HOMENAJE A JUAN IGNACIO GONZÁLEZEN EL 25 ANIVERSARIODE SU VIL Y COBARDE ASESINATO17 DE DICIEMBRE DE 2005 - MADRIDACTOS PROGRAMADOS :13 h. CEMENTERIO SACRAMENTAL DE SAN JUSTO.Se depositará una corona de laurel y cinco rosas sobre la tumba de Juan Ignacio.19 h. MISA ANIVERSARIOIglesia Ntra. Sra. de los Dolores (C/ San Bernardo, 103 esq. C/ Rodríguez San Pedro)20 h. PRESENTACIÓN DEL LIBRO "EL FRENTE DE LA JUVENTUD"A cargo de JOSÉ LUIS JEREZ RIESCOSALA ISIS C/ Arapiles, 1620,30 h. ACTO PÚBLICO.SALA ISIS C/ Arapiles, 16INTERVENDRÁN:PEDRO ALONSOJUAN ANTONIO AGUILARJOSÉ FERNANDO CANTALAPIEDRAFRANCISCO PÉREZ CORRALES22,30 h. CENA DE HERMANDAD
COMISION HOMENAJE A JUAN IGNACIO GONZÁLEZ
http://www.juanignacio-justicia.tk
Alguien de hispanismo.org, de las diferentes batzegadas o del MPC tendría que estar es alguna de las actividades que se realicen por Juan Ignacio.
Salvo causa de fuerza mayor, iré a ese homenaje. Creo que es importante recuperar la memoria (ahora que está tan de moda) de esos camaradas caídos. Copio un artículo del homenajeado que me ha parecido interesante, y poesía dedicada a él:
Carta a las Juventudes Nacionales
Escrito por Juan Ignacio González
A todos los que militáis en movimientos de índole nacional, a los que queréis una España unida, grande y libre, a los que lucháis por un ideal de justicia social en lo profundo… a todos vosotros, camaradas, va dirigida nuestra llamada.
Nuestra llamada no es una llamada de partido ni de clase, sino que, por el contrario, es una llamada de unidad nacional.
Todos nosotros tenemos una misión asignada desde hace tiempo, una misión por la que día a día trabajamos y que debemos cumplir, para bien de nuestra Patria y para no convertir en estéril la sangre de tantos caídos por España: la tarea de devolver a España un ímpetu nacional auténtico y asentarla sobre un orden social distinto, la apremiante tarea de recobrar nuestra España tradicional, exacta, difícil y eterna.
Para ello, nosotros tenemos marcado un único camino, el camino de la revolución nacional-sindicalista, revolución ésta que -ya lo sabréis- tiene como característica formal el orden. Una revolución que tiene una ética y un estilo, el nacional-sindicalista, y que debe empezar a germinar en nosotros mismos.
Porque ¿cómo vamos a implantar un Orden Nuevo, cómo vamos a recobrar nuestra España exacta, difícil y eterna, si nosotros mismos somos incapaces de asumir la conducta que nos debe convertir en los mejores?.
El militante nacional-sindicalista, aquella persona que lucha por la grandeza de España, ha de destacar sobre el resto de la masa.
Un ambiente de chabacanería y apatía por todo lo referido a la ética y al estilo, ha invadido nuestros grupos.
Camaradas, aun estamos a tiempo de evitar que nuestra doctrina pierda uno de sus más valiosos aspectos: el sentido ascético y militar de la vida, aquello que de veras nos ha movido siempre y que hoy hemos perdido. Es hora de que llevemos nuestra camisa azul sabiendo, de una vez por todas, lo que esto supone.
Camaradas, si hoy hay algo que nos mantiene desunidos, que una característica clara nos diferencie de los demás: el ser verdaderos militantes nacional-sindicalistas, que allí donde estemos se note nuestra presencia, como españoles que no quieren para su Patria lo zafio, vulgar y tosco.
¡ ARRIBA ESPAÑA !
La verdad q no tengo el gusto de conocer la historia de Juan Ignacio Gonzalez, pero una vez mas siento el bochorno, y la vergüenza... unos se dejaron la vida, otros fueron (o van a ser encarcelados), y muchos otros son incapaces de levantarse a las 12 un domingo pq les dura la melopea del dia anterior... la verdad q aveces pienso ¡Q se joda España!, nos ha tocado vivir la peor generación de patriotas de nuestra historia... Ojala cambien las cosas...
¿Te apuntas Donoso?
