El texto ha sido tomado integramente del despacho de FARO del 10 de abril de 2009.
Es la hora del poder de las tinieblas. El Hijo del Hombre yace muerto, el mundo gime. Mas sabemos que la Resurrección está próxima.
En la plegaria de Viernes Santo, siempre rezó la Iglesia por la conversión de los paganos, de los herejes, de los cismáticos y, singularmente, de aquellos que rechazaron y dieron muerte a Nuestro Señor: los judíos. La fórmula tradicional (Oremus et pro perfidis Judæis: ut Deus et Dominus noster auferat velamen de cordibus eorum; ut et ipsi agnoscant Jesum Christum, Dominum nostrum) desde la tumultuosa década de 1960 ha sido objeto de diversos intentos de alteración, y recientemente de nuevo objeto de polémica.
Pero, ¿qué enseña la Iglesia, verdaderamente, sobre los judíos? A ello responde el siguiente trabajo de nuestro colaborador G.P.G.
LOS JUDÍOS SEGÚN LA DOCTRINA CRISTIANA
Ya en el Nuevo Testamento, la doctrina cristiana sobre los judíos es muy clara. En cualquier caso, ningún católico puede creer nada que vaya contra el sentir unánime de los Santos Padres [1]. Pues bien, todos los Padres de la Iglesia manifiestan unánimemente el mismo sentir respecto a los judíos. Veremos también que el Magisterio conciliar y pontificio reitera la misma enseñanza, como no podía ser de otra manera.
Harían falta muchos libros para recopilar todo lo que los Padres dicen contra el pueblo deicida. Veamos sólo unos pocos de los textos más importantes.
San Juan Crisóstomo, Padre y Doctor de la Iglesia, proclamado por San Pío X patrón de todos los predicadores católicos del mundo, es el más importante de los Padres Orientales; aparte de que a ningún judaizante actual le agradaría lo que San Juan dice en cada una de sus obras sin contradecirse, nos ha dejado nada menos que ocho extensas homilías contra los judíos. Veamos algunos fragmentos:
"Siempre que el judío os dice a vosotros: fueron los hombres los que nos hicieron la guerra, fueron los hombres los que conspiraron contra nosotros; contestadles: los hombres no os hubieran hecho la guerra si Dios no lo hubiera permitido."
"Mi verdadera guerra es contra los judíos... los judíos han sido abandonados por Dios, y por el crimen de este Deicidio no hay expiación posible." [2]
"Pero ahora vosotros habéis eclipsado todas las maldades del pasado, pero de ningún modo dejasteis atrás el grado sumo del delito, mediante vuestra locura cometida contra Cristo. Por ello estáis ahora siendo castigados peor aún que en el pasado. Toda vez que, si ésa no es la causa de vuestra actual deshonra, ¿por qué motivo, aun siendo vosotros unos asesinos de niños, Dios se contentó con vosotros en otro tiempo y en cambio vuelve ahora la espalda a quienes llegan a tales atrevimientos? Verdaderamente está claro que os atrevisteis a un delito mucho mayor y peor que el infanticidio y que cualquier delito asesinando a Cristo". [3]
También entre los Padres Orientales nos encontramos con San Eusebio de Cesarea, a quien debemos gran parte de lo que conocemos sobre los cristianos de los primeros siglos. Martirizado el año 308, San Eusebio nos enseña cosas como la siguiente:
"Se pueden oír los gemidos y lamentaciones de cada uno de los profetas, gimiendo y lamentándose característicamente por las calamidades que caerán sobre el Pueblo Judío a causa de su impiedad a Aquél que han abandonado. Cómo su reino ... debería ser totalmente destruido después de su pecado contra Cristo; cómo la Ley de su Padre debería ser abrogada, ellos mismos privados de su antiguo culto, despojados de la independencia de sus antepasados y convertidos en esclavos de sus enemigos en vez de ser hombres libres. Cómo su metrópolis real debería ser arrasada por el fuego. Su santo altar experimentar las llamas y la extrema desolación, su ciudad no más tiempo habitada por sus antiguos poseedores, sino por razas de otro tronco, mientras ellos deberían ser dispersados entre los gentiles por el mundo entero sin tener nunca una esperanza de cesación alguna del mal o espacio para respirar de su congoja".
El mismo sentir es el que manifiestan el resto de Padres Orientales. Entre los Padres Occidentales, cabe citar, para no extenderse, a San Ambrosio de Milán y a San Jerónimo.
A San Jerónimo debemos la Vulgata, texto canónico oficial de las Sagradas Escrituras [4]. Entre otras muchas cosas sobre los judíos (todas, sin excepción, en la misma dirección) él nos enseñó: "Esta maldición continúa hasta el día de hoy sobre los judíos, y la sangre del Señor no cesará de pesar sobre ellos".
San Ambrosio, aparte de ser el maestro de San Agustín [5], ha sido siempre considerado el modelo a seguir para todos los obispos católicos. Como él nos explica, la Sinagoga es: "una casa de impiedad, un receptáculo de maldades, que Dios mismo había condenado" [6].
