Varias observaciones. Sin ser testigo presencial de los hechos a la hora de hacer una investigación cuando no se coge al autor de una acción en el momento de los hechos como poco es porque el funcionario que atiende las cámaras está leyendo el periódico. La inmediatez de la acción a confesión de parte se basa en el hecho, éste aparentemente contrastado, de haber solicitado la documentación a una pareja que "merodeaba" por la playa y haber confesado ésta su adscripción a una formación carlista. Varias cuestiones el derecho a circular libremente está garantizado como derecho fundamental sin que nadie, y menos una autoridad pueda calificar este hecho de merodeo a menos que se presuma un delito conectado con la acción. De haber habido un merodeo éste tendría que haber sido anterior al acto imputado. El deficiente empleo del vocabulario jurídico nos avisa de que tratamos con imbéciles funcionales. Pero además el escrito no explica la relación de la pregunta de la Ertzaintza o de la policía local, me importa un carajo, a la citada pareja sobre sus opiniones políticas porque un interrogatorio, porque ese es el termino empleado que se refiere a las opiniones políticas viola la Constitución en lo referente a que ¡nadie puede ser obligado a declarar sobre sus ideas políticas! Luego si las autoridades autonómicas o locales han hecho eso han cometido un acto de violación de uno de los derechos fundamentales de la Constitución que garantiza la libertad ideológica con abuso de autoridad, lo cual es una falta muy grave por parte de un servidor del orden público acreedora de la correspondiente sanción penal sin perjuicio de las sanciones administrativas que pueda llevar aparejadas. Por parte de las autoridades políticas que amparan a dichas autoridades policiales se trata de un acto de prevaricación puesto que quien tiene como cometido aplicar las leyes no puede invocar desconocimiento. Desde un punto de vista político la reacción de los perros separatistas se justifica por la necesidad común a las sociedades primitivas por no dejar impune la agresión. En la edad media eso se llamaba ordalía, la idea es alguien tiene que pagar por esto, lo de menos es si es culpable o no. El criterio de la policía local o la Ertzaintza ha sido empezar por plantear ¿quien puede haber hecho esto? y la respuesta ha sido un escarmiento contra los españolistas. Ha sido esta pareja pero podría haber sido cualquiera y que medios supuestamente derechistas como Libertad Digital intenten jugar a la equidistancia pone de relieve en manos de quienes estamos. En vez de esto algunos informadores harían bien en preguntarse ¿emplea la policía vasca un perfil político para llevar a cabo sus investigaciones? Porque si así fuera tendríamos que plantarnos si el Estado a través de sus instituciones autónomas ha reintroducido de forma subrepticia el delito político dentro de nuestra legislación y el propio Estado que carece de valor para defender y hacer respetar los símbolos nacionales estaría amparando con su pasividad ultrajes a los símbolos nacionales. Y es que entre la verdad y la mentira no hay término medio, el día en que la UCD capituló ante el pendón de Sabino Arana legitimó a los asesinos que mataban por ese pendón. Hoy no contentos con ver su pendón como emblema de la sociedad vasca se intenta además humillar a aquellos que no renunciamos a seguir siendo españoles y digo españoles no esa estupidez de "no nacionalistas." La sociedad vasca ha pecado al entregar su voluntad al enemigo y sólo recuperará la libertad con un acto de libertad semejante a aquel que legitimó y dio carta de naturaleza al separatismo en la sociedad vasca. Y para eso es necesario dejar de usar la terminología separatista. No hay nacionalistas en el País Vasco hay renegados traidores que es lo que son.