Sin embargo, he asistido esta mañana a Misa, en el pueblo (bueno, tan urbanista y avanzado y etc, que pueblo no es adecuado, pero lo es.... O lo fue) Y nada que ver.
Reinado de Jesucristo, cantar al final para extender su palabra. Nuestros actos.... etc.
Supongo que debe ser que las misas de la Catedral del Santo Apóstol como son en asistencia por curiosos peregrinos, turismo, etc; pues el mensaje lo hacen para no herir sensibilidades, digámoslo claro: "ateas" o las de "un algo hay".
Pero en la casa del Señor, hay que ser firmes. No es bueno guiarse por los pareceres de las personas. Pues finalmente, al menos a mí me da esa impresión, es como apartarlo o taparlo "un poco".
Yo soy una más, cualquiera. Pero a veces, un sentir representa muchos. Deberían meditar los que corresponden a sus obligaciones. En el amor no tengo dudas que se nos enseña, pero necesitamos más. Cada tiempo precisa la misma enseñanza divina, pero quizás la forma para concebirla nunca debería cambiar. La vida en Dios es tan hermosa como dura.
Hoy la misa afirmo la solemnidad de la Santísima Trinidad,
que celebramos. Aquí sigue sonando la campana aún desde la mañana. Es hermoso, reafirma, ayuda. Así debería ser en todo templo Càtolico.
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