Tema: Lecturas y oraciones para la batalla interior.

Los Salmos nos dan fortaleza y animo en los tiempos de angustia. Recuerdo que en mi infancia mis padres me habían enseñado a recitar el Salmo 23 .

1 Salmo de David.
El Señor es mi pastor,
nada me puede faltar.

2 Él me hace descansar en verdes praderas,
me conduce a las aguas tranquilas
3 y repara mis fuerzas;
me guía por el recto sendero,
por amor de su Nombre.

4 Aunque cruce por oscuras quebradas,
no temeré ningún mal,
porque tú estás conmigo:
tu vara y tu bastón me infunden confianza.

5 Tú preparas ante mí una mesa,
frente a mis enemigos;
unges con óleo mi cabeza
y mi copa rebosa.

6 Tu bondad y tu gracia me acompañan
a lo largo de mi vida;
y habitaré en la Casa del Señor,
por muy largo tiempo.