Expuesto por Camisa Azul en el Foro " Santo Tomás Moro ", http://aspa.mforos.com/390873/384254...cion-de-rusia/



Desde 1917, la palabras del Apóstol se aplican más que nunca antes: "...que no es nuestra lucha contra la sangre y la carne, sino contra los principados, contra las potestades, contra los dominadores de este mundo tenebroso, contra los espíritus malos de los aires." (Ef. 6, 11-12)*. En este combate apocalíptico, Nuestra Señora interviene para confrontar a las fuerzas amenazantes de la Impiedad. En 1929, Dios, en su Misericordia, quiso anunciar al mundo que ya bastaba y sobraba. Había llegado la hora de librar a la "pobre Rusia" de la "posesión diabólica" que la había vencido, para salvarla y convertirla. Por medio de esta conversión Dios hubiera detenido la conflagración siniestra, que de otro modo, poco a poco, estaba asolando todas las naciones... Así, la intervención de Dios, con vistas a terminar tal tragedia, asume importancia enorme. En realidad, la revelación de Tuy corona el ciclo de las apariciones de Fátima con una teofanía espectacular, de la cual no puede encontrarse ejemplo comparable en toda la historia de la Iglesia desde la aparición que tiró a Saulo en tierra en el camino de Damasco, para hacerlo el Apóstol de las naciones.

En el curso de nuestro relato, nosotros hemos dejado a nuestra vidente como una joven postulante en su convento de Pontevedra. Después de las apariciones del 10 de diciembre de 1925, y del 15 de febrero de 1926, referidas a la devoción de reparación de los cinco sábados de mes (1), Lucía dejó Pontevedra el 16 de julio de 1926 para entrar al noviciado de la Hermanas Doroteas establecido en Tuy, una ciudad cercana en la Galicia española, en la frontera hispano-portuguesa. Después de la recepción del hábito el 2 de octubre de 1926, ella pronunció sus primeros votos el 3 de octubre de 1928.

En 1928, la humilde Maria das Dores proseguía su vida oculta en Tuy, -tan bien oculta que la mayoría de sus compañeras todavía ignoraba que ella era la vidente de Fátima- poniendo en práctica el mensaje de Nuestra Señora y viviendo Su regla de perfección, entregándose íntegramente a los Sagrados Corazones de Jesús y de María. Una carta que escribió a una de sus hermanas en religión, un mes antes de la revelación del 13 de junio, atestigua de esta paz y de este fervor. (2)

El momento había llegado. La mensajera estaba lista. Fue entonces que la promesa del Gran Secreto fue cumplida: "Yo vendré a pedir la consagración de Rusia..." (3)

I. LA APARICION Y EL MENSAJE DE TUY
(JUEVES 13 DE JUNIO DE 1929)

La misma Sor Lucía dejó una descripción del hecho, y así, nosotros citamos su relato en detalle, agregando solamente unos pocos subtítulos: (4)

"Rusia 1929. Nuestro Señor pide la consagración.

"El Reverendo Padre Gonçalves a menudo venía a escuchar confesiones. Yo hice mi confesión con él, y como me sentí a gusto, continué haciéndolo durante los tres años que permaneció allí como superior." (5)

EL PEDIDO DE LA CONSAGRACION DE RUSIA

"En ese tiempo, Nuestro Señor me anunció que el momento había llegado, cuando El quiso que hiciera conocer a la Santa Iglesia Su deseo de la consagración de Rusia y Su promesa de convertirla... La comunicación tuvo lugar en esta forma:

LA HORA SANTA DE ADORACION Y REPARACION

"(13-6-29). Yo había pedido y obtenido permiso de mis superiores y de mi confesor para hacer la Hora Santa desde las 23:00 hs hasta la medianoche de jueves a viernes.

"Estando sola una noche, me arrodillé ante el comulgatorio, en medio de la capilla, para decir las oraciones del Angel, permaneciendo postrada. Sintiéndome cansada, me levanté y me arrodillé, y continué diciéndolas con los brazos en forma de Cruz. La única luz venía de la lámpara del santuario."

UNA TEOFANIA TRINITARIA ESPECTACULAR

"Repentinamente, una luz sobrenatural iluminó toda la capilla y sobre el altar apareció una cruz de luz que alcanzaba hasta el techo.

