En efecto, los catalanes siempre han hecho las cosas bastante bien. Es el famoso seny. Los mal nacidos que han organizado esa ridículez tercermundista son malos catalanes, son anticatalanes. Esos catalanes que también se sienten españoles, esa mayoría silenciosa que se ha negado a participar en esa farsa, ha demostrado que todavía hay seny.