Re: Apellidos vascos en España

Iniciado por
Reke_Ride
Pero de lo que se puede leer en el Fuero no niega que un cristiano viejo de Ejea de los Caballeros o de Ponferrada (por poner un ejemplo) no pueda afincarse en cualquiera de las tres provincias. Corrígeme si me equivoco, pero yo solo veo que la exclusión es para mahometanos, judíos y conversos, y sus descendientes.
En efecto, nada se dice al respecto, pero una mala interpretación pudo haber dado lugar a esa manía de exigir un mínimo de "pedigrí" para, por ejemplo, afiliarse al PNV, el cual inicialmente siguiendo las consignas del "Maestro" exigía tener al menos 4 apellidos "euskericos" y que hoy en día tengo entendido que se reducen a dos. Pero que no duda en pedir el voto a cuanto "maketo" con registro en el censo se le cruce por medio.
Es una de tantas paradojas que se dan allí y entre "todo vasco viviente". Por ejemplo, para el tema del "apellidismo" y sobre muchos tópicos propios de "vizcaínos", -los guipuzcoanos o giputxis- son de otra pasta-, mitificaciones, etc., es casi obligado leer a Juan ARANZADI. Un tipo casi de ultraizquierda que peculiar y extrañamente a mi me cae bien, no sé por qué, pero le perdono todos sus pecados políticos. Y es que leyéndolo con una completa imparcialidad, sus análisis son un gusto. Se mete con todo bicho viviente, o sea, no es crítico, es criticón, además de sociólogo y profesor universitario. Con su aspecto no puede decir en ninguna parte que no sea vasco, eso es imposible, y tiene tratados temas interesantísimos. Así que te recomiendo la lectura pausada de Milenarismo Vasco: Edad de Oro, Etnia y Nativismo. Edit. TAURUS, Madrid 1982.
Por supuesto si su lectura la haces con mirada que no sea independentista, vasco con las piernas hundidas en la tierruca hasta las rodillas, carlistón, peneuvista... o sea de txapela, sagardua, txakoli, txikito, pintxo, cuadrilla, sociedad gastronómica, patriarcado en la calle vs. matriarcado en la casa, etc., es posible que no lo aguantes, al menos no todas las páginas del tochazo que es. Hay un aspecto a considerar y del cual no sé si alguien lo ha tratado alguna vez. Entre los vascos "apellidistas" se da un fenómeno peculiar -que conste que es una apreciación mía-, se pueden hacer todas las faenas que quieras, se pueden insultar y hasta odiar, pueden estar enfrentados desde posiciones extremas y alejadas, pero ante ciertos ataques del tipo que sean, si provienen de gente que no es vasca, harán causa común, serán una piña. Repito, es una apreciación personal que me ha parecido detectar allí directamente o en lecturas, es igual: o eres vasco o eres maketo.
Como yo no resido allí, aunque tengo mucha familia, y tengo mi cuadrilla de siempre, y voy todo lo que mis circunstancias me lo permiten, y tengo casa, y panteón en el cementerio, pues pudiera ser que esta apreciación esté sesgada por la distancia y por el hecho de habitar en "los madriles", que es un barrio muy alejado del centro de Bilbao, (seguro que eso no lo sabías) y por ello posiblemente Xaxi pueda contarnos algunas cosas.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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