La Santa Madre Iglesia continuará siempre enseñando a sus hijos las mismas enseñanzas de doctrina apostólica que habían sido firmemente defendidas por los Santos Padres. Así nos adentramos en la esplendorosa Edad Media, con un doctor tan importante para los siglos venideros como San Bernardo de Claraval afirmando tajantemente: "Los judíos han sido dispersados por todo el mundo, para que mientras paguen la culpa de tan gran crimen, puedan ser testigos de nuestra Redención" [7].
Las mismas enseñanzas van encontrarse en los grandes santos de la Edad Media, el Renacimiento y los siglos posteriores hasta nuestros días. Entre los Doctores de la Iglesia, Santo Tomás de Aquino, máximo expositor de la Doctrina de la Iglesia y que debe tomarse como guía segura para todo católico [8], no se desvía un ápice de la doctrina de los Padres de la Iglesia sobre los judíos, ni tampoco de las enseñanzas de los santos que le precedieron.
El Aquinate, consultado por la Duquesa de Brabante sobre si era conveniente que en sus dominios los judíos fueran obligados a llevar una señal distintiva para diferenciarse de los cristianos, contesta: "Fácil es a esto la respuesta, y ella de acuerdo a lo establecido en el Concilio general [9], que los judíos de ambos sexos en todo territorio de cristianos en todo tiempo deben distinguirse en su vestido de los otros pueblos. Esto les es mandado a ellos en su ley, es a saber, que en los cuatro ángulos de sus mantos haya orlas por las que se distingan de los demás".
El Doctor Angélico también sostuvo doctrinalmente que: "Los judíos no pueden lícitamente retener lo adquirido por usura, estando obligados a restituir a quienes hayan extorsionado ... Los judíos por razón de sus culpas están en perpetua servidumbre, los señores pueden por lo tanto, tomarles sus cosas, dejándoles lo indispensable para la vida" [10]. Y además: "A los judíos no se les debería permitir quedarse con lo obtenido por medio de la usura; lo mejor sería que se les obligara a trabajar para ganarse la vida, en vez de no hacer otra cosa que hacerse más avaros" [11].
Y respecto a la postura que los judíos tomaron hacia Nuestro Señor: "Pues veían en Él todas las señales que los profetas dijeron que iba a haber [...] pues veían con evidencia las señales de la Divinidad de Él, mas por odio y envidia hacia Cristo, las tergiversaban; y no quisieron confiar en las palabras de Éste, con las cuales se confesaba Hijo de Dios" [12].
Los concilios de la Iglesia, así como los papas, han ido siempre en la misma dirección del sentir unánime de los Padres y de los santos [13]. Aunque podamos extraer testimonios de todos los papas de la historia que como tales se han manifestado al efecto [14], baste con que citemos a tres: uno a caballo entre la Antigüedad Tardía y la Edad Media (San Gregorio Magno), otro del Renacimiento (San Pío V) y otro de época moderna (Benedicto XIV).
Benedicto XIV, dejando al margen otros documentos [15] en que trata la cuestión judía mostrándose firme en preservar lo que dice la tradición, en la encíclica A quo primum nos enseña:
"Los judíos se ocupan de asuntos comerciales, amasan enormes sumas de dinero de estas actividades, y proceden sistemáticamente a despojar a los cristianos de sus bienes y posesiones por medio de sus exacciones usurarias. Aunque al mismo tiempo ellos piden prestadas sumas de los cristianos a un nivel de interés inmoderadamente alto, para el pago de las cuales sus sinagogas sirven de garantía, no obstante sus razones para actuar así son fácilmente visibles. Primero de todo, obtienen dinero de los cristianos que usan en el comercio, haciendo así suficiente provecho para pagar el interés convenido, y al mismo tiempo incrementan su propio poder. En segundo lugar, ganan tantos protectores de sus sinagogas y de sus personas como acreedores tienen".
A San Pío V le debemos, entre otras cosas, haber sido el artífice de la victoria de Lepanto y haber extendido el Santo Rosario, además de codificar el rito romano de la Santa Misa. Entre sus numerosos escritos tratando la cuestión judía [16], podemos citar la famosa bula Hebraeorum Gens[17], de la que extraemos lo siguiente:
"El pueblo judío ... llegado el tiempo de la plenitud, ingrato y pérfido, condenó indignamente a su Redentor a ser muerto con muerte ignominiosa ... omitiendo las numerosas modalidades de usura con las que por todas partes, los hebreos consumieron los haberes de los cristianos necesitados, juzgamos como muy evidente ser ellos encubridores y aun cómplices de ladrones y asaltantes que tratan de traspasar a otro las cosas robadas y malversadas u ocultarlas hasta el presente, no sólo las de uso profano, mas también las del culto divino. Y muchos con el pretexto de tratar asuntos propios de su oficio, ambicionando las casas de mujeres honestas, las pierden con muy vergonzosos halagos; y lo que es más pernicioso de todo, dados a sortilegios y encantamientos mágicos, supersticiones y maleficios, inducen a muchos incautos y enfermos a los engaños de Satanás, jactándose de predecir el futuro, tesoros y cosas escondidas... Por último tenemos bien conocida e indagada la forma tan indigna en que esta execrable raza, usa el nombre de Cristo, y a qué grado sea dañosa a quienes, habrán de ser juzgados con dicho nombre y cuya vida pues está amenazada con los engaños de ellos".