"En una zona brillante pudo verse, sobre la parte más alta de la Cruz, el rostro de un hombre y su cuerpo hasta la cintura; sobre Su pecho había una paloma, igualmente luminosa,

"Y clavado a la cruz, el cuerpo de otro hombre.

"Un poco abajo de la cintura, suspendido en el aire, se veía un Cáliz y una Hostia grande, dentro del cual cayeron algunas gotas de Sangre desde el rostro del Crucificado y de la herida en Su pecho. Estas gotas rodaron por la Hostia y cayeron dentro del Cáliz.

"Bajo el brazo derecho de la Cruz estaba Nuestra Señora con Su Inmaculado Corazón en Su mano... (Era Nuestra Señora de Fátima con Su Inmaculado Corazón... en Su mano derecha... sin una espada ni rosas, pero con una corona de espinas y llamas...)

"Bajo el brazo izquierdo (de la Cruz), unas grandes letras, como si fueran agua clara cristalina corriendo sobre el Altar, formando estas palabras: "Gracia y Misericordia".

"Yo comprendí que era el misterio de la Santísima Trinidad que se me mostraba, y recibí luces sobre este misterio, de las cuales no me es permitido revelar."

EL PEDIDO DE LA CONSAGRACION DE RUSIA

"Luego Nuestra Señora me dijo: "El momento ha llegado en que Dios pide al Santo Padre, que haga, en unión con todos los Obispos del mundo, la consagración de Rusia a Mi Inmaculado Corazón, prometiendo salvarla por este medio."

"Tan numerosas son las almas que la justicia de Dios condena por pecados cometidos contra Mi, que Yo vengo a pedir reparación. Sacrifícate tu misma por esta intención y reza."

"Yo di un relato de esto a mi confesor, quien me ordenó que escribiera lo que Nuestro Señor quiso que se hiciera."

DESPUES, NUESTRO SEÑOR SE QUEJA

"Después, por medio de una comunicación interior, Nuestro Señor me dijo, quejándose: "¡Ellos no quieren atender a Mi pedido!... Como el Rey de Francia ellos se arrepentirán y lo harán, pero será tarde. Rusia ya habrá propagado sus errores por el mundo, provocando guerras y persecuciones contra la Iglesia: el Santo Padre tendrá mucho que sufrir."

EL PEDIDO MAS PRECISO. Señalemos enseguida, que en 1930, en dos cartas al Padre Gonçalves, Sor Lucía iba a expresar en una forma apenas diferente los pedidos del Cielo, asociando estrechamente la devoción de reparación de los cinco primeros sábados de mes con la consagración de Rusia: "El Buen Dios promete terminar la persecución en Rusia, si el Santo Padre quiere él mismo hacer un acto solemne de reparación y consagración de Rusia a los Sagrados Corazones de Jesús y de María, igual que ordenar a todos los Obispos del Mundo Católico hacer lo mismo. El Santo Padre debe luego prometer que sobre el final de esta persecución él aprobará y recomendará la práctica de la devoción reparadora ya descripta." (6)

UNA PROMESA AUN VIGENTE

¡Que promesa maravillosa, incomparable! que no ha sido abolida por las demoras interminables de nuestros Pastores en responder los pedidos del Cielo. Pues en Su Secreto, Nuestra Señora es categórica: "Al fin Mi Corazón Inmaculado triunfará, el Santo Padre Me consagrará Rusia, la que sera convertida, y un período de paz será dado al mundo." Así, este mensaje continúa siendo tan relevante para nuestros días. Nosotros podemos estar seguros que la gran visión que la acompañó será conocida en todo el mundo. En todas partes, este santo icono será difundido como un recuerdo del gran milagro de conversión y paz otorgado a Rusia y al mundo, por la mediación del Inmaculado Corazón de María. Nosotros debemos, por lo tanto, amar esta visión extraordinaria, meditar sobre ella, y tratar de ser mejores entendiendo todas las riquezas comprendidas en ella, pues resume todo el mensaje de Fátima.

II. UNA TEOFANIA TRINITARIA ESPECTACULAR
LA VISION Y EL MENSAJE

En Tuy, tal como fue el caso en la visión de Saulo en el camino de Damasco, y en las apariciones del Angel y de Nuestra Señora de Fátima, la aparición está compuesta íntegramente de luz: "Repentinamente toda la capilla fue iluminada por una luz sobrenatural." "Dios es luz", y Sor Lucía indudablemente se hubiera contentado con estas simples palabras, de no haber estado su visión acompañada por un mensaje a transmitir, un mensaje relativo estrechamente al Misterio Divino que le había sido dado contemplar. Pues como veremos más tarde, la visión del misterio no fue solamente yuxtapuesta con el pedido de Nuestra Señora y Su promesa de la conversión de Rusia: la visión explica el sentido de la promesa, manifiesta su importancia extraordinaria, y garantiza anticipadamente su extraordinario cumplimiento.

