EL CANTOR ALDEANO

Los trinos süaves
de los ruiseñores
que amantes requiebran
a la fiel consorte;
el blando susurro
que forma en el bosque
el aire meciendo
los pobos y robles;
el grato murmurio
que al lejos se oye
del terso arroyuelo
que entre juncos corre,
y el dulce abandono
que infunde en el orbe
la argentada luna
en la media noche.
Faustos me inspiraron
las tiernas canciones
que agora repito
al son del albogue.

Serafín Estébanez Calderón.