De acuerdo con Constantinus: el aborto lo rechazamos por cristianos, pero también se puede rechazar desde otras cosmovisiones o incluso desde al ateísmo. Que el aborto es un crimen contra el nasciturus y contra la sociedad es una verdad a la que se puede acceder sin necesidad de compartir el credo cristiano. Y nos interesa que sea así en estos momentos. Pero tampoco es casualidad que sean las grandes religiones, en particular la católica, las que protegen la vida.
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