Tema: Ataques catófobos de la BBC

Del foro Santo Tomás Moro:


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Antipapismo primario


La BBC dio noticia ayer por la noche de un documento secreto del Vaticano que probaría que durante 20 años, el cardenal Joseph Ratzinger habría protegido a los sacerdotes pedófilos. El título de este documento absolutamente confidencial es "Crimen Sollicitationis", de 39 páginas, escrito en 1962, y sería una instrucción destinada a los obispos del mundo entero con el fin de que sepan cómo proceder en caso de "crimen de solicitación", en el marco del confesionario o fuera de él. Estas instrucciones exigirían el secreto absoluto, tanto del sacerdote como la víctima, y el incumplimiento de este juramento significaba la excomunión.


Los representantes británicos de la Iglesia católica inmediatamente denunciaron estas acusaciones como una completa falacia. De hecho, este documento es conocido y ya en 2001, abogados americanos habían querido implicar al cardenal Ratzinger. Es, de hecho, una maniobra de desestabilización, llevada a cabo por la prensa antipapista.


Este documento lleva la firma del cardenal, Proprefecto del Santo Oficio bajo Pío XII y Juan XIII, a saber, el cardenal Ottaviani. Su objetivo no es el de enunciar un principio de protección de los sacerdotes culpables. Se trata de una guía de procedimiento de derecho canónico para orientar el tratamiento judicial de los casos de "solicitación", siendo definidos como cualquier situación donde un sacerdote se sirve de su ministerio para tentar a un penitente, mayor de edad o no. Este documento, pues, no está restringido a los asuntos de pedofilía, ni siquiera a los pecados consumados. Este documento se dirige a los obispos del mundo entero, a los que el Santo oficio recuerda que es de su responsabilidad juzgar estos asuntos.


Esta guía jurídica utiliza un lenguaje especializado que no tiene nada que pueda hacer admitir nada al lector a lo largo de sus 39 páginas, lo que facilita la tarea de los que quieren hacer decir al documento no importa qué. Es verdad que la regla del secreto de estos informes está fuertemente subrayada, pero sin embargo no se trata de una política adoptada en esa ocasión por la Santa Sede, la cual, hipotéticamente, habría comenzado a ver problemas importantes en el frente de la moralidad de los sacerdotes en ese momento, sino que se trata más bien del recuerdo de una norma promulgada por una instrucción precedente del Santo oficio que se remontaba a 1867.



Sobre todo, este texto dice "por temor de que estos crímenes permanezcan escondidos e impunes con un gran daño para las almas" y afirma (recordando a propósito de eso una norma promulgada por Benedicto XIV en 1741) que las víctimas tienen el deber en conciencia de denunciar al sacerdote culpable en confesión. Se añade que el que no denuncia al sacerdote que le tentó después de haber sido advertido de su deber es automáticamente excomulgado después de un mes y no puede ser absuelto mientras no lo haga.



El documento prosigue precisando de qué modo las denuncias deben ser recogidas, la regla de que ha de ser por escrito, salvo en circunstancias excepcionales donde sería difícil o imposible para la víctima de encontrar a un funcionario. Se trata el tema de las denuncias anónimas, que sólo deben ser consideradas de forma excepcional. En el informe se especifica que no se debe inquirir de la víctima si consintió en la solicitación y si es necesario, hasta debemos decirle expresamente que no tiene que decirlo.


Se trata pues de una desinformación con fines catófobos, para destabilizar al Papa en su gobierno de la Iglesia. Invitamos pues a los lectores a rezar por Benedicto XVI, con el fin de que él no “huya, por miedo, ante los lobos " (cf. su homilía de inauguración de su pontificado).

Bueno , bueno, las reclamaciones al maestro armero...