Citemos, por último, a San Gregorio Magno[18], por haber conjugado en su persona el ser el último de los Padres latinos y Papa a la vez. Puesto que ahora hay quien cree que los judíos son hermanos en Abraham, no está de más traer a colación la siguiente enseñanza: "Si nosotros, por nuestra fe, venimos a ser hijos de Abraham, los judíos, por su perfidia, han dejado de serlo" [19].
Lógicamente, también los concilios, tanto locales como universales, siempre que se han pronunciado sobre el problema judío, lo han hecho homogéneamente con las enseñanzas de los Padres, Doctores y Sumos Pontífices.
De los concilios locales [20] nos limitaremos a citar un par de cánones de concilios toledanos, por la particular autoridad dogmática de valor universal que la Santa Iglesia Romana siempre les ha concedido:
"... Cualquier obispo, presbítero, o seglar, que en adelante les prestare apoyo (a los judíos) ... bien sea por dádivas bien por favor, se considerará como verdaderamente profano y sacrílego, privándole de la comunión de la Iglesia Católica, y reputándole como extraño al reino de Dios, pues es digno que se separe del cuerpo de Cristo el que se hace patrono de los enemigos de este Señor" [21].
"De la perfidia de los judíos. Aunque en la condenación de la perfidia de los judíos, hay infinitas sentencias de los Padres antiguos y brillan además muchas leyes nuevas; sin embargo como según el vaticinio profético relativo a su obstinación, el pecado de Judá está escrito con pluma de hierro y sobre uña de diamante, más duros que una piedra en su ceguera y terquedad. Es, por lo tanto, muy conveniente que el muro de su infidelidad debe ser combatido más estrechamente con las máquinas de la Iglesia Católica, de modo que, o lleguen a corregirse en contra de su voluntad, o sean destruidos de manera que perezcan para siempre por juicio del Señor" [22].
Finalmente, entre los ecuménicos, baste recordar el IV Concilio de Letrán, concilio importantísimo que definió dogmas como el Extra Ecclesiam nulla salus, la Transubstanciación o la existencia del Infierno. Este concilio, en su canon 68, es diáfano expresando cómo los judíos, malditos de Dios, deben llevar un distintivo especial en sus ropas.
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[1] Pío IV, bula Iniunctum nobis, 13 de noviembre de 1564: "...el verdadero sentido de las Sagradas Escrituras tampoco lo aceptaré ni interpretaré jamás sino conforme al sentir unánime de los Padres". León XIII, encíclica Providentissimus Deus, 18 de noviembre de 1893: "los Santos Padres que 'después de los Apóstoles plantaron, regaron, edificaron, apacentaron y alimentaron a la Iglesia y por cuya acción creció en ella', tienen autoridad suma siempre que explican todos de modo unánime".
[2] Oratio IV Adversus Iudaeos.
[3] Oratio VI, 2 Adversus Iudaeos.
[4] El Concilio de Trento establece: "Si alguno no recibiere esos mismos libros íntegros con todas sus partes, como ha sido costumbre leerlos en la Iglesia católica y se contienen en la vieja edición de la Vulgata latina, como sagrados y canónicos, o si sabiéndolo y con deliberación despreciare las tradiciones anteriormente dichas, sea excomulgado".
[5] San Agustín es el Doctor de la Iglesia más importante de todos los tiempos, después de Santo Tomás de Aquino. Además de su Tratado contra los judíos, su tratamiento del tema no se desvía un ápice del resto de Doctores en todas sus demás obras, donde frecuentemente habla de la cuestión judía.
[6] Epístola IX al emperador Teodosio.
[7] Epístola 363 a la Iglesia de Francia Oriental.
[8] El Papa San Pío X, en la encíclica Pascendi, proclama solemnemente: "Es importante notar que, al prescribir que se siga la filosofía escolástica, Nos referimos a la que enseñó Santo Tomás de Aquino: todo lo que Nuestro Predecesor decretó acerca de la misma, queremos que siga en vigor y, por si fuera necesario, lo repetimos y lo confirmamos, y mandamos que se observe estrictamente por todos". Y el papa Pío XII, en la encíclica Humani generis (1950), enseña que la filosofía tomista es la guía más segura para la doctrina católica y condena toda desviación de ella.
[9] IV de Letrán, año 1215, c. 68.
[10] Opera Omnia. Edición Pasisills, 1880. Tábula 1 a-o, tomo XXXIII, p. 534.
[11] De regimine principum.
[12] Summa Theologica, 3 p., qu. 47, art. 5.
[13] Es famoso el caso de San Juan de Capistrano, muy conocido como "azote de los judíos"; este santo franciscano capuchino, de gran ascetismo y virtud, fue empleado como embajador en muchas y muy delicadas misiones diplomáticas y con muy buenos resultados. Tres veces le ofrecieron los Sumos Pontífices nombrarlo obispo de importantes diócesis, pero prefirió seguir siendo humilde predicador, pobre y sin títulos honoríficos. Se le confiaron misiones delicadas, como la detracción de los Fraticelli, la lucha en Moravia contra la herejía husita (obra del judío Jean Huss), las negociaciones para la incorporación de los griegos a la Iglesia Romana, la vigilancia de los judíos, la contención del cisma de Basilea, etc. Por iniciativa de santos como él, los judíos tenían que llevar un gorro de dos cuernos (pileteum cornutum), que simbolizaba su filiación diabólica (Cf. Jn. 8, 44), así como una estrella amarilla identificativa para guardarse de su maldad, y se les recluía en guetos. Por la influencia de San Juan de Capistrano, el Papa Martín V, inicialmente indulgente con los judíos por ignorancia, cambió de actitud.
