Camino del Rocío, ¡ cuantito se espera !CAMINO DEL ROCÍO :Ráfagas de pólvora hacen presencia: Sonido y olor,Los trajes de flamenca relucen a la amanecida,Sombreros cordobeses y chaquetillas se asoman,Las medallas se cuelgan con emoción sentida,Es la hermandad de mi pueblo la que veo,Aquellos que en la Iglesia de San Martín se acantonan,Los romeros por derecho que conozco de siempre,¡ Las varas y las banderas al viento arrojan !Avanzan las gentes pasito a paso,Con el Simpecado y la Inmaculada,Los palillos están deseosos de ser sonados,¡ También llevan la bandera rojigualda !Se agolpan gustosos los pueblos,Para ver las adornadas carretas,Curiosidad produce en los aburridos colegiales,¡ Qué ganas tiene la noble gente caminera !Empieza la semana del camino del Rocío,Semana que no se vive con fatiga,Pues bien dice el castizo refranero,Que sarna con gusto no pica,Aquí se tiene la gran suerte,De que esta parte del Aljarafe,Va buscando a Doñana,¡ Por eso no es extraño el viaje !Prontas están las hermandades,A suceder las paradas,Lópaz como punto neurálgico,¡ Cómo reinan las sevillanas !Aún recuerdo la belleza de los bueyes,Portando los nobles simpecados,Aún van en primerísimo fila,Los tamborileros, ¡ artistas afamados !Las acarameladas flautas forman el Imperio,Del peregrinaje que avanza orgulloso,El colorado de las tierras,Inspiración del pintor más brioso,Medallas viejas y nuevas caminan juntas,Y para Almonte van, y recordar debieron,Que los almonteños se encomendaron a la Blanca Paloma,¡ Y los bonapartistas nunca aparecieron….!Derroche gastronómico de peculiar vivencia,Alegoría activa del buen romero,Continuidad que evoca momentos antiguos,Imaginación que se aúna por común sendero,Caminos y carreteras que conocemos,Que nos presentan la costa y la marisma,En el antiguo Reino de Sevilla se encuentra toda España,¡ Y parte del extranjero, que también se anima !Las bromas se sumergen en el general jolgorio,Tras pasar por pinares y olivos,Primera toma de contacto en las aguas del Quema,De aquellos noveles e ilusionados peregrinos,Hay que pasar por Villamanrique de la Condesa,Y extenderse por el gran término de Hinojos,Deseos de arribar a la riberita del Ajolí,Para admirar el esplendor de Doñana, abriendo bien los ojos,Parece que a las piernas no la cansan las arenas,Arenas deseadas en un decorado casi silvestre,Siete días como siete soles, y que el clima venga,Que con penitente rudeza se alistan en son campestre,Se oyen los rezos del Ángelus,Misas para las populosas hermandades,La ermita de la Blanca Paloma,Se llena hasta los portales,Saltan la reja los almonteños,Con lágrimas, sudor y fatiga,Y los camineros se postran ante la Madre de Dios,Con alabanzas sinceras y emotivas,La vuelta se envuelve en cierto tono de tristeza,Mas no deja de percibirse la ilusión,Ilusión por terminar esa santa compañía,Ilusión porque el año próximo venga aún mejor,De uno en uno se contarán los días,Y se recordará el calorcito de Mayo,Junto al olor de los carriles….¡ Que cada cual haga de su capa un sayo !Y, como en la bruma, se escuchará un eco,Son las oraciones que la Blanca Paloma ha escuchado,Deseando está su Pureza de recibir su romería,Mientras los rocieros no se muestran cansados,Pasan los años, mas la Fe no muere,Camino del Rocío, ¡ cuánto se desea !Melancolía y nostalgia se cruzan el resto del año,
Ráfagas de pólvora hacen presencia: Sonido y olor,Camino del Rocío, ¡ cuantito se espera !
Los trajes de flamenca relucen a la amanecida,
Sombreros cordobeses y chaquetillas se asoman,
Las medallas se cuelgan con emoción sentida,
Es la hermandad de mi pueblo la que veo,
Aquellos que en la Iglesia de San Martín se acantonan,
Los romeros por derecho que conozco de siempre,
¡ Las varas y las banderas al viento arrojan !
Avanzan las gentes pasito a paso,
Con el Simpecado y la Inmaculada,
Los palillos están deseosos de ser sonados,
¡ También llevan la bandera rojigualda !
Se agolpan gustosos los pueblos,
Para ver las adornadas carretas,
Curiosidad produce en los aburridos colegiales,
¡ Qué ganas tiene la noble gente caminera !
Empieza la semana del camino del Rocío,
Semana que no se vive con fatiga,
Pues bien dice el castizo refranero,
Que sarna con gusto no pica,
Aquí se tiene la gran suerte,
De que esta parte del Aljarafe,
Va buscando a Doñana,
¡ Por eso no es extraño el viaje !
Prontas están las hermandades,
A suceder las paradas,
Lópaz como punto neurálgico,
¡ Cómo reinan las sevillanas !
Aún recuerdo la belleza de los bueyes,
Portando los nobles simpecados,
Aún van en primerísimo fila,
Los tamborileros, ¡ artistas afamados !
Las acarameladas flautas forman el Imperio,
Del peregrinaje que avanza orgulloso,
El colorado de las tierras,
Inspiración del pintor más brioso,
Medallas viejas y nuevas caminan juntas,
Y para Almonte van, y recordar debieron,
Que los almonteños se encomendaron a la Blanca Paloma,
¡ Y los bonapartistas nunca aparecieron….!
Derroche gastronómico de peculiar vivencia,
Alegoría activa del buen romero,
Continuidad que evoca momentos antiguos,
Imaginación que se aúna por común sendero,
Caminos y carreteras que conocemos,
Que nos presentan la costa y la marisma,
En el antiguo Reino de Sevilla se encuentra toda España,
¡ Y parte del extranjero, que también se anima !
Las bromas se sumergen en el general jolgorio,
Tras pasar por pinares y olivos,
Primera toma de contacto en las aguas del Quema,
De aquellos noveles e ilusionados peregrinos,
Hay que pasar por Villamanrique de la Condesa,
Y extenderse por el gran término de Hinojos,
Deseos de arribar a la riberita del Ajolí,
Para admirar el esplendor de Doñana, abriendo bien los ojos,
Parece que a las piernas no la cansan las arenas,
Arenas deseadas en un decorado casi silvestre,
Siete días como siete soles, y que el clima venga,
Que con penitente rudeza se alistan en son campestre,
Se oyen los rezos del Ángelus,
Misas para las populosas hermandades,
La ermita de la Blanca Paloma,
Se llena hasta los portales,
Saltan la reja los almonteños,
Con lágrimas, sudor y fatiga,
Y los camineros se postran ante la Madre de Dios,
Con alabanzas sinceras y emotivas,
La vuelta se envuelve en cierto tono de tristeza,
Mas no deja de percibirse la ilusión,
Ilusión por terminar esa santa compañía,
Ilusión porque el año próximo venga aún mejor,
De uno en uno se contarán los días,
Y se recordará el calorcito de Mayo,
Junto al olor de los carriles….
¡ Que cada cual haga de su capa un sayo !
Y, como en la bruma, se escuchará un eco,
Son las oraciones que la Blanca Paloma ha escuchado,
Deseando está su Pureza de recibir su romería,
Mientras los rocieros no se muestran cansados,
Pasan los años, mas la Fe no muere,
Camino del Rocío, ¡ cuánto se desea !
Melancolía y nostalgia se cruzan el resto del año,
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