Es una buena iniciativa, sobretodo porque se repobla con la especie autoctona, el roble, y no con las habituales, economicas y de rapido crecimiento, como sería el pino, o con especies, como el eucalipto mencionado por rey Brigo, de las que se quiere sacar rendimiento pecunario, aun a costa de sus consecuencias de abrasamiento del terreno, lo que lleva a una segura desertificación que es la antitesis de toda idea de repoblación vegetal.