¿UNA VISION INDESCRIPTIBLE?

Al fin de su relato, Sor Lucía dice con solemnidad deliberada: "Yo comprendí que este era el misterio de la Santísima Trinidad que me era mostrado, y recibí luces sobre este misterio, y de las cuales no me es permitido revelar." Así, Sor Lucía repite las mismas palabras una vez usadas por San Pablo: "...vendré a las visiones y revelaciones (p.466) del Señor. Se de un hombre en Cristo que hace catorce años -si en el cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, tampoco lo sé, Dios lo sabe- fue arrebatado hasta el tercer cielo; y se que este hombre -si en el cuerpo o fuera del cuerpo, no lo se, Dios lo sabe- fue arrebatado al paraíso y oyó palabras inefables que el hombre no puede decir." (II Cor. 12, 2-4). Así, nosotros hemos sido informados: la Teofanía Trinitaria del 13 de Junio de 1929, fue una gracia mística inenarrable para Lucía, y una visión tan sublime, que, por supuesto, es inaccesible para nosotros. Sin embargo, la vidente quiso contarnos algo de ella. Esta descripción es, entonces, para nuestro provecho espiritual...

Pero reconozcamos de inmediato que en la primera lectura uno es golpeado por la naturaleza simple, seca, casi torpe del relato que es decepcionante para nosotros. Claramente, la vidente no ha hecho ningún esfuerzo para pintar para nosotros la aparición en forma atractiva. Esta ausencia de cualquier calificativo, la falta de cualquier expresión de sentimiento devoto, puede ser sorprendente para algunos. Las tres Personas Divinas no son siquiera nombradas. Sor Lucía se contenta diciendo: "El rostro de un hombre..., una paloma..., otro hombre". ¡Y eso es todo!

Esta "frialdad" sorprendente es sin duda intencional. ¿No es la mejor manera de hacernos ver, si no el misterio, al menos su carácter inefable y trascendente? ¿Otra descripción con más detalle y color, no la hubiera disminuido y reducido ante nuestra comprensión humana?

Este es especialmente el caso, porque la riqueza de la visión es de un orden totalmente diferente del sensible, el cual ha sido reducido voluntariamente a un mínimo. La imagen está allí solamente para evocar, para recordar a nuestra memoria las palabras divinas que la acompañan, y darnos la clave de este icono incomparable: son todas las palabras tomadas juntas, las que constituyen todo el mensaje de Fátima, el eco fiel de la Revelación única e íntegra de Nuestro Señor Jesucristo, expresado por la Sagrada Escritura y la Tradición de la Iglesia. Así, nosotros no estamos impedidos de hacer el inventario de la sabrosa riqueza contenida dentro...

EL SANTO ICONO DE LA TRINIDAD REDENTORA

Muchos santos recibieron de Dios revelaciones sublimes sobre el misterio de la Santísima Trinidad. A algunos de ellos, les fue dado contemplar el misterio ad intra, como dicen los teólogos, o en otras palabras, comprender en alguna forma las inefables procesiones que constituyen eternamente las Tres Personas en su distinción en el seno del Padre, Filius semper nascens (7), y el Espíritu Santo procediendo del Uno y del Otro como desde un solo Principio, y por una única Espiración, Tamquam ab uno principio et unica spiratione. (8)

La visión de Tuy, al contrario, es íntegramente "económica": en otras palabras, es la Santísima Trinidad ad extra, íntegramente empeñada en su obra de salvación. Aunque el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo (este último bajo la figura de una paloma luminosa igual en brillo al Padre), están representados en su perfecta distinción, esta visión no es estática. En su lugar, el misterio se nos aparece en su doble movimiento de "procesión", de "descenso", y luego de "conversión", "ascendiendo", siguiendo el gran tema teológico de éxito y rédito.

Pues la visión está acompañada por un mensaje que nos revela algo del secreto indecible: "Gracia y Misericordia" está escrito bajo el brazo de la Cruz en letras de agua cristalina cayendo hacia abajo. Y las palabras de Nuestra Señora durante la aparición están todas resumidas en las tres palabras que nos recuerdan los temas más importantes de Su mensaje: "consagración, reparación, conversión".