[14] Entre otros: Honorio III (1217 y 1221), Gregorio IX (1233), Inocencio IV (1244), Clemente IV (1267), Gregorio X (1274), Nicolás III (1278), Nicolás IV (1288), Juan XXII (1317 y 1320), Urbano V (1365), Gregorio XI (1375), Martín V (1425), Eugenio IV (1442), Calixto III (1456), Sixto IV (1478), Pablo III (1535, 1542 y 1543), Julio III (1554), Pablo IV (1555 y 1556), Pío IV (enero y febrero de 1562), Gregorio XIII (1577, 1581 y 1584), Sixto V (1586), Clemente VIII (1592 y 1593), Pablo V (1610), Urbano VIII (1625, 166, 1635 y 1636), Alejandro VII (1657, 1658, 1662 y 1663), Alejandro VIII (1690), Inocencio XII (1692), Clemente XI (1704, 1705 y 1712), Benedicto XIII (1726, 1727 y 1729), Pío IX (1858).
[15] Tal es el caso de Postremomens (28 de febrero de 1747), Apostolici Ministerii munus (16 de septiembre de 1747), Singulari Nobis consolationi (9 de febrero de 1749), Elapso proxime Anno (20 de febrero de 1751), Probe te meminisse (15 de diciembre de 1751) y Beatus Andreas (22 de febrero de 1755).
[16] Algunos otros son Romanus Pontifex (19 de abril de 1566), Sacrosanctae catholicae ecclesiae (29 de noviembre de 1566) o Cum nos nuper (19 de enero de 1567).
[17] Mediante esta bula, el Papa expulsó a los judíos de los Estados Pontificios (26 de febrero de 1569).
[18] Entre otras cosas, se puede recordar que San Gregorio Magno escribió también una carta a Recaredo en la que le felicita por no haber aceptado un soborno de 30.000 sueldos de los judíos de Toledo, que pretendían manipular al rey para que ejerciese presión en el Concilio a fin de que no se promulgasen leyes de protección frente al peligro judío.
[19] Sermones dominicales de los Santos Padres, Papa San Gregorio Magno.
[20] Aparte del Concilio de Jerusalén, que fue el primero y se dedicó a la condena de la herejía judaizante, contamos con el planteamiento del problema judío en el Concilio de Elvira (306), el Concilio de Agde (506) celebrado bajo los auspicios de San Cesáreo, el Concilio de Clermont (535), el Concilio III de Orleans (538), el Concilio de Mâcon (581), el Concilio Trulano (692) considerado siempre el suplemento de los Concilios Ecuménicos V y VI, el Concilio de Gerona (1078), el Concilio de Oxford (1222), el Concilio de Narbona (1235), los Concilios de Vienne y Breslau (1267), el Concilio de Mainz (1310), el Concilio de Basilea (1434), etc.
[21] Concilio IV de Toledo, Canon LVIII.
[22] Concilio XVI de Toledo, canon I.
De la dirección judía de la Revolución se ocuparon con frecuencia los autores carlistas. Juan Vázquez de Mella lo resumió así: "Si me preguntáis qué peligro es el peor, el comunismo o la masonería, os diré que son dos teas encendidas por el judaísmo para la destrucción de la Cristiandad". El Nuevo Orden Mundial, que pretende suplantar el único orden posible: el de Cristo Jesús, Salvador y Señor Nuestro.
Aquí corresponde hablar de aquella horrible y nunca bastante execrada y detestable libertad de la prensa, [...] la cual tienen algunos el atrevimiento de pedir y promover con gran clamoreo. Nos horrorizamos, Venerables Hermanos, al considerar cuánta extravagancia de doctrinas, o mejor, cuán estupenda monstruosidad de errores se difunden y siembran en todas partes por medio de innumerable muchedumbre de libros, opúsculos y escritos pequeños en verdad por razón del tamaño, pero grandes por su enormísima maldad, de los cuales vemos no sin muchas lágrimas que sale la maldición y que inunda toda la faz de la tierra.
Encíclica Mirari Vos, Gregorio XVI
El texto ha sido tomado integramente del despacho de FARO del 10 de abril de 2009.
Aquí corresponde hablar de aquella horrible y nunca bastante execrada y detestable libertad de la prensa, [...] la cual tienen algunos el atrevimiento de pedir y promover con gran clamoreo. Nos horrorizamos, Venerables Hermanos, al considerar cuánta extravagancia de doctrinas, o mejor, cuán estupenda monstruosidad de errores se difunden y siembran en todas partes por medio de innumerable muchedumbre de libros, opúsculos y escritos pequeños en verdad por razón del tamaño, pero grandes por su enormísima maldad, de los cuales vemos no sin muchas lágrimas que sale la maldición y que inunda toda la faz de la tierra.
Encíclica Mirari Vos, Gregorio XVI
Pero acaso Jesucristo no perdonó a todos sus asesinos, cuando dijo: "Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen"? De esa forma, un cristiano no debería guardar rencor por un delito ya perdonado por la víctima. En el tema leí que un religioso afirmó que la masonería y el comunismo eran dos teas encendidas por el judaísmo. Bien, creo que el problema con los judíos es que se creen los únicos depositarios de las bendiciones y la misericorida de Dios y por ello piensan que merencen todo lo bueno de la vida, sobretodo en lo material.
