Saludos, Veleta, pero me gustaría llamar tu atención sobre ciertas afirmaciones que haces. Has dicho:
"Los judíos son negadores y asesinos de Cristo, hijos de Satanás (San Juan VIII) e instigadores en la sombra de las mayores perversidades. Pueblo maldito, siguen las enseñanzas esótericas de la Qabbalah, de la cual beben a su vez la masonería, el iluminismo y el neopaganismo (incluyendo el nazismo) y las enseñanzas satánicas del Talmud son su guía en este mundo. La única esperanza del judío es la aceptación del Mesías y el reconocimiento de la impotencia de su humana ley para santificar al hombre.
Los judíos no son nuestros hermanos, ni mayores ni menores y junto a sus lacayos masones y protestantes suponen un peligro espiritual cien veces mayor que el de los herejes mahometanos, cuyas desviaciones más aberrantes se deben, igual que en el caso del Cristianismo, a la acción de elementos judaizantes."
Me parece surrealista que pongas al "neopaganismo" como derivado de la Qabbalah. Pero, hombre, si alguien se ha caracterizado en su odio hacia el Judaísmo en los últimos tiempos ha sido el Nacionalsocialismo. Paganos como los Preclaros Tucídides y Tácitus los querría hoy aquí con nosotros, siempre serán estos europeos ilustres guía para ver cuánto de veneno judío se ha infiltrado en nuestra amada Europa y España.
Cómo pones a los protestantes, que me parece que siguen siendo cristianos, en la misma caterva que a judíos y masones. A ver, que esto no tiene ni pies ni cabeza.
Mira que no se cansó Lutero de arremeter contra el Judío. Mejor les hubiera ido a sus colegas anglicanos, país hoy de la Jewish-Masonry "par excellence".
Por otra parte estoy de acuerdo en que los judíos, con tanto cruce racial, hace siglos que dejaron de ser una raza y si han persistido es por su religión, sólo por ella se distinguían de otros pueblos de Asia Menor, antes de su llegada a Egipto. En su principio fueron semitas, si tenemos en cuenta que su idioma lo es; pero su mestizaje empezó muy pronto, si nos atenemos al AT. Físicamente son indistinguibles como bien ejemplificas. Tampoco se habrían infiltrado tan fácilmente en las sociedades a las que llegaron si así no fuera.
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