¿No tenemos aquí una clave maravillosa que nos permite ver algo de la riqueza inagotable del Misterio Divino que es revelado en el doble movimiento de amor por el cual es resuelta nuestra salvación?

1. Exito: el misterio de "Gracia y Misericordia".

2. Rédito: el misterio de la conversión de las almas, de Rusia y de las naciones, por las prácticas de reparación y consagración al Inmaculado Corazón de María pedidas por Nuestra Señora.

Señalemos ya el primer gesto delicado del Cielo hacia la "pobre Rusia" a la que quiere salvar: Dios ha elegido revelar su gran designio de misericordia por una teofanía trinitaria. Para un verdadero hijo de la Santa Rusia, este hecho no puede pasar desapercibido: "Rusia (escribe Volkoff) tiene un corazón místico cuyo nombre verdadero es el monasterio de la Santísima Trinidad de San Sergio". Fundado en 1344 no lejos de Moscú por un santo anacoreta, Sergio de Radonezh, los alrededores del monasterio de la Santísima Trinidad se desarrollaron tanto, que se convirtieron en una pequeña ciudad, "una ciudad santa y el corazón de la Iglesia Rusa, la cual dio vida a 254 monasterios durante los dos siglos siguientes." (9)

III. "GRACIA Y MISERICORDIA"

"EL TRONO DE GRACIA Y MISERICORDIA"
(Heb. 4, 16)

"¡SALVE, OH CRUZ, NUESTRA UNICA ESPERANZA!" En la visión de Tuy, la Cruz ocupa todo el espacio y es inmensa: "sobre el altar apareció una cruz de luz que alcanzaba hasta el techo".

Y sobre esta Cruz, aunque El solo está clavado, porque solamente El es la Persona Divina Encarnada, Jesús crucificado no está solo. Sobre El, en la parte más alta de la Cruz está el Padre, quien lo sostiene. En el seno del Padre y suspendida sobre el hijo está la paloma, representando el Espíritu Santo. Esta Santa Cruz, que la Iglesia nos hace "adorar" vehementemente, aparece aquí en toda su gloria, centellante de luz, como si fuera un trono para la Santísima Trinidad. ¿No es esto, en efecto, reminiscente de este "Trono de Dios y del Cordero" nombrado en el Apocalipsis? Tal como en la visión de San Juan, en Tuy el Cordero estaba "en medio del Trono". (Apoc. 7, 17)

Esta es la primera maravilla, el primer "sermón" elocuente de la Santa Cruz, la que hoy está desdeñada y menospreciada por los mismos cristianos. Esta Cruz, que es el Trono de Dios, es también la fuente de nuestra salvación.

"OH SANTISIMA TRINIDAD, TU, FUENTE DE SALVACION." "¡Salve, Oh Cruz, nuestra única esperanza!... ¡Oh Tú, Santísima Trinidad, fuente de nuestra salvación!" Estas son la palabras triunfales del himno Vexilla Regis, cantado durante el tiempo de Pascua.

En Tuy, "bajo el brazo izquierdo de la Cruz, unas largas letras como si fueran de agua cristalina cayendo sobre el altar, formaron estas palabras: "Gracia y Misericordia"." ¿No es esta Agua de Vida, esta Agua de Gracia que fluye desde el Trono de la Cruz, la que nos recuerda expresamente la gran visión del Apocalipsis? "Luego el Angel me mostró un río de agua de vida, clara como cristal procedente del Trono de Dios y del Cordero." (Apoc. 22, 1). Y otra vez: "Pues el Cordero, que está en medio del trono, los apacentará y los guiará a las fuentes de aguas de vida." (Apoc. 7, 17).

Este es el primer misterio revelado a nosotros por esta agua que brota del Trono de Dios: el misterio del don de Gracia y Misericordia de la Santísima Trinidad íntegra, Padre, Hijo y Espíritu Santo, la que decide, realiza y completa nuestra salvación por medio de la Cruz Redentora de Cristo. Nosotros estamos lejos de la teología estúpida y rebelde de un Lutero, un Calvino o un Jansenio, imaginando al Padre Celestial como enfadado con Su propio Hijo, y transfiriéndole la cólera merecida por nuestros pecados. La visión de Tuy evoca en cambio el himno de acción de gracias que repite incesantemente la liturgia de la Fiesta de la Santísima Trinidad: Benedicta sit Sancta Trinitas atque indivisa Unitas! Confitebimur ei quia fecit nobiscum Misericordiam suam!" En forma similar, la visión de Tuy une los tres misterios de la Trinidad, la Redención y la Gracia. Si, ¡bendito sea Dios en Su Santísima Trinidad e indivisible Unidad! Alabémoslo, porque El nos ha hecho partícipes de Su Amor misericordioso!

