Expuesto por Chileno Hispanista en el Foro Santo Tomás Moro



La nueva vida de Monseñor Castrillón
En el palacio del Santo Oficio, a las puertas del Vaticano, en la primera oficina de la planta inferior se encuentra ahora el cardenal Darío Castrillón, quien ejerció como Prefecto de la Congregación para el Clero y desde diciembre sirve como Presidente de la Pontificia Comisión "Ecclesia Dei", creada para ayudar a retornar a la Iglesia a los miembros del movimiento de Monseñor Lefebvre, obispo que no aceptó el Concilio Vaticano II. El cardenal concedió esta entrevista exclusiva a "El Catolicismo". Él goza de sus 20 horas de trabajo diario y aunque a sus 78 años le gusta montar a caballo, hoy le da miedo aceptar la invitación de sus amigos, debido a dos meses de lesión en un tobillo. Brillan sus ojos cuando habla de sus actuales trabajos en la Congregación de Obispos, Culto Divino, Educación Católica, Consejo de Textos Legislativos y Comunicación Social, la Comisión para América Latina y el Sínodo de América…
Por Víctor Ricardo Moreno Holguín, Pbro.
Corresponsal en Roma
¿Cuál es el actual reto en "Ecclesia Dei"?
Nos ocupamos de quienes no quisieron seguir con monseñor Lefevre, -que no es propiamente un cisma-. Con jurisdicción en nombre del Papa, creamos institutos en Francia y Alemania e incardinamos al clero que regresa. Debemos seguir la vida de ese clero y de esas comunidades, las fraternidades de San Pedro.
¿Y los que siguen con Lefebvre?
Están las asociaciones de San Pío X, para su proceso de reinserción: con permanentes visitas y correspondencia que pide el antiguo rito. Son 500 sacerdotes y seiscientos mil fieles, en un número que está creciendo, con monasterios y seminarios, algunos llenos.
El ritual de la misa hoy reúne los fieles en torno al altar, inculturándose en su realidad y lengua. ¿Volverá el ritual de San Pío V, con el sacerdote de espaldas a la gente y rezado en latín?
El grande amor de Cristo es la Eucaristía, no es justo que nos divida. La misa de San Pío V se celebró por más de mil años. Jamás ha sido prohibida. Aunque si no entiendo las palabras, tampoco es que yo entienda mucho cuando digo "Esto es mi Cuerpo" y veo un pedazo de pan: sólo la fe me hace creer en Cristo presente. El Santo Padre prolongará el permiso de esta celebración, que no es contraposición a la de hoy.
¿No es un paso atrás?
Hoy día yo la celebro, y en la primera parte, en la cual hago la homilía, estoy mirando a los fieles, que son mis hermanos a quienes debo instruir; después, represento a los fieles: vamos ahora hacia Dios, allá está el objetivo, dar gloria Dios y todos estamos unidos. No es un paso atrás, es conservar una riqueza sin contraponerla a la otra.

Card. Darío Castrillón Hoyos
Para hacer la misa atractiva y alegre para los jóvenes de esta cultura de la imagen, ha habido iniciativas como la "misoteca", o se han visto bailes de origen erótico en África ¿Busca ser un remedio para frenar estos abusos?
Es un elemento, no "el remedio". La nueva liturgia no ha sido "el remedio". ¿Antes estaban nuestras iglesias más llenas o vacías? Se han desocupado! Cierto que no es sólo por esta causa, pero se convierte la misa en uno entre tantos ritos del mundo y golpear lo sagrado es una cosa grave. Se ha olvidado el sentido del "Sacrificio". La Eucaristía lleva a la resurrección, pero pasando por la pasión y muerte. Es una fiesta del espíritu, por nuestra redención. Lo más importante para Jesús no fue comer con Él, sino comerlo a Él.
Compártanos, por favor, tres satisfacciones, dos frustraciones y una esperanza, de su trabajo en la Congregación para el Clero
¿Satisfacciones? Haber encontrado tantos curas, personal y grupalmente; Celebrar la Eucaristía en una barca en el Lago de Tiberiades, con 1500 sacerdotes, y un Jueves Santo con 7.000 sacerdotes en la Plaza de San Pedro. ¿Frustraciones? No haber podido llegar a más sacerdotes y no haber podido ayudar a resolver algunos grandes problemas que necesitaban de más tiempo. ¿Esperanza? seguir trabajando para acoger con un abrazo a esos 500 curas de Lefevre, en unidad de fe y amor que Jesucristo nos mandó.