Re: La verdad de garabandal
Durante muchos años se ha hablado de las "conclusiones" de las dos hipotéticas comisiones de estudio, y que yo he sostenido que jamás han existido, siendo tales conclusiones nada más que un conjunto de relatos intencionados sin conexión alguna con los hechos ni, por supuesto, acorde con los criterios establecidos por la Iglesia para conocimiento de cualquier fenómeno cuya apariencia en principio sea susceptible de estudio y consideración. Y en los siguientes términos encontramos una mínima explicación sobre las comisiones, las cuales deberían ser investigadas.
<<8. No existe ningún decreto diocesano de formación de comisiones de investigación sobre las apariciones. Todo el desarrollo de las investigaciones de dos "Comisiones Diocesanas" carece de cualquier profesionalidad y no resistirían ningún análisis procesal de sus procedimientos. Existen testimonios de comentarios apriorísticos negativos y peyorativos de los componentes de la primera "comisión" en la sacristía de la Iglesia de Garabandal realizados a gritos, que pudieron oír numerosos feligreses presentes. Las descripciones de la operativa de estas comisiones enrojecen a cualquier profesional del Derecho Procesal de modo que no alcanzarían la calificación de tercermundistas. Por el contrario, multitud de testimonios de testigos, profesionales médicos y psiquiatras, no han sido considerados. Fue notable el ejemplo de la retractación pública en Santander de un famoso médico (Dr. Morales) que formó parte de la primera "comisión" diocesana enviada a Garabandal.>>
https://www.garabandal.org.es/index....-de-aprobacion
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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