Es cierto.Y aprovechando la tribuna de Hispanismo quiero alzar mi voz contra esa horrible manipulación.Mahoma no fue pederasta.Mahoma lo que hizo fue encapricharse de una niña de seis años y casarse con ella.Eso sí, que quede bien claro que no la tocó hasta que fue toda una mujer.Es decir, hasta que cumplió nueve.Lo cual, como sabe cualquiera que conozca mínimamente nuestro ¡dioma, no es pederastia, aunque es lógico que se dé esta confusión dado que el término verdadero es muy parecido.no lo es en absoluto la tertulia de Intereconomía del pasado domingo 24 por la noche en la que se acusaba a Mahoma de pederasta e incluso se llegó a decir que el Islam defiende la pederastia.
No seré yo quien me calle ante los insultos al Profeta...
Améeen.En el caso de Aznar, es evidente que este hombre se ha unido al primer grupo. El de los Daniel Pipes, Bill Bristol, Michael Leeden y otros, que utilizan ahora de modo inusualmente común, y a modo de paradigma, el término "Londonistán", una palabra que denuncia de manera sintética la invasión del Reino Unido por una creciente minoría alógena de musulmanes. Durante años, todo aquel que denunciaba el auge del Londonistán, era estigmatizado, al estilo Zapatero, con el calificativo de "xenófobo" y de "extrema derecha". La pregunta es ¿por qué Pipes, Aznar y compañía no denunciaban antes de la guerra de Irak la invasión que ahora pretenden? ¿Les preocupa la invasión de un continente o que los planes del lobby neocon de Washington se vayan al traste?
A Aznar, sinceramente, no creemos que le preocupe mucho que nos invadan los musulmanes, ya que él actuó, en su etapa de gobierno, como un verdadero conde Don Julián, mediante cuatro regularizaciones masivas –las mismas que ahora critica Ana Pastor al PSOE- y varios cientos de miles de musulmanes "regularizados". ¿Por qué entonces no pensaba en Londonistán o en, por ejemplo, Barcelonistán? Es sospechoso el asunto.
Y aquí ya lo borda:
Exacto.Verdades como puños.A fecha de hoy somos una civilización en declive gracias a la "modernidad" y a las "tendencias liberales y modernistas". Somos individualistas, materialistas y consumistas en grado creciente. Nuestra natalidad es un signo claro de que no pensamos para nada ni en la comunidad ni en la descendencia. Además, el rechazo a las armas –esto es, a la voluntad de defenderse- es hoy general en todo el Occidente.
Marcadores