Todos sus asesinos incluía a judíos y a gentiles. Jesucristo ofreció su vida por la Remisión de todos los pecados y la Salvación de todos los hombres. En esa expresión de Padre perdónalos por que no saben lo que hacen, estamos incluídos nosotros también.
Otra cuestión es que a los judíos no les bastó, no tuvieron suficiente y han seguido haciendo lo mismo a lo largo de los 2000 años siguientes, han continuado persiguiendo a Cristo y a sus seguidores durante todo ese tiempo. Bien es verdad que muchos no son conscientes, han sido educados de ese modo, y están convencidos de que ellos no persiguen a los cristianos. Es posible, pero sí dan su apoyo a aquéllos que sí lo han hecho y siguen haciéndolo. Algunos pocos, demasiado escasos para ser algo significativo, se han convertido. La esperanza es que todos han de hacerlo, la cuestión es cuándo.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
Efectivamente, Jesús murió perdonando a sus asesinos, tanto judíos como romanos. Quien no perdona a ambos, no hace la voluntad de Dios.
"La Verdad os hará libres"
Cuando acabamos de conmemorar la Pasión de nuestro Salvador, leer cretineces como ésta no ayuda a entrar en la Pascua.
¿Ha leído el artículo que abre el hilo? Yo sólo puedo perdonar las ofensas cometidas contra mí. No las cometidas contra Dios; ni siquiera las cometidas contra usted.
¿Sugiere que la Iglesia de Dios "no hace la voluntad de Dios"? ¿Hasta tal punto llega la ceguera --y la falta de sentido del ridículo-- de los seguidores de la nueva fe del "all you need is love" (pronúnciese "lúv")?
San Jerónimo cuenta que a los discípulos que llevaban a San Juan Evangelista a las reuniones, cuando ya era muy anciano, les repetía continuamente: «Hijitos, amaos los unos a los otros». Le preguntaron por su insistencia en repetir siempre lo mismo. San Juan respondió: «Este es el mandamiento del Señor y, si se cumple, él solo basta»
A ver quién es el que se está inventando una nueva fe.
Que sólo puedo perdonar las ofensas cometidas contra mí es evidente. No creía que fuera necesario hacer aclaración sobre algo obvio. Pero una cosa es no perdonar y otra erigirse en juez, permitiéndose condenar a quienes el propio Jesús ha perdonado. ¿O, si usted perdona a quien le abofetea, yo tengo derecho a vengarle sin su consentimiento?
¿Tiene usted consentimiento de Jesucristo para condenar a los judíos por el mal que le hicieron?
Ante el perdón de Jesús a sus asesinos, sólo queda adherirse al mismo. Claro que quizás a usted le parezca que Jesús fue tan bueno, tan bueno, que hizo el tonto, hasta el punto de que es necesario que otros le corrijan la plana.
¿Hizo bien Jesús en perdonar a sus asesinos? ¡Ah, bueno, que sólo se refería a los romanos!
Entonces, ¿Jesús no perdonó a los judíos? ¿Murió por ellos o no? ¿Su redención es parcial? ¿No alcanza a todos los hombres?
Puestos a recoger frases sueltas, sacándolas de contexto y desconectándolas de la Tradición, es posible justificar casi todo.
Otra cosa es que tengamos que defender a la Iglesia de cualquier ataque, venga de los judíos o no. También vienen ataques desde el interior.
"La Verdad os hará libres"
San Jerónimo, quien eso cuenta, es tan violentamente antijudío que, evidentemente, no veía contradicción.
Usted, naturalmente. Aunque en realidad sólo imite a los irenistas que infestan la Iglesia.
Su redención no alcanza a todos los hombres. A eso se refiere el pro multis de la consagración del vino: por muchos, y no por todos, como infaliblemente define el Concilio de Trento, y como arteramente falsean las traducciones vernáculas de la nueva misa.
Sólo son redimidos aquellos que se acogen al Evangelio y reciben el bautismo. Los judíos que así lo hacen dejan de ser judíos, y se convierten en cristianos. Eso es lo que la Iglesia siempre ha enseñado. El artículo que abre el hilo lo expresa tan irrefutablemente, que con su esfuerzo de usted demuestra o no haberlo leído, o estar dispuesto a ponerse fuera de la Iglesia con tal de no dar su brazo a torcer.
Así que no saque cosas de contexto y sométase a la Iglesia.
Su redención alcanza a todos los hombres que aceptan convertirse; no he dicho otra cosa.
Pero, insisto: ¿Los judíos no fueron perdonados por Jesús? La condena de cada hombre depende de sí mismo, de aceptar o no el perdón de Dios, lo que se traduce en obras. Y, naturalmente, eso vale también para los judíos.
Ahora bien, ¿tenemos que entender la aceptación de ese perdón como el hecho de escuchar la predicación de la Iglesia, aceptarla íntegramente, pedir el bautizo y vivir santamente? ¿Qué pasa con un judío que, honradamente, quiere vivir santamente su judaísmo? ¿Qué ocurre si a ese judío le repugna el asesinato de Jesucristo pero sigue siendo judío? ¿Qué pasa si, por ejemplo, un judío recibe una predicación ortodoxa pero poco convincente? ¿Qué pasa si, en definitiva, interpreta adecuadamente la Ley de Moisés que, según Jesús, se traduce en el amor, y la vive con el mayor celo y diligencia posibles?