EN LAS FUENTES DE MISERICORDIA: "EL AMOR DE DIOS PADRE" (II Cor. 13, 13)

En la cima de la Cruz, como la Fuente primera de todo ser, de toda vida, y de toda caridad, por encima del Hijo crucificado que procede de El, está el Santísimo Padre, bajo la apariencia de "el rostro de un hombre". ¿Pues en que otra forma El podría aparecer? ¿No es esta apariencia de hombre la que mejor nos revela Su Paternidad? "El que Me ve, ve al Padre", (Jn. 14, 9) nos dice Jesús, y El es "la Imagen del Dios invisible", (Col. 1, 15) "el esplendor de Su gloria y la figura de Su substancia". (Heb. 1, 3).

En la visión de Tuy, el Padre aparece como la fuente inicial de "Gracia y Misericordia". El es el Padre del Hijo pródigo, "el Padre de misericordias", (II Cor. 1, 3) siempre pronto a mostrar bondad. Gracia y Misericordia, estas son las disposiciones del Padre hacia Rusia, la Rusia de las víctimas como también la de los perseguidores. Sor Lucía va a transmitir este mensaje a su confesor: Dios está "dispuesto a tener misericordia de la pobre Rusia", "Dios desea enormemente salvarla." (10)

Si, ¿no permitirá Dios este desencadenamiento del mal para hacer de esta nación, como El hizo con Saulo el persecutor, "que devastó la Iglesia", "un vaso de misericordia?" (Hechos 8, 3). En cualquier caso, es remarcable que cuando San Pablo recuerda el hecho de su conversión y la aparición en el camino de Damasco, son precisamente estas dos palabras, "gracia y misericordia", las que se encuentran juntas bajo su pluma:

"Gracias doy a Nuestro Señor Cristo Jesús que me fortaleció, de haberme juzgado fiel al confiarme el ministerio;

"A mi, que primero fui blasfemo y perseguidor violento, más fui recibido a misericordia porque lo hacía por ignorancia en mi incredulidad;

"Y sobreabundó la gracia de Nuestro Señor con la fe y la caridad de Cristo Jesús.

"Cierto es, y digno de ser por todos recibido, que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero.

"Mas por esto conseguí la misericordia, para que en mi primeramente mostrase Jesucristo toda su longanimidad y sirviera de ejemplo a los que habían de creer en El para la vida eterna." (I Tim. 1, 12-16). *

En Tuy, Dios prometió, en una teofanía extraordinaria, "convertir" a Rusia, para "salvarla", este es "un aserto auténtico y digno de toda aceptación", pues su misericordia es todopoderosa.

"LA GRACIA DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO"

Esta gracia de salvación otorgada por el Padre es completamente gratuita. Su Hijo amado, -para manifestarlo a nosotros en verdad, en tal forma como para hacernos ver la gravedad del pecado y la inmensidad del perdón, y así poder conmover nuestros corazones- el mismo Hijo amado quiso merecerla, pagando sobre la Cruz todo el precio en Su dolor y en Su sangre.

En la visión de Tuy, nosotros encontramos una vez más la imagen del "Dios de compasión" tan querida a nuestros pintores y escultores de la Edad Media, tan rica en una teología vigorosa, profunda en sentido. Esta es la imagen de este "más gentil y más misericordioso Padre Celestial, sosteniendo en Sus santas y venerables manos el cuerpo lastimoso, sufriente de Su Hijo, crucificado por nosotros por la remisión de nuestros pecados." (11)

EL CUERPO QUEBRADO DEL SALVADOR, SU SANGRE DERRAMADA. "Que nunca entre vosotros me precié de saber cosa alguna, sino a Jesucristo, y éste crucificado." (I Cor. 2, 2)*. Frente a la demasiado fácil theologia gloriae (teología de gloria) predicada por nuestros teólogos modernos, quienes "vacían la Cruz de Cristo", está esta theologia crucis (teología de la Cruz) predicada por San Pablo, que la visión de Tuy nos impone. En esta teofanía trinitaria, el único Hijo, el Verbo de Dios, Rey de reyes y Señor de señores es Jesús, y Jesús clavado en la Cruz, donde Su Corazón está atravesado y Su Rostro ensangrentado por las heridas de Su Corona de espinas.

