruz del Valle de los Caídos, Consejero Nacional del Movimiento y Procurador en Cortes.


Hombre de Dios y de enorme erudición escribió setenta libro, entre los que destacan "Sancho el Mayor de Navarra" y "Fernán González, el héroe que hizo Castilla", entre los de materia histórica, y entre los de temática religiosa, "Vida de Cristo", "El Año Cristiano" y su "San Pablo. Apóstol de las Gentes". Es éste último libro el que estamos disfrutando en estos días. Y agradecidos por su labor literaria, en la que derramó su vastísima erudición, es por lo que hemos querido recordarlo aquí.




Justo Pérez de Urbel con Su Majestad Balduino de Bélgica y la reina consorte,
la española Fabiola de Mora y Aragón.




Hemos leído algunas hagiografías de San Pablo, pero como ésta nunca la tuvimos en las manos. Este libro vibra de fervor paulino, el conocimiento erudito desaparece en sus renglones para permitir que la figura grandiosa de San Pablo se alce sobre todas las vanalidades académicas y podamos verlo predicar en el areópago, encararse con sus malignos persecutores, amonestar a las iglesias que se adormecían... Hay que haber rezado mucho para escribir este libro.


Descubrimos en las páginas de "San Pablo. Apóstol de las Gentes" de Fray Justo que Cristo, a través de San Pablo, nos interpela y nos urge en el mundo de hoy, para que demos la cara por Él, pues como bien nos recuerda Fray Justo:


"El mundo se está llenando de epicúreos, satisfechos con revolver sus charcos y hozar en sus basureros; los fariseos se empeñan en imponer el culto de las fórmulas mecánicas y la religión inerte de las conveniencias; triunfan los saduceos, pagados de sí mismos, acaparadores de puestos y dignidades, oportunistas escépticos y negadores de la vida futura; aumentan los soñadores del comunismo y la anarquía; pobres milenaristas de un paraíso sin Cristo y sin alma, secuaces del espiritismo y la magia, gnósticos e iluminados, adeptos de una teosofía sin credo y sin decálogos, estoicos, llenos de orgullo, que intentan forjar su destino y el destino del mundo, sin más luces que las de su inteligencia, y sin más fuerzas que las de su brazo. El mundo vuelve al paganismo y a la angustia de la incredulidad. En nuestras ciudades encontraría Pablo tantas vergüenzas como en Pafos o en Corinto, tantos vendedores de amuletos como en Éfeso o en Antioquía, tantos ídolos como en Roma, tantos pedantes y sofistas como en Atenas y tantos odios como en Jerusalén...".
Portada del libro "San Pablo. Apóstol de las Gentes", de Pérez de Urbel


La génesis de este libro sobre San Pablo, escrito por Pérez de Urbel, se remonta a un viaje en coche que el autor hizo con dos amigos suyos. Aquel viaje se lo pasaron hablando de San Pablo y sus amigos le propusieron que escribiera este libro. El libro se publicó merced al generoso patronazgo de un amigo del monje, Javier de Aznar. Es una lástima que sea tan difícil de adquirir este libro, con la falta que hace en esta España que reúne epicúreos, fariseos, saduceos, izquierdistas utópicos, supersticiosos, idólatras feministas, gnósticos, espiritistas... paganos y apóstatas.


Hacemos nuestro el deseo que expresa su autor en la introducción:


"Que el ejemplo del Apóstol, "esperando siempre contra toda esperanza", aguardando siempre, en la paciencia y el amor, la hora de la justicia y de la parusia gloriosa, nos sostenga e ilumine en la era laboriosa que ahora se abre para nosotros".

LIBRO DE HORAS Y HORA DE LIBROS