Lo que no acepto ni acepta la Iglesia es que el mero hecho de profesar el judaísmo conlleve necesariamente la condenación. Como tampoco acepto que una medida simplemente disciplinar como puede ser llevar distintivos en la ropa tenga que ser interpretado como parte de la Fe de la Iglesia.
"La Verdad os hará libres"
Hombre, esta es fácil: Extra Ecclesiam nulla salus. Fuera de la Iglesia no hay salvación. Nadie que, conociendo la Iglesia Católica y no sea parte de ella, se salva. Es dogma de fe, y más claro que el agua. Lo que tu dices en la primera frase de tu última párrafo te lo has inventado por las razones que sean, pero no es doctrina católica.
Aquí corresponde hablar de aquella horrible y nunca bastante execrada y detestable libertad de la prensa, [...] la cual tienen algunos el atrevimiento de pedir y promover con gran clamoreo. Nos horrorizamos, Venerables Hermanos, al considerar cuánta extravagancia de doctrinas, o mejor, cuán estupenda monstruosidad de errores se difunden y siembran en todas partes por medio de innumerable muchedumbre de libros, opúsculos y escritos pequeños en verdad por razón del tamaño, pero grandes por su enormísima maldad, de los cuales vemos no sin muchas lágrimas que sale la maldición y que inunda toda la faz de la tierra.
Encíclica Mirari Vos, Gregorio XVI
Donoso:
La frase EXTRA ECCLESIAM NULLA SALUS es cierta ontológicamente.
Yo no me he inventado nada.
De momento, dejo este hilo. No quiero discutir por discutir y, viendo cómo piensan la mayoría de los foreros, lo más probable es que no pasemos de eso.
Venga, nos vemos en otros hilos en los que nos entendamos mejor.
"La Verdad os hará libres"
Es cierto que es discutir por discutir, porque la doctrina es muy clara al respecto. Sólo cabe averiguar de dónde sacas esas ideas tan extrañas tú.
Aquí corresponde hablar de aquella horrible y nunca bastante execrada y detestable libertad de la prensa, [...] la cual tienen algunos el atrevimiento de pedir y promover con gran clamoreo. Nos horrorizamos, Venerables Hermanos, al considerar cuánta extravagancia de doctrinas, o mejor, cuán estupenda monstruosidad de errores se difunden y siembran en todas partes por medio de innumerable muchedumbre de libros, opúsculos y escritos pequeños en verdad por razón del tamaño, pero grandes por su enormísima maldad, de los cuales vemos no sin muchas lágrimas que sale la maldición y que inunda toda la faz de la tierra.
Encíclica Mirari Vos, Gregorio XVI
Lo que ahora habría de estudiarse es si la Iglésia Católica (oficial) es verdaderamente católica, o por el contrario és protestante pero se llama católica. Según la respuesta que obtengamos veriamos si los partidarios de la actual Iglesia Oficial son o no católicos:
-. Si son catolicos se salvarian.
-. Y sino, entonces, estarian condenados, pues la conclusión sería que aunque se crean católicos defienden posturas protestantes condenadas por la auténtica Iglesia catolica. Es decir que no serían católicos.
Entonces tendriamos que preguntarnos donde esta la verdadera Iglesia Católica y que es lo que pasa con la Iglesia oficial, ya que si esta es protestante, aunque se revista de catolica habriamos de deducir que esta ocupada, y entonces como católicos habriamos de luchar principalmente en estos momentos por el Trono de Pedro, ya que entonces tendriamos que deducir que esta vacante.
"El nombre de España, que hoy abusivamente aplicamos al reino unido de Castilla, Aragón y Navarra, es un nombre de región, un nombre geografico, y Portugal es y será tierra española, aunque permanezca independiente por edades infinitas; es más, aunque Dios la desgaje del territorio peninsular, y la haga andar errante, como a Délos, en medio de las olas. No es posible romper los lazos de la historia y de la raza, no vuelven atrás los hechos ni se altera el curso de la civilización por divisiones políticas (siquiera eternamente), ni por voluntades humanas.
Todavía en este siglo ha dicho Almeida-Garret, el poeta portugués por excelencia."Españoles somos y de españoles nos debemos preciar cuantos habitamos la península ibérica" .España y Portugal es tan absurdo como si dijéramos España y Catalunya. A tal extremo nos han traído los que llaman lengua española al castellano e incurren en otras aberraciones por el estilo."
Marcelino Menéndez Pelayo.
Independientemente de la adulteración bastarda del "todos" (en vez del correcto "pro multis" de la Misa Tridentina) en la Nueva Misa de 1969, debe indicarse:
El "pro multis" de la consagración del vino indica que "muchos" tendrán eficacia y fruto del Sacrificio; no obstante esa Sangre haber sido derramada por todos los hombres del mundo: "No hay hombre en el mundo por vil que sea por quien no haya sido derramada esta sangre". Opinar lo contrario sería jansenismo.