Yo aplaudo esta iniciativa y aunque no creo que pueda ir me siento emocionado ante los camaradas que no dejan caer en el olvido a los que cayeron por la Patria.
De todo esto hay un punto negativo que nada tiene que ver con la persona de Juan Ignacio González : La adhesión del MSR....No entiendo que tiene que ver la causa españolista con el MSR; desde luego, la peste oportunista es despreciable con tal de arañar no sé qué....Gente que se pasa el día peloteando a Chávez y al islam y a todo aquel que presuma su hispanidad tachándolo de " facha reaccionario " y ahora esto....Mi más profunda repulsa hacia esta falacia.
Digo lo del MSR porque radica en la primera plana de su web. Lo siento pero me hierve la sangre y con la memoria de unos muertos que ellos tanto han vituperado no se juega.
Está el MSR adherido de manera oficiosa?. De todas formas enrique moreno, llopart o aguilar que son del MSR creo que militaron en frente de la juventud.
David de manera oficiosa no sé, sólo sé que está en primera plana de su web, por eso aclaré.
Según tenía entendido Aguilar pasó por Bases Autónomas y el falangismo, y Llopart por CEDADE ( No sé si antes o después de vender pornografía )
El tema está en eso, que en el MSR todo son críticas para el patriotismo español. Estuve allí y conozco bien el caso. Aun sin estar allí ni conocerlos, podéis juzgarlo por los artículos de sus miembros ( Donde se muestra cercanía por los nacionalismos antiespañoles o se felicita a Bono por el desfile bolivariano el día de la Hispanidad ) o por su historial : Homenaje a Castelar, carta pelotera a Chávez, réquiem por Arafat ( Que no me parece malo, pero parece que les importa más el islamismo palestino que España y no mencionan a los cristianos del lugar ), europeísmo de Thiriart.....Para que ahora vengan con éstas; homenajeando a un patriota que a ellos ni les va ni les viene pues sería un " facha reaccionario " como mínimo para el 99,99 % de su militancia. Es más, en el MSR, hasta que tocó Skoll, no se sacaban rojigualdas.
En fin....
Creo que no hay que hacer sangre con esto. Evidentemente hay cierta contradicción entre lo que postulaba el Frente de la Juventud y lo que postula el MSR. Pero se trata de un homenaje totalmente apartidista, en el que intervendrán oradores de diverso partidos. Otra cosa es que ciertos partidos lo publiciten en su página, cosa que me parece bien. El único del MSR que ha pasado por FJ es Llopart.
La verdad es que no conozco nada bien la historia de Juan Ignacio y del FJ, sin embargo esta iniciativa me parece estuenda. Teno pensado comprarme el libro que Ediciones Nueva República ha sacado sobre el FJ.
Por otra parte y en referencia al objetivo de este foro, tengo entendido que FJ prentendia se una vanguardia de acción revolucionaria al marjen de los partidos nacionales, tomando como referencia las actuaciones de NO en Italia que era el complemento callegero del MSI. En este sentido la Baztegada no podría tener esa "función", es decir de grupo de acción insurgente (me gusta más este termino que el de revolucionario) y callegera.
Kontra no se trata de hacer sangre, se trata de expresar mi indignación ante el oportunismo.
Dime, ¿ qué pintaríamos tú y yo en un homenaje apartidista hacia la figura de Ernesto Guevara Lynch.....?
Pos eso.....
BARCELONA (ESPAÑA) [07/12/05] CHARLA-CONFERENCIA DEL SECRETARIO GENERAL DEL MSR EN LA SEDE DE BARCELONA
El pasado sábado 3 de diciembre, en el local del MSR de Catalunya, nuestro Secretario General, Juan Antonio Llopart, pronunció una charla-conferencia sobre los movimientos culturales del Área Social-Patriótica desde la transición hasta nuestros días. Además, aprovechó la ocasión para rendir un pequeño homenaje al Frente de la Juventud y a su Secretario Nacional, Juan Ignacio González, asesinado hace ahora 25 años sin que éste crimen de Estado se haya resuelto y detenido a los culpables.
Fue una charla cargada de historia activista y de militancia comprometida por parte de aquellos que negándose a aceptar la involución de valores que estaba sufriendo Europa y España, decidieron enfrentarse a ello formando parte de uno de los primeros referentes nacionalreovolucionarios en España, el Frente de la Juventud, distanciándose de las políticas de la derecha nacional-católica clásica e inútil.
