Ah, Donoso, ¿tú eras el de la senyera creuada y el rosario? te ví, en la próxima te saludo. ¿Qué te pareció la concentración? a mí, penosa. Lo siento y lo digo con el mayor respeto a quienes formáis AES porque en ese grupo hay gente que admiro y respeto mucho.

Haré una breve crónica del acto para que todos sepan lo que allí sucedió.

El acto comenzó frente al teatro Alfil. Los asistentes se situaron en círculo en torno a algo que tardé en descubrir. Todos estábamos en silencio. A nuestro lado, los de la cola para asistir a la representación. Nos miraban sin saber qué hacíamos ahí.

Poco a poco me fuí introduciendo hacia el interior de la concentración y alcancé a ver una chiquita que leía una pila de folios, oirla no la oí nada. Supe que terminaba porque alguien empezó a aplaudir. Luego me enteré que a los organizadores se les había olvidado el megáfono, no pasa nada pero al menos que el discursito lo hubiera hecho otro con un poco de más potencia en la voz. Es decir, estuvimos una media hora en silencio.

Al terminar, algunos empezaron a gritar algo contra la blasfemia y demás pero un tal Rute, o algo así, que debe ser uno de los jefes de AES alzó la voz (a éste sí se le oyó fuerte y claro) y en tono bastante mosqueado dijo que nadie gritara nada, que esa era la forma de manifestarse de AES y que a quien no le gustara que se fuera, tal cual. ¡Si lo sé me quedo en casa! aquello fue como las manifestaciones silenciosas que el sistema organizaba cuando había un atentado de ETA.

Total, que se rezó un Padrenuestro, y a casita.

Me pregunto qué pensaría Miguel Menéndez Piñar, que allí estaba acompañando a su abuelo Blas Piñar. Él y su hermano entraron a saco en el Círculo de Bellas y arrasaron con el escenario que representaba una obra blasfema de todos conocida, al grito de ¡Viva Cristo Rey!.

Yo no digo que quemáramos el Teatro Alfil pero entre eso y nada, hay grados. Teníamos que haber montado un buen follón y, sin embargo, parecíamos una reunión de viejas beatas en lugar de militantes patriotas.

No sé qué nos está pasando pues, repito, muchos de AES son gente de la buena, de la mejor. ¿Será que en el afán de intentar demostrar que el sistema democrático puede ser compatible con nuestros ideales, nos estamos ahogando y diluyendo para terminar en la Nada?