Es lo bueno que tiene el ser católico: pecas, te confiesas y ya está
18.10.07 @ 19:21:52. Archivado en Actualidad
No, no, no me he vuelto loco. No me he decidido a hacer befa y mofa de la fe católica, ni del sacremento de la confesión y la gracia de Dios. No soy yo el que dice que lo bueno de ser católico es que pecas, te confiesas y ya está. Eso lo dice la católica de la Cope. La sexófila de la Cope. La directora del programa de la tarde de la Cope. Eso lo dice Cristina López Schlichting en la entrevista que publica hoy La Razón. He aquí la entrevista entera:
Cristina López Schlichting, Periodista
«El sexo no es pecado»
Amilibia
-Presenta ahora su libro (y de su equipo de la Cope) «Hablando de sexo con Cristina» (Editorial Encuentro). Hablemos de sexo, pues. ¿Cuántas veces, hija?
-Todas las posibles.
-¿Diría que es lujuriosa, apasionada, normal o mediopensionista?
-Apasionada.
-¿Dónde establece los límites en el sexo?
-En no hacer mal al otro ni hacérselo a uno mismo. Si las personas adultas están gozosamente de acuerdo, todo está bien en el sexo.
-Algo será tabú para usted...
-Nada. No tengo tabúes. Pero hay cosas que me gustan y otras que no.
-Ya puestos, dígame lo que no le gusta...
-La violencia, el sadismo, el masoquismo... Ninguna actividad vejatoria.
-¿Y la felación?
-La felación está bien.
-Dice que convertir en tabú el placer sexual es anticatólico...
-Sí. La búsqueda de la felicidad es el motor de la vida. Desvincular de la vida el placer sexual no es católico. Los hombres estamos hechos para el placer.
-Qué epicúrea. No sé qué dirán a eso los obispos...
-Están encantados con el programa. Conocen bien la doctrina a la que me refiero.
-Ignoro si ahora el sexto es «no fornicar» o «no cometerás actos impuros».
-«No cometerás actos impuros». Es más propio.
-A mí me parece que vender pisos a un precio desorbitado es muy impuro.
-Y a mí. Hay una insistencia en el sexto casi como único pecado que ha sido y es malo para la Iglesia. No es católico. No se debe convertir el cristianismo es una lista de prohibiciones.
-Algunos dicen que si el sexo no fuera pecado sería menos placentero...
-Eso lo dirán los retorcidos. Deberían al psiquiatra.
-Todo lo rico engorda o es pecado...
-El sexo no es pecado.
-¿Es muy pecadora?
-Sí. Me confieso todas las semanas. Es lo bueno que tiene el ser católico: pecas, te confiesas y ya está.
-¿Tiene fantasías sexuales?
-Claro. No son actos impuros, a no ser que mires al marido de otra con lujuria. Yo procuro no caer en esa tentación.
-Los enemigos del alma son tres: mundo, demonio y carne...
-Hay más pecado en el poder y el dinero que en el sexo.
-Extraña que hable de orgasmos y penes en la Cope.
-Pues ya ve. La Iglesia es el espacio de lo humano, lo carnal y el amor.
-¿Entienden los curas que haya en la Cope un espacio así?
-La mayor parte, sí; una minoría, no. Hay mentes cerriles en todas partes.
-Entre los católicos y respecto al sexo, ¿hay fundamentalismo?
-Lo que hay es mucha ignorancia. Gente que piensa que ponerse un tanga para gustarle al marido es pecado, que acariciarle los genitales al marido es pecado...
-¿Qué le pone colorada?
-La grosería, la mentira... Lo referente al sexo, no.
-Eso simplemente le pone.
Hasta ahí es lo que aparece en la web de La Razón. Parece ser que en el periódico de papel se comenta que Cristina ha perdido 25 kilos y que ella dice riendo "estoy muy buena".
Bien, como hoy llevo ya tres posts no quiero extenderme mucho. A Cristina sólo le voy a responder con un pasaje de la Escritura:
Romanos 6,11-23
Así, pues, también vosotros haced cuenta de que estáis muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús.
Que no reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, obedeciendo a sus concupiscencias;"
ni deis vuestros miembros como armas de iniquidad al pecado, sino ofreceos más bien a Dios, como quienes muertos han vuelto a la vida, y dad vuestros miembros a Dios, como instrumento de justicia.
Porque el pecado no tendrá ya dominio sobre vosotros, pues que no estáis bajo la Ley, sino bajo la gracia.
¡Pues qué! ¿Pecaremos porque no estamos bajo la Ley, sino bajo la gracia? ¡Eso, no!
¿No sabéis que ofreciéndoos a uno para obedecerle os hacéis esclavos de aquel a quien os sujetáis, sea del pecado para la muerte, sea de la obediencia para la justicia?
Pero gracias sean dadas a Dios, porque siendo esclavos del pecado, obedecisteis de corazón a la norma de doctrina a la que habéis sido entregados, y libres ya del pecado, habéis venido a ser esclavos de la justicia.
Os hablo a la llana, en atención a la flaqueza de vuestra carne. Pues bien, como pusisteis vuestros miembros al servicio de la impureza y de la iniquidad para la iniquidad, así ahora entregad vuestros miembros al servicio de la justicia para la santidad.
Pues cuando erais esclavos del pecado, estabais libres respecto de la justicia.
¿Y qué frutos obtuvisteis entonces? Aquellos de que ahora os avergonzáis, porque su fin es la muerte.
Pero ahora, libres del pecado y hechos esclavos de Dios, tenéis por fruto la santificación y por fin la vida eterna.
Pues la soldada del pecado es la muerte; pero el don de Dios es la vida eterna en nuestro Señor Jesucristo."
Bien Cristina, si después de leer eso no se te cae la cara de vergüenza, es que tu salud espiritual está peor de lo que nos imaginamos. Tú te pitorreas de la gracia de Dios. Te tomas a coña el pecado y usas el sacremento de la confesión como licencia para pecar. Es decir, estás pisoteando la gracia divina. Estás pisoteando la sangre de Cristo, derramada no para que pecáramos constantemente y luego fuéramos al confesionario sino para perdonarnos nuestros pecados y invitarnos a no pecar más. Lo que Cristo le dijo a la adúltera no fue que se fuera y siguiera pecando porque al fin y al cabo daba lo mismo. No, le dijo "vete y no peques más". Si tú crees que la fe católica consiste en pecar, confesarse y ya está, tú no eres católica, Eres una desvergonzada a la que habría que recomendar que se leyera también Hebreos 10,26-29
Porque si voluntariamente pecamos después de recibir el conocimiento de la verdad, ya no queda sacrificio por los pecados, sino un temeroso juicio, y el ardor vengativo del fuego que devora a los enemigos.
Si el que menosprecia la Ley de Moisés, sin misericordia es condenado a muerte sobre la palabra de dos o tres testigos, ¿de cuánto mayor castigo pensáis que será digno el que pisotea al Hijo de Dios y reputa por inmunda la sangre de la alianza, con la que fue santificado, e insulta al Espíritu de la gracia?
Espero que algún obispo te llame la atención. Tú no eres la agnóstica ni la protestante de la Cope. Eres la católica. Pero nos avergüenzas a todos los católicos con tu impudicia, con tu desvergonzante actitud, con tus necias palabras.
Que el Señor te perdone y te conceda la gracia del verdadero arrepentimiento,
Luis Fernando Pérez Bustamante
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