Si nos atenemos al articulo aportado por Topacio, se trataría de una monja que ha sido madre.
Como bien dice Hyeronimus en la Iglesia se han dado estos casos de los cuales la historia ha dado cuenta en distintas oportunidades.
Hoy día como consecuencia de la crisis generalizada que alcanza a todos los terrenos y estamentos, tanto sociales, como culturales e institucionales y -no solo a la Iglesia-, este hecho ocurre con mayor frecuencia que antaño, en los ámbitos religiosos, inclusive -claro esta-, en los no católicos.
La cuestión debe resolverse conforme al derecho Canónico.
De allí que no se trata de tirar piedras, ni rasgarse las vestiduras, sino de rezar por la monja y por el niño, y al que pueda ayudarla con la crianza de su hijo, ya que no le sera fácil esa delicada tarea.
Me llama la atención la declaración de la Superiora al decir que la monja que tuvo el hijo; "no ha hecho mal a nadie", pues en primer lugar a roto su voto de castidad lo que implica un pecado grave, ha causado un escándalo a la comunidad religiosa a la que pertenece, ha dañado su reputación lo que supone un daño a su persona, y lo que es más serio, es el mal que causo a su hijo, que por lo pronto por el momento no tiene padre y quiza no lo tenga tampoco en el futuro.
Con esto no pretendo tirar ninguna piedra, ni juzgar a la monja, pues esto le compete al tribunal competente, que seguramente terminara por separar a la monja y eximirla de sus votos.
Lo demás, en todo caso, es materia de confesionario.
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