Cristo murió por todos los hombres (Dz 1096); no únicamente por los predestinados (Dz 1096, 1382); ni únicamente por los fieles (Dz 1294); aunque no todos reciban el fruto de la redención (Dz 319, 795, 1362, 1380).
Respecto al judaísmo, cuando se busca recalcar su perfidia hacia los cristianos, sería más correcto referirse a ellos como "la Sinagoga", por el sentido de confrontación hacia la Iglesia, y de disculpa frente a individuos o colectivos judíos neutrales.
Pero lejos de disculparles o de minorizar su deicidio, la actitud católica respecto a ellos digamos que tampoco debiera ser de odio sino de una sana y prudente antipatía.
Donoso....un buen paseo por la Historia de Europa y ciertamente de "España" o de las "Hispanias"(si los compañeros lo desean mejor asi.)
Tu constatacion historiografica no nos puede llevar a conclusiones generalizadas.El hecho de los judios ser objeto de odio y de otros motes en la historia no nos deve llevar a concluir que ,Patristica,Bulas Papales y Libros de disertación teologica esten ciertos(o mejor,hayan sido adecuadamente interpretados....eso cuando no los citamos ""fuera del contexto" lo que creo que tu no lo haces.).....a pesar de la grande autoridad dada a sus autores.("Yo soy yo y mis circunstancias" !!)
Apenas acordemonos que Jesus es judio,y bien judio(lamentando la conceptualizacion pesima que le hemos dado a este sustantivo en la historia) Todos los cristianos de la primera generacion,(bien antes de las fuentes corretamente citadas por ti )lJose y Maria...Juan Bautista...los Apostoles...Pablo....José de Arimatea....son judios.... hasta el concilio de Jerusalen a donde el conflito(dizen) que se resolvio.Sabemos que varios de estos cristianos quieren y mantienen que la Iglesia deve ser judio-cristiana como Tiago Obispo de Jerusalen....los llamados "nazarenos" que acabaron siendo mal vistos por los dos lados.(con su Liturgia sinagogal como las de Siria y la Liturgia Hispano-Visigoda sintetizada por Isidoro de Sevilla la cual fue sustituida en el siglo XI por la Liturgia Romana,la llamada "romanizacion")
Es realmente una pena que aun hoy,en el siglo XXI la vision del judio continue asi, es una pena que "continuemos escupiendo en el plato que comemos".Al final,dizen (y estoy de acuerdo) por ahi,que hoy podemos tener una vision más completa ,libre y panoramica que en las edades media y moderna a donde la ignorancia (limitacion del conocer) y peor la censura de la "iglesia institucionalizada" ( dogmatismo del conocer...Oh ignorancia fatal!!!) amenazaba interna y externamente el pensar castigando con "anatemas" (y cosas peores) a quien no pensase asi.
Este pensamiento que tu presentas Donoso,es historicamente cierto ,rico,ilustrativo,historico(contra facta non sunt argumenta)pero.....ideologicamente falso...o en lo minimo dudoso.Hay..habia...judios "buenos" y malos(hasta en el Calvario ...jajajaj)como hay "cristianos buenos y malos" ...Hay gente que es atea y en la praxis es mas cristiana que los hipocritas que se autodenominan cristianos...mas tambien no puedo generalizar (Donoso...si entramos en el juicio de valor ...lo que es bueno o malo....vamos hasta el juicio final).
Una cosa puedo decir:este no es el pensamiento doctrinal,pragamatico y existencial de las comunidades de los primeros siglos del cristianismo...estas ideologias aparecen despues (con varias finalidades...) y...como dizen los compañeros...."nada cristianas".(y no quiero entrar aqui en la cosa del perdon ...etc...no!!) Si Cristo andase por aqui....seria jodido tambien por ser judio para seguir la doctrina NO DE LA IGLESIA. mas de los lideres o componentes de la misma."No existe(no deveria existir) ni griego ni judio,ni esclavo ni libre ,ni hombre ni mujer"(conforme el pensamiento del filosofo del cristianismo helenico S Paulo.)Esta fue la utopia seductora de la igualdad ,de la fraternidad de la Iglesia Primitiva...la "Judio-Nazarena" a la cual quieren volver varias "reformas" historicas, varias de las cuales fueran execradas como "herejias" o consagradas como "renovaciones"(como la franciscana)
Enhorabunea Donoso...que tu disertacion sea para que hoy,nosotros,ni digamos ni hagamos las burrices que otros hicieron y dijeron usando (o mal usando) hasta los mismos libros evangelicos conforme tu presentacion.Lo que afirmemos que no sea por ser judio o musulman o africano o....o........No por ser Padres de la Iglesia o Papas tienen razon....apenas "sao encajados en las circunstancias de la epoca".Compreender no es justificar.Los judios mataron otro judio por ser blasfemo....y los cristianos matamos cristianos (o no cristianos) en nombre de Dios (no por que son blasfemos mas....)por que no piensan como nosotros!!!! que se joda el mundo!!!!!.La Iglesia Primitiva no era ni pensaba asi!! Por eso su vision utopica y mesianica!!!!
Concluyendo onoso tu exposicion nos muestra el camino que NO deve ser seguido...(mas que lamentablemnete va a ser seguido!!!).La Iglesia institucional deveria tener corage de reconocer ...."Miserere mei Deus!!" y volver a sus raizes a pesar de los pesares....de lo que se dijo y predicó.
