La Religiosa Sevillana Dolores Márquez Romero de Onoro, fundadora de las Madres Filipenses Hijas de María Dolorosa, ya es Venerable, paso previo a su Beatificación.





En el día 1 de Agosto del año 2006 de Nuestro Señor aparecía este titular en el periódico “ ABC “; siendo el texto informativo escrito por la periodista ( O supongo que lo es…) Rocío Martínez Trujillo.




Dicen que si algo sobresalía en la Madre Dolores fue su humildad; aspecto que no es muy común en esta sociedad de euros y dólares, y hasta donde las putonas y los maricones que rellenan los eternos programillas de cotilleo se jactan de todo y por todo.




Sin embargo, esta monjita de Dios dedicó sus empeños a acoger a aquéllas pobres mujeres que se arrepentían de la prostitución y que, por lo tanto, querían rehacer su vida. “ Rehacer la vida “ es algo que escuchamos mucho; y por lo visto eso se basa en acostarse con el primero que cruce la esquina, en vivir muy tranquilamente, alejándose de compromisos y vivir la juerga padre, que son 3 días…Una vez me dijo un paisano mío, un buen amigo de mi familia, que aun en los tiempos de decadencia Dios sirve al mundo con buenos emisarios que provoquen el ejemplo en los demás. Aun en nuestros apestosos días hemos tenido el placer ( ¡ Qué hermoso ejemplo ! ) conocer a una Madre Teresa de Calcuta. O, para el caso, a la Madre Dolores Márquez.





El pasado 28 de Abril, como nos informa Rocío Martínez Trujillo, por Decreto del Vaticano, era declarada Venerable la Madre Dolores Márquez, fundadora de la Congregación de las Madres Filipenses Hijas de María Dolorosa. Y ello es un paso previo para su Beatificación, y por ende, para su posterior Santificación. Como es de comprender, a todas las que trabajan por su Misión les llenó de alegre gozo la noticia; son cerca de 70 años luchando porque a esta humilde fémina de la Catolicidad se le reconozcan sus virtudes heroicas, llevadas siempre con el tesón del humilde trabajo; guiado siempre por una Fe incuestionable, depositaria de una caritativa esperanza. Y a una prudencia que puede parecer exotismo en este mundo de decadencia institucionalizada.





La Madre Dolores parece ser que sufrió aislamiento cuando nombróse Superiora a la Madre Salud Rubio en el año de 1886. Ella, sin embargo, no se peleó por “ figurar “, tal y como hicieron público el adulterio la Pantoja y Julián Muñoz en una Romería Católica y para más inri presumiendo de “ devoción “ con medallas de la Santa Virgen. O como otros tantos que presumen de ser indeseables y parecen llevar cruces colgadas del pescuezo como si de un vulgar fetiche se tratare, sin tener empeño alguno por el arrepentimiento ni conocer la obra amorosa de Dios. No es esto un alegato de puritanismo, sino todo lo contrario. Todos somos pecadores, pero lo que es, es. No se puede presumir de las miserias, sino reconocerlas, y se debe respetar y amar al que se esfuerza por la tarea evangelizadora ahora y siempre.





Como nos informa Rocío Martínez Trujillo en “ ABC “, la Vicepostuladora cuenta a modo de anécdota que “ el Obispo Marcelo Spínola tuvo que exigir que le dejaran entrar a verla y reclamó que la tratasen como un ser humano “. Pedía limosna en los Madriles ( Esto me recordó al personaje de la “ Señá Benina “ que el canario Pérez Galdós desarrolló en su “ madrileña “ novela---Que está muy bien escrita pero hay que cogerla con alfileres…---Misericordia ) para atender los gastos de la casa hispalense; comenzando un duro viaje de sufrimientos. Las Religiosas que la acogen no la tratan como cuando era Superiora General; piensan que va allá para escapar y se ve obligada a informar que ha ido enviada. Pese a todo ello, aún le quedan---divinas---fuerzas en sus últimos años de santa vida para expandir su obra, llegando a fundar la Casa de las Arrepentidas de Cádiz con nada más y nada menos que 87 años de edad. “ Ohú, cazi ná, pisha “, que diría un castizo gaditano.





La sinceridad de su alma abanderó el verdadero amor a los desprotegidos que siempre sintió. Siguiendo las enseñanzas del Mesías, ella fue a por los pecadores, anunciándoles con práctica el mensaje de Redención y de Vida Eterna de los Evangelios. Santa Ángela de la Cruz fue su venerable coetánea; con la cual compartió vivencias y experiencias.





La Madre Dolores Márquez dedicó su vida a apartar del oficio más viejo del mundo a muchas jóvenes que deseaban abandonar aquel mundo de perdición y ser parte de la sociedad; de una sociedad hipócrita y liberal que tenía por costumbre ver la paja en el ojo ajena y nunca la viga en el propio; como les gustaba a los mandamases del liberalismo, que influían con su asqueroso modvs vivendi extranjerizante en amplias capas populares.





