Más de mil casetas de madera y lona conforman la Feria de Sevilla. Generalmente las casetas son privadas y muchas son propiedad defamilias pudientes, pero es un mito que la Feria sea solo para los ricos y los pobres no puedan disfrutarla, porque un amigo que te conozca te deja entrar a su caseta, y además muchísimas empresas ponen caseta para sus empleados, lo mismo que las numerosas hermandades de Semana Santa para sus cofrades, peñas deportivas, etc., por lo que las casetas suelen estar llenas de gente. Y cada distrito municipal pone una caseta de entrada libre y solo hay que pagar lo que se consuma en el bar, aunque estas casetas no son tan bonitas como las otras, y por supuesto nunca ganan un premio porque ni están tan bien decoradas ni el Ayuntamiento se podría premiar a sí mismo.

Las casetas suelen estar vistosamente decoradas por dentro.








Obsérvense las sillas de estilo sevillano.