GASPAR ZARRÍAS, EL BRAZO LARGO DE CHAVES
No es nuestro estilo, tampoco nuestro gusto, hablar de política -y menos de política autonómica que apesta a sobaco sudado y trasero encallado de sedentes poltroneros. Pero es que nos ponen las perdices mejor que al señorito de "Los Santos Inocentes" de Delibes; por cierto, señorito interpretado magistralmente por un pro-hombre de la izquierda farandulera -el señorito, claro (es que hay cosas que se les da muy bien a la gente guapa de la izquierda: imitar tiranuelos.) En aquella película, recordemos, el guardés era encarnado por ese gran actor que es Alfredo Landa.
Pero, aunque nos guste otra temática en este blog, a veces hay que hablar, pues ya decimos: nos lo han puesto tan en bandeja que no podemos resistirnos, así que hablemos de política...
Gaspar Zarrías, visir del sultán Chaves, abandona la Taifa andalusí y se nos va a los Madriles zapateriles. ¡Ufff...! -resopla más de un cacique o cuñero de medio pelo, de esos que pueblan las barras tabernarias de las Casas del Pueblo. Pues, digámoslo: Zarrías es un hombre trabajador, sí (y no es broma ni ironía.) Su trabajo ha consistido, aquí en Andalucía, en hacer la ronda por todas las agrupaciones socialistas de Vandalia, cuidándose de que todos sus subordinados (desde el secretario hasta el gacetillero provinciano) marcaran el paso al son de las chirimías de Manolo Chaves.
¡Pues anda que no conocemos los de este blog a cargos socialistas! No es uno, ni son dos los que se han franqueado con nosotros, en horas de sinceridad, declarando con la boca chiquita el auténtico pánico que le tenían, en las agrupaciones locales del PSOE, a Su Señoría el Visitador General del Muy Magnífico y Poderoso Señor Chaves. La especialidad de Zarrías: poner primeras piedras en obras públicas, y largarse de allí tan campante. Ya habrá tiempo de construir... Lo importante -como pensaba Hitler- era la foto para la propaganda.
En declaraciones del mismo Gaspar Zarrías a una TV: "Entré de izquierdas y salí de izquierdas". Es cierto. Gaspar tiene nombre de Rey Mago, pero me temo que es un Rey Midas. Ya que se va, no estaría nada mal que presentara cuentas, para ver si -aunque se haya ido siendo de "izquierdas"-, se ha ido "ligero de equipaje" como Antonio Machado o, más bien, se marcha cargadito de regalos.
De él no lo sabemos, pero su familia parece que sí encontró el Árbol de Navidad repleto de aguinaldos. Columbremos el pico del iceberg Zarrías:
La esposa de Gaspar, Germana Caballero López, ha estado colocada en la Junta de Andalucía. Su sobrino Rafael Valdivieso Sánchez, no sabemos si tuvo padrino (tampoco si se bautizó), inició su carrera en Caja Jaén. Rafael Valdivieso actuó al frente de EGMASA, empresa de la Junta de Andalucía que se encarga de la gestión medioambiental, y también ha sido -ignoro si lo es- Delegado de la Consejería de Obras Públicas en Jaén. Otra pariente, María Eugenia Valdivielso Zarrías, es teniente de alcalde y concejal de Cultura en el Ayuntamiento de Martos... Como vemos, la familia presenta capacidades asombrosas para la gestión de lo público, no sabemos si alguno murió electrocutado, pero enchufes no faltaron.
Gaspar Zarrías machó de Andalucía, como Mambrú se fue a la guerra. Gaspar Zarrías deja Andalucía harta de agua y de primeras piedras (más que pantanos inauguró el Caudillo.) Gaspar Zarrías, egregio lobezno de la logia masónica de su abuelo, deja Andalucía. Su clientela política, agradecida y atiborrada de favores, ruega una oración al Gran Arquitecto del Universo para que, desde Madrid, el hermano Zarrías (.'.), continúe laborando por el progreso de las cuentas corrientes de todos sus fidelísimos e ineptos funcionarios a cambio del leal voto. Sus otros paniaguados ruegan que tengamos en nuestro minuto de silencio un emocionado recuerdo por su gestión y beneficencia.
Gaspar Zarrías se marcha... -¡Loado sea el Señor! Pero, pienso en los versos de un poeta andaluz que decía:
"Los días van hundiendo su escarpelo
en la corteza enorme del hastío,
porque "Pueblo" es sudar, parar, partir
el alma sobre el yunque o el arado,
sopas de ajo al despuntar el día,
sopas a media tarde y a la noche,
mullirse bien la carne
para la bota enorme del cacique."
La bota enorme del cacique... ¡Qué nervio tiene ese verso! Gaspar Zarrías nos deja, y con su inseparable Manolo Chaves, parte a los Madriles. Gaspar Zarrías parte a luengas tierras: las piedras podrán descansar y los pantanos seguirán siendo los que hiciera Franco, que no sabía hacer otra cosa que pantanos. Gaspar Zarrías se va de Andalucía y tal partida nos sigue recordando aquel poema de Julio Mariscal Montes, "El Pueblo", que dice:
"Alguna vez también se muere alguien,
viene el Señor Obispo, cambia el Cabo
de la Guardia Civil... En fin, las cosas"
Gaspar Zarrías se va de Andalucía. No se va como emigrante, se va como brazo derecho, largo brazo izquierdo y larga mano derecha, de Manolo Chaves -nadie dirá que no se conoce el oficio. Gaspar Zarrías y Manolo Chaves dejan una Andalucía llena de parados, potenciales emigrantes, pero ellos se van -que las arcas de Andalucía tal vez no den para más.
Gaspar Zarrías se va de Andalucía, pero ¿es que no hay Juicios de Residencia?
¡ Qué lástima !
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