Inauguro este tema para ir recopilando información y análisis sobre este grupo de EEUU, que toma su nombre del famoso motín del té que dió comienzo a la guerra de independencia de las 13 colonias. El Tea Party no existe como tal, es como se llama al sector de la sociedad que se identifica con un cierto tipo de lucha conservadora, antiObama y antiNeocon, que como principios de guía política reclama los valores constitucionales y fundacionales de los EEUU.
Sin haber podido analizar mucho todavía, este movimiento popular descentralizado parece ser la reacción del conservadurismo sociológico americano, furioso con Obama, está derribando allí donde puede a los senadores neocon para sustituirlos por los suyos, a los que suelen llamar paleoconservadores (o simplemente conservadores, los originales hasta que los neocon de origen judío trostkista tomaron el control del partido repúblicano). Sara Palin, antigua gobernadora de Alaska, parece su referente político de mayor importancia dentro del partido republicano, y el presentador de la Fox Glenn Beck su voz en los medios, entre otros.
Para el tradicionalismo, quizá el político más interesante que hay dentro de este sector social sería Ron Paul, del que alguna vez se ha hablado aquí.
No es un movimiento tradicionalista, pues EEUU no tiene tradición, pero es interesante como movimiento político a analizar. Copio un pequeño resumen de Intereconomía sobre el Tea Party, el cual ya advierto tiene un error de bulto: hace creer que el movimiento es católico, pero en realidad se trata de protestantes mayormente. Los católicos americanos, al menos es mi impresión, son por lo general afines a los neocon y sus políticas demenciales.
También es recomendable echar un ojo a la wikipedia en inglés para recopilar sucesos y nombres: Tea Party movement - Wikipedia, the free encyclopedia
A ver quién puede contarnos o encontrar cosas interesantes sobre este movimiento.
-----------
Las mil caras de la derecha norteamericana
Unos sueñan con una vida rural alejada de los poco éticos valores que transmite la sociedad moderna. Otros defienden la globalización y la hegemonía económica, aunque para lograrla sea necesario el uso de la fuerza. Pero, para la mayoría, las costumbres basadas en la religión y la Constitución estadounidenses son el modelo de conducta que se debe seguir. Proteccionistas, libertarios, neocons, paleoconservadores, crunchycons o simplemente conservadores; ésas son las mil caras de la derecha estadounidense que tiene un invitado de lo más heterogéneo, el Tea Party. Los conflictos de Iraky Afganistán, el modelo económico, la religión o el papel del Estado han provocado el conflicto entre las diferentes variables ideológicas dentro de la corriente conservadora estadounidense. Se ha fraguado una guerra política de baja intensidad por el control del partido republicano en la que muchas de las facciones niegan la legitimidad de las otras y se ha visto alimentada por la irrupción del Tea Party.
De hecho, la creciente influencia del movimiento político ciudadano liderado por la candidata Sarah Palin ha provocado que todos quieran estar de su lado. Los últimos en apuntarse al partido del té han sido los llamados socioconservadores.
Más familia
Hombres como Mike Huckabee, Mitt Romney o Newt Gingrich han aprovechado el Values Voters Summit, el encuentro anual de los conservadores sociales patrocinado por Family Research Council y la Heritage Foundation que se celebra este fin de semana en Washington, para acercar posturas con el Tea Party.
Al fin y al cabo todos comparten la preocupación por el aborto, el matrimonio homosexual o la pérdida de la identidad moral.
Para los simpatizantes socioconservadores lo importante es que la agenda política esté supeditada a los valores de la familia y la religión, como reconoce Huckabee, para quien “la única razón real de la pobreza es la ruptura de la estructura familiar” ya que, según el ex gobernador de Arkansas, “existe una relación directa entre la estabilidad familiar y la económica”.
Pero, pese al acercamiento de este fin de semana, el origen del Tea Party está más próximo a la lucha de los conservadores fiscales o libertarios, preocupados por el excesivo gasto del Gobierno, el ObamaCare o las más que probables subidas de impuestos.
Menos Estado
Según este grupo de conservadores, al que a menudo se asocia al núcleo duro del Partido Republicano, es fundamental acabar con la deuda nacional y limitar la intervención del Estado en la vida de los ciudadanos.
El alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, considera que ser un conservador fiscal “simplemente consiste en ajustar los presupuestos, no asumir una deuda que lastre a otras generaciones, ni subir las tasas a no ser que sea absolutamente necesario, y prepararse para las crisis como la que estamos viviendo”.
Tales preocupaciones las comparten, en la mayoría de los casos, con los denominados neocons. Richard Nixon, Ronald Reagan y George W. Bush son tres ejemplos presidenciales para definir una corriente apoyada en un modelo económico moderno que se basa en el poder de las grandes corporaciones y en el uso de la fuerza para llevar la democracia a otros países, como ha sucedido recientemente en el caso de Irak.
Actualmente son la familia predominante en el GOP y se caracterizan también por un claro escepticismo ante cuestiones como el fenómeno del calentamiento global. No en vano, el ex presidente George W. Bush decidió retirar a Estados Unidos de las reuniones del Protocolo de Kioto en 2001.
Más fe católica
Los neocons mantienen posición antagónica a la de los llamados paleoconservadores o paleocons, contrarios al imperialismo y que defienden la retirada total de las tropas estadounidenses de los países extranjeros. Su pieza angular es la familia y proponen la fe católica como antídoto contra la vulgaridad y decadencia moral de la sociedad moderna.
En los últimos meses han centrado todos sus esfuerzos en frenar la posibilidad de una reforma migratoria en el país, ya que consideran que empeoraría aún más la situación económica y pondría en peligro el american way of life. Los paleoconservadores comparten con los crunchycons su gusto por lo tradicional, lo antiguo. La religión y la familia son lo más importante para el último gran clan dentro del espectro conservador estadounidense que es, además, el más singular de todos.
Menos televisión
Se caracterizan por tener más estanterías que ningún otro. ¿La razón? Se niegan a ver la televisión, así que llenan sus casas de libros de notables escritores conservadores como Richard Weaver o J. R. R. Tolkien, además de filósofos contemporáneos.
Prefieren lo pequeño, local y viejo a lo grande, global o lo nuevo. Piensan que la cultura es lo más importante de todo, por encima del dinero y del poder. “Somos ciudadanos antes que consumidores”, explica el analista Rod Dreher, quien en el año 2006 publicó el libro que bautizó al grupo. “Soy conservador, no republicano”, afirma orgulloso.
Más derecha
Sin embargo, incluso Dreher y los crunchycons deberán aportar su granito de arena en forma de votos si quieren que Washington vuelva a tener color conservador.
En las próximas elecciones legislativas de noviembre la unión de la derecha estadounidense en torno al partido republicano y el empuje del Tea Party serán fundamentales si quieren arrebatar el control del Congreso a los demócratas.
El próximo 2 de noviembre, proteccionistas, libertarios, neocons, paleoconservadores y crunchycons deberán volver a ser simplemente conservadores.
Marcadores