Una curiosa propuesta para las banderas de proa de las naves españolas

**Paco** · 28/08/2006

Una Comisión Interministerial de Heráldica en 1927 había propuesto que la bandera de las coronas unidas de León y de Castilla (dos leones y dos castillos) ondeara como torrotito en los barcos españoles que navegaran por el Atlántico, mientras que las barras de Aragón harían lo propio en las naves que navegaran por el Mediterráneo.

Torrotito:Palo que en el siglo XVII aparece en los navios al final del baupres

**Juan del Águila** · 28/08/2006

El torrotito actual de las naves de la Armada Española esta formado por un cuadrado subdividido a su vez en cuatro cuadros y en cada uno de esos cuadros se representan el león, el castillo, las barras y las cadenas.Se ha eliminado la granada por simplificación del diseño, ya bastante complejo comparado con el de otras naciones.Es un torrotito perfectamente adecuado.Recuérdese que un torrotito no es un escudo ni pretende serlo.

Por otro lado, en la actualidad cualquier buque de la armada se ve de continuo destinado a misiones en cualquier mar u océano.Ponernos a dividir los símbolos dependiendo del lugar por donde zarpe el buque y andar cambiando torrotitos para cada misión es bastante poco práctico.Eso siendo indulgentes.

**Ordóñez** · 29/08/2006

¿ Y no sería mejor, pensando que en el Atlántico también tendría que estar la portuguesa, la Cruz de Borgoña para todos los hispanos ?

**GonZoneStudio** · 10/04/2009

Iniciado por Ordóñez

¿ Y no sería mejor, pensando que en el Atlántico también tendría que estar la portuguesa, la Cruz de Borgoña para todos los hispanos ?

De hecho si hoy en dia tenemos una bandera rojigualda es precisamente porque la bandera blanca con la cruz de borgoña en medio era medio invisible en el mar. Desde lejos solo se veía lo blanco y el cielo en altamar con el blanco de la bandera la hacían muy dificil de diferenciar. Fue la necesidad de una enseña más visible la que motivó el concurso para el diseño de la bandera rojigualda.

Tropecientos años más tarde volvemos a encontrarnos con el mismo dilema de entonces...