La Madre Dolores solía decir que “ la idea de la mujer sumida en la abyección y la esperanza de rehabilitarla, daban al corazón un ánimo que lo hacía superior a las condiciones que hasta entonces había conocido en él “.





Decimos que cada cual es hijo de sus obras. De hecho, el Apóstol Santiago dejó dicho: “ ¿ De qué le sirve a uno la Fe si no tiene obras ? “. Para vida y obra la de Nuestra Madre Dolores, en este mundo donde uno gana dinero por el hecho de ser homosexual o da promesas de libertad infinita defendiendo a las barras y a las estrellas. ¡ Qué distinto de la predestinación-determinismo, el culto al dinero, las “ iglesias nacionalistas “ y las farsas pseudofilosóficas que surgieron del luteranismo y del calvinismo !





El tema de la prostitución es, cuanto menos, complicado. Se nos dirá a españoles e italianos que en el Medioevo y en el “ Renacimiento “ rara era la ciudad que no tenía su mancebía. En Sevilla fue el Arenal, el Rabal fue en Barcelona. Lavapiés fue la judería, luego fue mancebía y hoy es un centro de delincuencia globalizada donde por ser español te miran mal ( A mí me pasó esto hace un par de años en Collado-Villalba; y Lavapiés es mucho peor…). Buen currículum. Y sin embargo, de allí ha salido muy buena gente, que aún queda.





Nunca es buena la prostitución. Pero desde luego hay cosas mucho peores. Normalmente las mancebías eran barrios controlados y que la sociedad sabía que estaban ahí. En un país celoso de su independencia ( Como pone de relieve el confundido Ángel Ganivet en su Idearivm Español ) y de su libertad; donde a pesar de no haber apenas policía ( Hasta que llega Napoleón casi…) se gozaba de una seguridad envidiable. Y había mancebías. Parece increíble, ¿ verdad ?. Putas había también en otros muchos países de la Europa. Cuando surgen y se desarrollan los protestantismos, se mirará este asunto con una hipocresía nauseabunda.





En según qué zonas, como me decía un buen amigo oriundo del Reino de Galicia, es como muy típico “ irse de señoritas “. No es nada raro que ello lo haga un chaval inducido por su hermano mayor o su primo. Y es algo que llego casi a comprender, aunque no a compartir del todo. Se me acusará de machista, y lo acepto. Pero por otra parte comprendo que las hormonas locas de un jovenzuelo pueden apaciguarse en cierto modo así antes de hacerse daño a sí mismo y a otra jovenzuela; y con ello, con esa experiencia, que ni mucho menos resulta ser 100% positiva; un jovencillo cuya sensibilidad puede verse anulada por la locura y el ansia, puede aprender a valorar mucho más la autenticidad de la mujer. Y a saber de verdad elegir y apreciar la que en un futuro habrá de ser madre de sus hijos. Para entender esto, no todos los chavales tienen que pasar por una “ mujer de la vida “ ( Como dicen los viejos de mi pueblo ). Pero otros muchos sí. Yo al menos lo veo así y así lo expreso.





Con lo que a las putas se refiere, no hablo de oídas. La primera vez que entré en un burdel apenas contaba con 16 añitos de vida. Con esa edad, tenía prácticamente el cuerpo que tengo a día de hoy, más fuerte eso sí, menos barrigón; y menos barba aún. El caso es que yo, por lo único que provocaba envidia entre los amigotes, era porque nunca tenía problemas para entrar en discotecas y cosas así. Y con todo y con eso, nunca me gustaron especialmente las discotecas. Como tenía poco éxito en el ligue, fui curioseando esos sitios. No es que fuera a diario, y las más de las veces iba para tomarme una copa, pues la paguilla no daba para mucho más. Tampoco justifico mi poco éxito con las mujeres ni presumo de haber sido de los que esperaban en las “ barras americanas “. Lo que me vengo a referir es que reconozco que no hablo de oídas precisamente. Por eso mismo, no me trago las leyendas rosas mediáticas de las fulanas. Ni las leyendas negras. Mi amigo Esteban Trento me recuerda que todo en la vida no es radicalmente blanco o negro, si no que siempre están los grises. (¡ Uy, si lee esto algún rojo de mierda igual empieza a temblar…! ) He conocido a putas procedentes de muy diversos lugares del mundo. Y, como todo en la vida, las hay más buenas y más malas. Como personas, digo. Te das cuenta de lo desgraciadas que son y que no son simplemente “ golfas porque les da la gana “ y cosas así; aunque también hay ejemplares así en ese submundo, para qué nos vamos a engañar. Y es curioso cómo se suelen asombrar si las tratas con buenos modales. Muchos, por dejarse allí las monedas, se creen con el derecho de humillar a la persona que tiene que pasar el trago. Cuando ven a un chavalillo medio educado muchas se sinceran. Y uno aprende a compadecerse de las miserias. Y uno, por ello, reivindica la memoria de personas como la Madre Dolores Márquez, que tanto veló por ellas.