La presentación del libro “Patria Justicia Revolución”, centrado en la historia de éste movimiento, atrajo la atención de los asistentes que asintieron cuando el conferenciante se quejaba de la poca capacidad que tiene el área social-patriótica a la hora de recordar un caído particularmente “nuestro”.
Haciendo hincapié en el espíritu de lucha y sacrificio del Frente de la Juventud, J. A. Llopart centró a continuación su intervención en repasar las distintas publicaciones culturales que fueron apareciendo desde la transición a nuestros días. Durante este recorrido se habló de la revista catalana “El Martillo”, de las madrileñas “Fundamentos” y “Punto y Coma”, así como de la ya desaparecida “Hespérides”, sin olvidarse de “Nihil Obstat” y de “Tierra y Pueblo”, siendo estás, junto a “Tribuna de Europa”, las publicaciones que actualmente cubren los frentes de combate cultural contra el pensamiento único y la globalización de las ideas. La conferencia finalizó con varias preguntas al conferenciante por parte de los asistentes, y el compromiso de diversos militantes de la sección catalana del MSR de acudir al acto en memoria de Juan Ignacio González.
Kontra, ¿ se puede manipular más al FJ....?
¿Alguien sabe qué ha pasado con la web de Juan Ignacio? Hace días que no puedo acceder a ella.
Yo puedo acceder sin problemas. Intenta aaceder por aquí:Iniciado por Bruixot
http://www.frentenacionaleuropeo.org...io/portal2.htm
Si Llopart seguro que pasó, creo que su padre fué delegado de Fuerza Nueva de una comarca barcelonesa, y su abuelo era carlista. Como ramón Bau que viene de familia carlista y muy adinerada por cierto, es raro la evolución familiar, aunque llopart es uná persona comprometida, con lo suyo claro, salvando muchisimas diferencias.
También decir que el repaso que hace sobre esas revistas, está claro que solo tira para lo suyo, y que hesperides y punto y como, creo que distan bastante de las ideas que el vende , bueno distan totalmente, no se esa manía de intentar hacer a nihil obstat como heredera de hespérides, es que es como un chiste.
Llopart por CEDADE ( No sé si antes o después de vender pornografía )
¿a qué te refieres por favor?
A mí me sigue dando documento vacío. No sé porqué.Iniciado por Kontrapoder
Gracias.
Aquellos años en los que teníamos un ideal para vivir…
Juan Ignacio emergió como militante político en los últimos años del franquismo y principios de la transición. No procedía de nuestro ambiente, sino que militó durante un tiempo en la izquierda comunista. El proceso de transformación de sus ideas políticas tuvo lugar durante la transición, tras la muerte de Franco. Juan Ignacio ingresó en Fuerza Nueva en donde pronto se convirtió en uno de los líderes de la organización. Fundó la “Sección C”, verdadero servicio de orden del partido, cuyos distintivos eran diferentes a los del resto de la organización: camisa gris y boina negra.
En aquel período se curtió en numerosas luchas callejeras contra la extrema-izquierda, permanentemente adicta al ideal estalinista y a la intolerancia que siempre ha practicado contra sus adversarios políticos. Mal asunto para la extrema-izquierda, porque permanentemente fue batida sobre el terreno y puesta en fuga, incluso en situaciones de superioridad absoluta. En todas estas acciones de autodefensa, Juan Ignacio nunca dio un paso atrás y su personalidad y empuje hicieron que siempre, incluso los “primerizos” y menos lanzados, le siguieran hasta en las circunstancias más desfavorables.
En los años 77-80, buena parte de la juventud española optó por militar en formaciones patrióticas y antiestalinistas. Para todos los que, en aquel momento, optaron por esta opción, Juan Ignacio se convirtió pronto en un referente político. Especialmente, a partir del despegue de Fuerza Nueva, durante el verano de 1977. Lamentablemente, el partido cometió suficientes errores políticos y de conducción, que todo el formidable potencial de energías patrióticas que logró movilizar Blas Piñar, quedó dilapidado a la vuelta de pocos años.
