Respuesta: El pnv es dios y sabino su profeta
"Es Sabino Arana el Maestro no sólo porque en su palabra se contiene la doctrina verdadera, sino también porque la verdad que hay en su enseñanza tiene poder redentor. Convertida en mensaje salvífico, la doctrina sabiniana exigirá del buen vasco su asentimiento intelectual y su apego, pero asimismo la sumisión de su voluntad a sus exigencias. Sólo por este medio se podrá seguir el camino recto, que en su día trazara el Maestro, la única vía que lleva a la restauración de la patria vasca, a la aurora de la resurección de la nacionalidad. La Pasión y Resurección de Jesucristo sirven de alegoría inmutable de la peregrinación del pueblo vasco, cuyo Aberri-Eguna (día de la patria) se festejará deliberadamente el Domingo de Pascua[/B]
(El nacionalismo vasco Fernando GARCÍA de CORTÁZAR y José Manuel AZCONA. Historia "16", nº 32 Madrid 1991, página 67)
Delirante, aberrante, blasfemo, hereje..., todo ello está contenido en lo que debería ser una definición del nacionalismo vasco. Cualquiera que haya leído algo sobre lo que son las sectas y sus características definitorias, se dará cuenta de que el PNV es una secta política, que ha engendrado, como la Hidra, otras sectas igual de delirantes.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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