Re: La justicia sionista
¿Alguien sabe cuántas iglesias hay abiertas en el ámbito del mundo musulmán para que nuestros hermanos en la fe de tales países puedan entrar en ellas a orar a Dios y frecuentar la Eucaristía?
De verdad me gustaría saberlo y, a ser posible, desglosadamente país a país, empezando por los dos mayores representantes del terrorismo internacional: Irán y Arabia Saudí. Peculiar aliado de Occidente esta última e importante inversora en España. Y es que da lo mismo, que lo mismo da, miremos a dónde miremos, el terrorismo es de ida y vuelta, de doble moral y de doble cara. Pero no olvidemos que los Estados en realidad no representan a sus pueblos, y menos a sus gentes individualmente consideradas. Lo peor son las lobotomías frontales practicadas a millones de seres humanos.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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