En 1977, cuando nosotros mismos militábamos en la Delegación catalana de Fuerza Nueva, percibimos el problema interior del partido: un excesivo escoramiento hacia el nacional-catolicismo que no iba a ser entendido por el pueblo español, además de unas formas paramilitares (inadecuadas en una democracia formal como la que se inauguraba en aquellos momentos en España) y unas referencias constantes al franquismo, entonces en pleno desmantelamiento, que hacían mirar atrás más que hacia el futuro. Tras nuestra expulsión del partido, Fuerza Joven de Catalunya se desvinculó del mismo, creándose el Frente Nacional de la Juventud. En Madrid, ocurrió un proceso similar, quizás sólo diferente en los elementos detonantes de la crisis y apenas un año después.
En 1978, 300 militantes de Fuerza Joven de Madrid y de la Sección C, se dan de baja de Fuerza Nueva y fundan el Frente de la Juventud. La dirección del partido, mal aconsejada, había juzgado conveniente comprar un palacete como sede central. El edificio era desproporcionado para un partido como Fuerza Nueva que, en aquel momento, tenía solamente un diputado. Juan Ignacio y el Secretario General de Fuerza Nueva, José de las Heras Hurtado, habían aconsejado que, en lugar de esa faraónica sede, el partido comprara locales en los barrios en donde tenía más implantación, a fin de reforzar las secciones locales. Así mismo, existía un proyecto de editar un diario del partido. Todas estas iniciativas quedaron desactivadas en cuanto se compró el palacete en cuestión. La polémica no estaba exento de un trasfondo estratégico: se trataba de potenciar una “dirección fuerte” o bien unas “delegaciones fuertes”. Para Juan Ignacio y para Pepe de las Heras, esta segunda opción respondía mucho mejor a la situación del partido y aseguraba su crecimiento en las bases. Para el entorno de Blas Piñar, era mucho más importante priorizar una sede central para reforzar el peso de esa misma dirección. A 28 años vista de aquella polémica, no tenemos más remedio que recordar la lucidez de Juan Ignacio y de Pepe de las Heras. Sin embargo, la discusión (que, en el fondo, era estratégica) generó una primera fisura interior en el partido, especialmente en la Delegación de Madrid que, finalmente, seis meses después, desembocó en la ruptura de 300 militantes madrileños y la Delegación vallisoletana. Así nació el Frente de la Juventud.
Era evidente que entre el FNJ barcelonés (que había logrado extenderse a Gerona, Zaragoza, Navarra, Asturias, etc.) y el FJ, necesariamente debía de operarse una aproximación. Ésta fue imposible mientras el FNJ estuvo dirigido por Ramón Graells Bofill que no estaba dispuesto a integrarse en una dirección en la que, sin duda, ocuparía un lugar secundario. Tras la ruptura del FNJ, el sector mayoritario (y todas las delegaciones) esta organización se integró en el FJ a principio de 1979 y, como tal, participamos en el Primer Congreso del Partido ese mismo año. De ese congreso, surgió una nueva dirección en la que Juan Ignacio Rodríguez ocupaba el cargo de Secretario General, José de las Heras fue elegido presidente del partido y nosotros mismos ocupamos el cargo de Secretario Político.
En aquel momento, el Frente de la Juventud era el grupo patriótico extraparlamentario más potente. Con buenas relaciones de amistad y camaradería con la Primera Línea de Falange y dotado de una dirección con amplia experiencia política y militante. De hecho, la riqueza del FJ eran sus militantes, siempre dispuestos a cualquier sacrificio y a la aventura más arriesgada para tirar adelante la organización. La edad media no superaba los 25 años y buena parte de la militancia estaba formada por chicas.
No vamos a mitificar aquella época: se cometieron errores, tanto de dirección como de táctica; en nuestro descargo podemos decir que todos, incluidos los dirigentes del FJ éramos excesivamente jóvenes, carecíamos de suficiente experiencia política y, por lo demás, procedíamos de una organización en la que no existía ni formación política, ni técnica de la militancia. Así pues, debíamos de partir casi necesariamente de cero.
Eran los tiempos en los que la “euroderecha” concentraba al MSI, al PFN francés y a FN. A medida que el FJ fue avanzando en su trayectoria resultaba evidente que la organización tenía un techo limitado en tanto que “organización juvenil”. Fue entonces (hacia finales de 1980) cuando concebimos la posibilidad de transformar al FJ en un partido. A partir de entonces, hubiera sido posible converger en un “Frente Nacional” con la organización de la que habíamos salido y con los falangistas de la Primera Línea.
