San Sebastián, 21 enero 2013, Sta. Inés, virgen y mártir; Stos. Fructuoso de Tarragona, obispo, Eulogio y augurio, diáconos, mártires. (Corresponsal). Prosigue la política proetarra del "acercamiento de presos" por parte del Gobierno de Madrid, que también indulta a proetarras condenados por agresión, entre otras medidas favorables al separatismo terrorista. Pacta el PP con Bildu y con Eusko Alkartasuna para controlar ayuntamientos y concejalías. En una vuelta de tuerca más, el gobierno etarra de la ciudad de San Sebastián (cuyo ayuntamiento ya era proetarra con el anterior y duradero alcalde socialista Odón Elorza, apoyado por el Partido Popular) acaba de conceder--a título póstumo-- la medalla al mérito ciudadano del Ayuntamiento al escritor José Luis Álvarez Enparanza, alias Txillardegi, uno de los fundadores de ETA y uno de los cabecillas más importantes de todas las operaciones terroristas. Aunque desmarcado en los últimos años de su vida de la banda asesina, jamás se mostró arrepentido de su pasado terrorista. El premio fue recogido por su hijo, el dirigente proetarra Joseba Álvarez Forcada con un discurso muy provocador y con muchas indirectas a favor del grupo terrorista.

Carlos Ibáñez Quintana en su libro Amor a Euskalerría. Reflexiones de un carlista vasco en torno al nacionalismo (Scire/Balmes. Barcelona, 2000), escrito en forma de carta al propio José Luis Álvarez con quien cursó estudios universitarios, da cuenta de cómo este fundador de ETA descendía de un oficial del Ejército liberal que se quedó en Guipúzcoa después de la Tercera Guerra Carlista, constituyendo una de las pocas familias liberales de Oñate. Cuenta además cómo durante su juventud José Luis Álvarez era ávido seguidor de los ideólogos liberales de allende los Pirineos y entusiasta lector del liberal y anticarlista guipuzcoano Pío Baroja. El nacionalismo es una ideología de la modernidad, por tanto sólo podía nutrirse de fuentes liberales. El mismo liberalismo en que se inspira el corrupto sistema vigente que es el que permite la ignominia de que unos terroristas separatistas controlen ayuntamientos e instituciones.

El libro aludido se debe leer con espíritu crítico, teniendo en cuenta que el autor se arroga una representación dentro del Carlismo que no le corresponde por haber militado dentro de una minúscula escisión propiciada por el franquismo, el llamado octavismo. Se puede discrepar también de algunos juicios de valor sobre el nacionalismo, demasiado benévolos, después matizados por el propio autor en diversos artículos. Es totalmente rechazable el contenido del capítulo 6: éste trata sobre religión y política con un enfoque completamente demócratacristiano, además de permitirse una injustificable falta de respeto al Rey Javier I (q.s.g.h.). Por lo demás es una buena defensa de la tradición del Señorío de Vizcaya contado con la amenidad de multitud de historias cotidianas.


Libro relacionado: Vasconia españolísima, por Zacarías de Vizcarra Arana. Durandarte, 2012. En La Librería Católica

Agencia FARO