¿Insinúa Vd que sus particulares puntos de vista, en cambio, sí están en lo cierto y que por tanto deberíamos hacerle caso a Vd antes que al Papa y que a los Santos Padres?
Vd, buen hombre ¿realmente cree ser más sabio que siglos y siglos de teólogos, místicos, santos y eruditos? ¿se cree Vd competente para tachar a la Iglesia de "ignorante"?
Vd creerá ser un cristiano “bueno”, claro. Pues revise su irreverente sentido del humor. Y no tenga miedo; se puede ser cristiano sin autoconsiderarse hipócrita, inténtelo.
Más tardía es, no le quepa duda, la “ideología” que considera el cristianismo primitivo de los primeros siglos como el único cristianismo auténtico, ideología que parece profesar Vd.
Si Cristo hubiera ido de judío ortodoxo, no le hubieran matado los judíos en su día. “Jodido” lo llevaría si “andase” (sic) por aquí y le pillara la Sinagoga.
Qué pena que Vd tenga la razón y no sea papa, ¿verdad?
¿¿Así que Cristo pudo haber sido blasfemo??
¿por qué se llama Vd cristiano si tanto simpatiza con la pespectiva judaica?
Los judíos mataron a Cristo, Hijo de Dios, por odio, sugestión diabólica y dureza de corazón.
Por lo que respecta a los cristianos, hace muchos siglos ya que no matan a tipos de la calaña de Vd, no se preocupe, respire hondo, y procure ir a otro sitio a escribir simplezas.
Última edición por Gothico; 15/04/2009 a las 20:53
Creo que me equivoqué de lugar...Gothico...nao te preocupes que no tendras el trabajo de inquisidor.Apenas pensé que en este forum pudiesen expresarse unas y otras ideas.Nunca fue mi intencion ironizar ni defender ni atacar.Si Vd se sintió ofendido,por que no,le pido disculpas.
Antes de irme,no se le olvide.....todas las reformas antiguas medias y modernas ortodoxas o heterodoxas (incluso el Vaticano II)van a beber en la tradicion apostolico-evangelica.Fantastic:La Didaqué,el Carisma,el ágape
Saludos a todos.
Estimado Cirujeda:
1.- "...¿tenemos que entender la aceptación de ese perdón como el hecho de escuchar la predicación de la Iglesia, aceptarla íntegramente, pedir el bautizo y vivir santamente?.."
Absolutamente sí, no hay otro modo de salvarse.
2.- "...¿Qué pasa con un judío que, honradamente, quiere vivir santamente su judaísmo?.."
Está en una imposibilidad metafísica, la santidad y la ausencia de Fe Católica son mutuamente excluyentes.
3.- "....¿Qué ocurre si a ese judío le repugna el asesinato de Jesucristo pero sigue siendo judío?..."
Sería necesariamente o bien un deshonesto o un imbécil (en la acepción etimológica del término, un débil mental)
4.- "...¿Qué pasa si, por ejemplo, un judío recibe una predicación ortodoxa pero poco convincente?..."
Imposible de saber. El que convierte es Dios no el predicador. Éste es sólo instrumento, más o menos feliz, pero sólo instrumento. Si no se convierte, tanto peor para él, porque al punto de escuchar tal predicación dejaría de tener ignorancia invencible.
5.- "...¿Qué pasa si, en definitiva, interpreta adecuadamente la Ley de Moisés que, según Jesús, se traduce en el amor, y la vive con el mayor celo y diligencia posibles?..."
Para interpretar adecuadamente la Ley de Moises es condición sine qua non la Fe Católica sin la cual es imposible la Caridad, fruto de la participación en la vida íntimaInhabitación mediante el bautismo. Y conste que el deseo del Bautismo no es el Bautismo de deseo como bien dijera E. Gilson.
La caridad no guarda relación alguna con el amor humano, es de orden sobrenatural, nada tiene que ver con sentimientos ni buenas intenciones. Es la conformidad de la propia voluntad con la Divina y no existe sin la Fe. Es axioma teológico que la Caridad implica la Fe.
Un judío en cuanto tal jamás podrá vivir con "el mayor celo y diligencia posibles". Sólo se apega a una letra muerta sin espíritu, sólo apta para matar el alma.
6.- "Lo que no acepto ni acepta la Iglesia es que el mero hecho de profesar el judaísmo conlleve necesariamente la condenación"
Esto es falso, la Iglesia siempre ha enseñado (lo contrario repugna no sólo a la Fe sino a la razón) que quien profesa una falsa religión no puede salvarse. Más precisamente, si no coincide el instante de su muerte con el estado de gracia, y la Fe es el piso, el fundamenteo de la Gracia, el susodicho sujeto se condena. Es una de las verdades de Fe elementales y la más negada por el modernismo, o sea la "Iglesia" oficial, el Papa a la cabeza.
EXURGE DOMINE ET JUDICA CAUSAM TUAM
Según San Agustín, cuando Cristo dijo "Padre, perdónales, porque no saben lo que hacen", NO PERDONÓ A LOS JUDÍOS, sino que se refería a los romanos, porque los judíos sí sabían lo que hacían, como enseña Santo Tomás de Aquino.
Para que Cristo perdone, es necesario el arrepentimiento, y los judíos no se arrepintieron.
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