El asesinato de Juan Ignacio y su contexto histórico
Desgraciadamente, ya no hubo tiempo para nada más. La primera delegación del FJ desarticulada fue la barcelonesa. Resultaron detenidos una veintena de militantes y nosotros mismos tuvimos que partir para un largo y azaroso exilio. De todas formas, dado que los delitos de los que se nos acusaba –manifestación ilegal- no eran objeto de persecución en otros países y, por tanto, no había riesgo de extradición, seguimos viajando por todo el mundo, teniendo como base París, con nuestro propio pasaporte. Sin embargo, el 17 de noviembre de 1980, determinado servicio de seguridad español hizo llegar unos informes intoxicadores a la policía francesa en la que nos acusaba de haber cometido atentados criminales en Francia. Dichos informes, completamente falsos, no fueron tomados en serio por los servicios de seguridad franceses, pero si llegaron al Partido Comunista de Francia, el cual, a través de su ominoso diario “L’Humanité”, compendio de falsedades, infamias y mentira, aireó que nos encontrábamos viviendo en París y que habíamos cometido atentados en Francia.
A raíz de este episodio, vimos nuestra libertad reducida en el vecino país, debimos entrar en la clandestinidad más rigurosa y abandonar Francia durante una temporada, alejándonos del teatro español. Menos de un mes después, ya fuera de Francia, nos llegaba la noticia del asesinato de Juan Ignacio y poco después la detención de José de las Heras y de una treintena de militantes del Frente de la Juventud. Esa operación liquidó completamente en pocas semanas, a lo esencial de la organización, que afrontó los graves sucesos del 23-F con la totalidad de sus cuadros en la cárcel o en el exilio.
Quedan, por supuesto, muchas cosas por decir y buena parte de ellas, no nos corresponde a nosotros, sino a quien las vivió más de cerca. Está claro que, han pasado 25 años, un cuarto de siglo y que no todos los protagonistas de aquellos sucesos, están dispuestos hoy a hablar públicamente, ni siquiera, en algunos casos, a reconocer que militaron en su juventud en una organización “políticamente incorrecta”. Mensaje enviado para el que lo tiene que recoger.
El asesinato de Juan Ignacio no fue un incidente aislado o una casualidad: sino que hay que inscribirlo dentro de la oleada represiva que sufrió el FJ en apenas unas semanas. Para los que estábamos militando en aquella época, era evidente que el FJ era vulnerable y que podía haber sido desarticulado un año y medio o dos antes, sin embargo lo fue en un momento muy concreto de la historia de España. Algunos fuimos afortunados: pudimos regresar del exilio y ser exonerados de todas las acusaciones que pesaban sobre nosotros; otros debieron prolongar durante más años su exilio o los años de cárcel y, finalmente, Juan Ignacio, resultó asesinado.
En estos párrafos, hemos sintetizado el marco histórico-político en el que tuvo lugar el asesinato de Juan Ignacio. Insistimos: no nos corresponde a nosotros, decir lo que queda por decir. A quien le resta hablar, apelaremos a dos valores: el honor y la lealtad. El honor consiste en hacer aquello que estamos obligados a hacer por nuestra condición o situación; la lealtad es el mantenimiento de lo que se ha asumido. Sinceramente, creo que Juan Ignacio se merece algo más que el silencio vergonzante.
Mi visión personal de Juan Ignacio
La primera vez que conocí a Juan Ignacio fue durante un mitin de Blas Piñar en el Palacio de los Deportes de Barcelona. Coincidió con el “Día de Andalucía” y los grupos de la izquierda radical intentaron aproximarse al lugar del mitin. Nosotros respondimos abriendo los maleteros de los coches y distribuyendo los cócteles molotov y las barras de hierro; por su parte, Juan Ignacio y la Sección C, respondió de la misma manera. Miré a ver quien dirigía el grupo y entonces me lo presentaron. Inmediatamente nos pusimos de acuerdo: unos defenderían el acceso al Palacio de los Deportes por la calle Lérida y otros se adelantarían hasta percibir el riesgo de la manifestación izquierdista. En aquellos momentos de tensión (en el interior del local unas 5000 personas escuchaban a los oradores) todos respondimos como se esperaba de militantes políticos. La exaltación del combate, la seguridad en nuestra propia gente, el saber que no íbamos a dar un paso atrás, la sonrisa en los labios, crearon en nosotros una sensación de hermandad. En los años siguientes, tuvimos ocasión de reforzar ese criterio.