Suelo dejar dicho que la mujer hispanoamericana me parece superior en muchos aspectos a la mujer española; de estos días digo. No sólo en lo que al catre se refiere, sino en modales, en feminidad, en cariño, en detalles…Se me dirá que es que sólo he tratado con zorras que se comportaron artificialmente para que yo soltara los dineros…Pues no, también he conocido a muchas que no ejercen el oficio más viejo del mundo, y mi experiencia así ha sido corroborada.




Desde luego, no entiendo cómo se critica tanto a las putas y luego son capaces de arrodillarse para besar la mano de Sofía, la esposa cornúpeta de Juanca de Vaquería-Beret. O ver de cerca la dentadura de la windsoriana Isabel, cuyo vástago tiene más orejas que una revista de conejos y que se dice proporciona más sombra y fresco con ello que el Peñón de Gibraltar. Y, desde luego, en esta sociedad del “ amor libre “, donde las lesbianas dan charlas a los escolares por ley ( Formación ciudadana, toma dos tazas ); me merecen más respeto muchas prostitutas que muchas mujeres que se supone que son normales. Las mujeres de verdad podrán decir lo mismo de los “ prostitutos “ con respecto al hombre afeminado y grotesco creado a imagen y semejanza de la Revolución Francesa. Pero comprendan ellas que uno habla de la parte que le toca. Y que gracias a Dios existen muchas mujeres buenas de verdad; las que crían a grandes hijos, las que trabajan, las que están detrás de tantos grandes hombres, las que saben de verdad educar y administrar, las que infunden la religiosidad y mantienen los valores; las que capean con los temporales más agrios y sacan fuerzas cuando muchos hombres nos ahogamos en vasitos de agua templada.





La extrema derecha del sistema no entiende esto, y se empeña en legalizar la mafia. La prostitución, tal y como está establecida en nuestros días, es precisamente eso, un conglomerado de mafias internacionales sin control, una ramificación más de hondos círculos de variada delincuencia, donde está muy relacionado el tráfico de drogas y de personas; pilares fundamentales de la “ inmigración “; que, sin embargo, ellos dicen estar en contra de lo último; pero legalizan justamente lo que la sostiene con la corrupción de los gobiernos democapitalistas y sus compadres dictatoriales...Pero España2000 y demás torrentes de la vida dicen que la solución está en poner eso bajo la ley, sin cuestionarse la moral…¡ Y viva la Constitución, que todos vivimos en libertad y progreso ! Del ingenio de William Shakespeare salió aquello de: “ Ser o no ser, esa es la cuestión….”. Pues eso mismo, que hay que analizar y explicar las cosas como son, y buscar soluciones de verdad; y no adaptar inhumanas mafias al gusto del consumidor que va relacionado a la “ ley y orden “ del burgués imperante.





Rocío Martínez Trujillo nos resume en su artículo los hechos de la vida religiosa de esta venerable monja: Desde que colabora con el Padre Tejero en la casa de acogida a la mujer prostituta. Llegó a ser confundida con una arrepentida…Fundó la Congregación, como ya hemos dicho. Acogida en el Convento de Santa Isabel, fundó una escuela para niñas y una casa de ejercicios espirituales para mujeres ( ¡ Qué importante resultan los ejercicios espirituales en esta hecatombe que llaman globalización ! ). Sufrió la incomprensión y el aislamiento. En los últimos años de su vida, expandió su filipense congregación por lo largo y ancho de los Reinos del Andalucía.







La humildad en el español ha sido siempre resaltada. El mismo Antonio Machado, grandísimo poeta del Reino Andaluz de Sevilla, le decía en su carta al vascongado Ramiro de Maeztu ( Tras haber recibido un ejemplar del Defensa de la Hispanidad ), que el Cid, al abrazarse a sus hijas cuando tomó Valencia, les dijo que tan sólo cumplía con su deber. Esta humildad constante, bien llevada, nos ha hecho llevar desde las entrañas más profundas del terruño la construcción de un Imperio de Ideal Universal; sinónimo de Católico, vaya. Es esta humildad la que recogió la Madre Dolores Márquez Romero de Onoro. Un gran ejemplo para la vida cristiana. Continuando la Tradición de San Juan de la Cruz, Santa Teresa de Jesús, Santa Ángela de la Cruz, San Francisco de Asís, Santa Gema Galgani, Santa Rosa de Lima, San Martín de Porres, San Luis de los Franceses, San Marón, San Bonifacio, San Fernando III, San Antonio de Padua, San Francisco Javier, Santa Ana; y de todos aquellos que con su Santidad posibilitan el que siga brillando, como Camino, Verdad y Vida, la luz de la Iglesia Católica, Apostólica y Romana. Que así sea. ¡ Por el Reinado de Cristo y el Corazón Inmaculado de la Virgen María !