Expuesto por " Cisneriano " en el Foro Santo Tomás Moro - www.aspa.foro.st


RE: ¿Pio Moa camino de Damasco?


La Inquisición, por ejemplo

18 de Mayo de 2007 - 16:34:08 - Pío Moa

La argumentación de los ateos ciencistas contra la religión suele tener dos facetas: el ataque al dogma, por así llamarlo, y que, como ya indiqué, suele ser tan absurdo como atacar la literatura por su carácter ficticio; y la exposición de los males causados históricamente por la religión, muy especialmente por la cristiana católica.


Dentro de esos males, la Inquisición española tiene un papel estelar: condensa tanto el carácter sanguinario y torturador del catolicismo como su odio al pensamiento independiente, a la razón y a la ciencia. La Inquisición sería una de las grandes manifestaciones históricas del mal representado en la religión.



Sin embargo una mirada más atenta nos permite discernir algunos hechos de interés. En sus tres sigos de existencia, la Inquisición española causó la muerte de en torno a 1.000 personas, muchas menos que las causadas por la represión anglicana en mucho menos tiempo; y no digamos que la causada por tantos regímenes ateos y "progresistas", devotos de "la ciencia", en el siglo XX. También es cierto que la Inquisición practicó la tortura, pero en menor medida de lo habitual entonces en los tribunales civiles de toda Europa.



No debe olvidarse tampoco que la Inquisición salvó a España de la terrible histeria de la quema de brujas, que ocasionó en casi todo el resto de Europa, desde Escocia a Alemania, un número de víctimas muchas veces superior.




Por tanto, los gritos de horror por su carácter sanguinario resultan a veces algo exagerados, sobre todo cuando los profieren adeptos –tan abundantes y tan dados a sentirse escandalizados– de los sistemas totalitarios de nuestro tiempo.



Es cierto que ninguna Inquisición conviene al desarrollo del pensamiento, el arte o la actividad del intelecto en general. Pero, paradójicamente, la época de mayor auge inquisitorial coincidió con la de mayor brillantez del pensamiento, el arte y la literatura españoles. Lo cual no quiere decir que a más inquisición más cultura, sino que la cuestión no es tan simple.
He podido comprobarlo en mi propia piel: desde que publiqué "Los orígenes de la guerra civil" no han cesado los llamamientos a censurar mis libros (o los de César Vidal), a impedir su difusión, incluso a meternos en la cárcel. El lector puede estar seguro de que todos esos censores están absolutamente en contra de la Inquisición... de hace unos siglos.



En nombre de una supuesta ciencia puede también imponerse una inquisición. No pocos avizoran ansiosos el momento en que ello sea posible.