Lo que no sé es cómo todavía no la ha prohibido algún predicador del multiculturalismo y la alianza de civilizaciones.
Pensadlo bien:¿Alarde del Moro?¡Qué vergüenza!Habría de llamarse, por lo menos, Alarde del Norteafricano o Alarde del Mogrebí, para así no ofender.E incluso eso de 'Alarde' puede resultar ofensivo a los delicados oídos de la tolerante comunidad islámica internacional, por lo que pueda tener de 'demostración de fuerza'.Deberíamos, por ello, proponer su sustitución inmediata por unas 'jornadas del entendimiento y la armonía intercultural', con rezos de almoecín incluidos y festival de música morisco-bereber.Todo muy vasco -gracias a la ikurriña que presidiría los actos-.
¿Y que es eso de emplear a un ciudadano de raza negra para simular a Abderramán III? (Cuyo nombre, tras siglos de grafía castellana ahora debe escribirse en árabe aunque no lo sepamos pronunciar, para así ser más guais que nadie) ¿No se dice que era blanco pues descendía de cristianas?¡Abajo con la discriminación racial! El ciudadano subsahariano -tú y yo somos 'blancos', pero él no es 'negro', no.Eso es ofensivo (?!)- no parece muy molesto, sino todo lo contrario, pero qué sabrá él.Lo vamos a integrar a golpes de chorricorrección política.
Y que nadie piense que exagero.Si no se han oído las anteriores idioteces todavía es porque no es una celebración conocida.Cuando se enteren los progres, quintacolumnistas y acomplejados varios de aquí y allá, ya veréis lo que dicen.Y si no me creéis, recordad lo que ha pasado con el escudo de Aragón.
(Y se me olvida, ojo, glosar la vergonzosa propaganda militarista que supone el acto así como la flagrante discriminación de la mujer de las filas de los soldados).
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