El misterio que El nos da para contemplar es Su Sangre derramada para nuestra redención, y la que El nos ofrece como bebida Eucarística:

"Suspendido en el aire se veía un Cáliz y una Hostia grande en la que caían gotas de Sangre del rostro del Crucificado y de una herida en Su pecho. Estas gotas rodaban sobre la Hostia y caían dentro del Cáliz".

Ya en el Cabeço, en el otoño de 1916, los niños habían visto la misma visión: "El estaba sosteniendo un Cáliz en Su mano izquierda, con la Hostia suspendida sobre éste, de la cual caían algunas gotas de sangre dentro del Cáliz." (12) En Tuy, la Sangre de Jesús, con sus apariencias propias, ya no fluye de Su Cuerpo Eucarístico, la santa Hostia, sino que se derrama de la herida en Su Corazón y de las heridas en Su Faz ultrajada.

Este realismo sorprendente de la Sangre derramada y cayendo dentro del Cáliz es realmente la respuesta a la herejía moderna, protestante, que pretende disociar la Eucaristía del Sacrificio de la Cruz, para conectarla solamente con la cena del Jueves Santo o solo con la gloriosa vida del Cristo ascendido, sentado en el Cielo a la diestra del Padre. La visión de Tuy, por otra parte, nos introduce en el corazón del misterio: la sangre del Cáliz es la Sangre de Su Cuerpo. Es la misma Sangre redentora en la Misa como en el Sacrificio de la Cruz: en esta última fue derramada con dolor, mientras hoy, en la Misa, es ofrecida a nosotros como bebida saludable. Es el mismo Cuerpo quebrado que nos es propuesto para nuestra comida, pues la Santa Hostia es como una prolongación, una "verdadera, real y substancial" extensión de la Víctima del Calvario.



EL SIERVO SUFRIENTE, SALVACION DE LAS NACIONES.

Los exegetas han mostrado como el bautismo de Nuestro Señor ya prefigura Su dolorosa Pasión. El simbolismo está creado por el descenso en las aguas del Jordán, pero especialmente por la voz de los Cielos designando explícitamente a Jesús como el Mesías-Salvador, el "Siervo Sufriente" del libro de Isaías. Las mismas palabras, fueron escuchadas otra vez durante la Transfiguración, "este es Mi Hijo muy amado, en quien tengo mis complacencias; escúchenlo a El", del mismo modo colocan esta segunda teofanía trinitaria en estrecha relación con la pasión de Jesús. Además, San Lucas agrega el detalle que Moisés y Elías, quienes estuvieron hablando con Jesús, "hablaban de Su muerte que había de cumplirse en Jerusalem." (Lc. 9, 31; Mt. 17, 5)*. Así, en Su bautismo, igual que en Su Transfiguración, Jesús aparece como el único designado por Su Padre como el Hijo amado, el Mesías sufriente de Isaías sobre quien descansa Su Espíritu.

Así, la visión de Tuy va aún más allá de las teofanías del Evangelio, y nos refiere otra vez a las profecías de Isaías sobre el Siervo sufriente sobre quien descansa el Espíritu Santo. Esto es aún más claro si nosotros consideramos que después de la evocación de los sufrimientos del Mesías, la profecía canta de todos sus frutos de gracia: la conversión y la salvación de las naciones: "Ofreciendo su vida en sacrificio por el pecado, tendrá posteridad y vivirá largos días, y en sus manos prosperará la obra de Yavé. Librada su alma de los tormentos verá, y lo que verá colmará sus deseos. El Justo, Mi Siervo, justificará a muchos." (Isaías 53, 10)*.