De hecho, solamente he considerado dos jefes políticos dignos de tal nombre, en mi vida de militante político. Uno de ellos era Juan Ignacio. Tenía una intuición extrema, sabía mantener la discreción de aquello que debía permanecer al abrigo de curiosos, era un líder con energía suficiente como para sacar lo mejor de sus camaradas, su carácter era amable, fraterno, entrañable para sus camaradas; se advertían estos valores desde que se estrechaba su mano: la extendía siempre y la apretaba transmitiendo su vigor, acompañaba ese gesto adelantando la otra mano y chocándola con el otro brazo del interlocutor, aumentando la sensación de camaradería. Era un militante valiente en la acción, consciente de los riesgos y de hasta donde podía llegarse, nunca sometió a la militancia a situaciones en las que no estuviera seguro de que íbamos a salir airosos. Era un buen táctico y su perspicacia política le hacía intuir por donde podían venir los riesgos y cómo protegerse de ellos.
En una organización militante como el FJ, lo más importante eran las relaciones humanas. Juan Ignacio, en esto era el perfecto militante, animaba las veladas en los bares hasta altas horas de la noche, después de largas pegadas de carteles; todos siempre encontrábamos en sus palabras algún motivo para animarnos; las carcajadas, francas y rotundas, en torno a interminables jarras de cerveza, hicieron que la amistad y la camaradería fueran en el FJ el cimiento que garantizara la cohesión vincular de la organización.
Lamenté mucho el asesinato de Juan Ignacio. Sobre todo lamenté no poder estar cerca de mis camaradas, cuando me llegó la noticia de su asesinato, encontrándome alejado a 6.000 km de la patria. Desde no importa dónde, llamé a la sede de Madrid, me contestó Beatriz, confirmándome la tragedia. No era la primera vez que me habían comunicado el asesinato de un amigo y camarada, pero puedo juraros que experimenté una sensación de rabia como nunca antes había sentido.
En el XXVº Aniversario del asesinato de Juan Ignacio
Una de las pocas alegrías políticas que he recibido estos últimos años, ha sido la noticia de la constitución de la Comisión de Homenaje en el XXV Aniversario del Asesinato de Juan Ignacio. Algunos no nos avergonzamos de lo que dejamos atrás. Hemos, indudablemente, evolucionado políticamente. Muchos, lamentamos algunos de los episodios que vivimos en el pasado y, simplemente, lo único que podemos decir como justificación es: “éramos jóvenes, demasiado jóvenes”. Pero lo hecho, hecho está y ni vamos a silenciarlo, ni vamos a ocultarlo, ni vamos a negarlo. Fuimos militantes del Frente de la Juventud hace 25 años. Algunos evolucionamos hacia otras posiciones. Evolucionamos, no traicionamos.
Creo que en este XXVº Aniversario sería preciso no perder la perspectiva de lo que se pretende: en lo personal, yo recuerdo a Juan Ignacio con mucha frecuencia. Creo que con él presente, la evolución de nuestro ambiente político hubiera sido distinta y creo que pertenecía a una raza de líderes y militantes, desgraciadamente hoy ausente. No sé si hubiera evolucionado hacia las posiciones de “autonomía histórica” que hoy sostenemos algunos exmilitantes del FJ. Lo que sí sé es que Juan Ignacio hubiera seguido siendo nuestro entrañable amigo y camarada.
Y esto es lo que no podemos olvidar: que su asesinato sigue impune. Veinticinco años son muchos años para la impunidad. Este aniversario debería de servir para que los que fuimos sus camaradas entregáramos al Ministerio de Justicia y al Ministerio del Interior, dos peticiones para la reapertura de las investigaciones y, sobre todo, una explicación de por qué éste sigue siendo EL ÚNICO CRIMEN POLÍTICO IMPUNE DE TODA LA TRANSICIÓN.
Yo quiero saber quién asesinó a Juan Ignacio Rodríguez González. Quiero saber por qué fue asesinado. Y no me importa en absoluto tener que dar el paso al frente. Así que pido a otros camaradas que deberían darlo también, seguramente antes que yo, para que recuerden los valores de honor y lealtad que un día hicimos nuestros y que todavía hoy, probablemente, nos mantienen en pie en un mundo que no es como el que ni nosotros ni Juan Ignacio quisiéramos.
Insisto, creo que Juan Ignacio se lo merecía y que los aniversarios deben servir, además de para reunir a sus antiguos camaradas, para EXIGIR la reapertura de la investigación hasta dar con quienes ordenaron el asesinato.
Este crimen no puede permanecer impune por más tiempo.
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