Y aquí están aquellas palabras que nosotros haremos bien en releer, teniendo ante nuestros ojos la imagen de la visión de Tuy y su mensaje para la conversión de Rusia. Aquí están las palabras proféticas, tales como San Mateo las aplica a Jesús:

"He aquí a mi siervo, a quien elegí;
Mi amado, en quien mi alma se complace.
Haré descansar Mi Espíritu sobre El
y anunciará el derecho de las gentes.
No disputará ni gritará,
nadie oirá su voz en las plazas.
La caña cascada no la quebrará,
y no apagará la mecha humeante
hasta hacer triunfar el derecho,
y en Su Nombre pondrán las naciones su esperanza." (Mt. 12, 18-21)*

"La caña cascada y la mecha humeante" una vez se refirieron al imperio de Egipto, que amenazaba a Israel. ¿No nos recuerdan hoy estas palabras a esta pobre nación, Rusia, una nación cismática que persigue a la Iglesia, pero es aún cristiana? Pues Dios no quiere abandonarla a la perdición, pero para hacerla, al contrario, "un vaso de misericordia" levantándola otra vez y encendiendo su llama una vez más en la familia (p.478) de la Unidad Romana, por el triunfo universal del Inmaculado Corazón de María.

¿Y que podemos decir sobre esta otra profecía de Isaías que evoca el Mesías sufriente que se ha convertido en Rey de las Naciones, pero un rey bondadoso, humilde de corazón, que muestra favor al pobre y misericordia al culpable? Estas palabras que Jesús aplicó a Sí mismo en la sinagoga de Nazaret podemos aplicarlas a El, y como nosotros lo vemos clavado en la Cruz como en la teofanía de Tuy, aún podemos escucharlo pronunciarlas hoy:

"El Espíritu del Señor está sobre mi,
porque me ungió
para evangelizar a los pobres, me envió
a predicar a los cautivos la libertad,
a los ciegos la recuperación de la vista;
para poner en libertad a los oprimidos,
para anunciar un año de gracia del Señor,
y el día de la recompensa...
Hoy se cumple esta Escritura que acabáis de oir." (Lc. 4, 18-21; Is. 61, 1-2)*.

¡Si, por la misericordia del Padre, quiera la Gracia de Jesucristo, Redentor y Rey, descender pronto sobre esta pobre Rusia y sobre su "Archipiélago Gulag"; quiera su gracia convertir a sus ciegos persecutores, quiera libertar a los cautivos y a todos los oprimidos, quiera traer de vuelta bajo la guía del único Pastor a los millones de pobres, aún descarriados por el cisma!

LA GRACIA CAPITAL DEL HIJO DE DIOS, EL SALVADOR.

La paloma representando el Espíritu Santo, descansando sobre Jesús clavado en la Cruz, tiene, indudablemente, otro significado. ¿No evoca todo el misterio de la gracia de Cristo, nuestra Cabeza? "Gracia y Misericordia": el Padre colma a Su Hijo crucificado con la plenitud de la Gracia, la plenitud del Espíritu Santo. Este tesoro infinito El lo recibe por Su Filiación Divina, pero también lo merece por su sacrificio redentor. El derramará este torrente de gracias sobre todas las naciones por la efusión del Espíritu Santo. Es un Misterio adorable: esta Plenitud divina que se derrama de la fructífera Trinidad, y es comunicada en ola tras ola... aun a las almas de los paganos, o a los rebeldes y a los persecutores, para transformarlos y convertirlos, y guiarlos luego por medio de la Iglesia y la intercesión de la Virgen Inmaculada, al Sagrado Corazón del Hijo, en el seno del Padre.

Citemos solamente unos pocos textos, mencionando esta plenitud o abundancia, que harán recordar muchos otros. Ante todo, San Juan en el prólogo a su Evangelio: "Y el Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros, y hemos visto su gloria, gloria como de Unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad... Pues de Su plenitud recibimos todos gracia sobre gracia." (Jn 1, 14 y 16)*. "Porque aquel a quien Dios ha enviado habla palabras de Dios, pues Dios no le dio el espíritu con medida. El Padre ama al Hijo y ha puesto en Su mano todas las cosas." (Jn. 3, 34-35)*. Y San Pablo dice: "Pues si por la transgresión de uno solo mueren muchos, mucho más la gracia de Dios y el don gratuito consistente en la gracia de un solo hombre, Jesucristo, se difundirá copiosamente sobre muchos. Pero donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia." (Rom. 5, 15 y 20)*. "El es la cabeza de Su Cuerpo, la Iglesia... Y plugo al Padre que en El habitase toda la plenitud y por El reconciliar consigo, pacificando por la Sangre de su Cruz todas las cosas, así las de la tierra como las del cielo." (Col. 1, 18-20)*. "Pues en Cristo habita toda la plenitud de la divinidad corporalmente... y estáis llenos de El." (Col. 2, 9).