Cita Iniciado por visigoda Ver mensaje
"A este respecto, puede ser útil leer un documento reciente de Juan Pablo II en el que trató el tema, del cual está tomada esta cita: «Teniendo en cuenta el estado de las investigaciones científicas de esa época y también las exigencias propias de la teología, la encíclica Humani generis consideraba la doctrina del evolucionismo como una hipótesis seria, digna de una investigación y de una reflexión profundas, al igual que la hipótesis opuesta. Pío XII añadía dos condiciones de orden metodológico: que no se adoptara esta opinión como si se tratara de una doctrina cierta y demostrada, y como si se pudiera hacer totalmente abstracción de la Revelación a propósito de las cuestiones que esa doctrina plantea. Enunciaba igualmente la condición necesaria para que esa opinión fuera compatible con la fe cristiana.[...] Pío XII había destacado este punto esencial: el cuerpo humano tiene su origen en la materia viva que existe antes que él, pero el alma espiritual es creada inmediatamente por Dios "animas enim a Deo immediate creari catholica fides nos retinere iubet": encíclica Humani generis: AAS 42 [1950], p. 575). En consecuencia, las teorías de la evolución que, en función de las filosofías en las que se inspiran, consideran que el espíritu surge de las fuerzas de la materia viva o que se trata de un simple epifenómeno de esta materia, son incompatibles con la verdad sobre el hombre. Por otra parte, esas teorías son incapaces de fundar la dignidad de la persona» (Juan Pablo II, Mensaje a los miembros a la Academia Pontificia de Ciencias, 22 de octubre de 1996).

En otro texto se había expresado de modo semejante: «En cuanto al aspecto puramente naturalista de la cuestión, ya mi inolvidable predecesor, el Papa Pío XII, en la encíclica Humani generis, llamaba la atención en 1950 sobre el hecho de que el debate referente al modelo explicativo de evolución no es obstaculizado por la fe si la discusión se mantiene en el contexto del método naturalista y de sus posibilidades [...]. Según estas consideraciones de mi predecesor, una fe rectamente entendida sobre la creación y una enseñanza rectamente concebida de la evolución no crean obstáculos: en efecto, la evolución presupone la creación; la creación se encuadra en la luz de la evolución como un hecho que se prolonga en el tiempo - como una creatio continua - en la que Dios se hace visible a los ojos del creyente como ‘Creador del cielo y de la tierra’» (Juan Pablo II, discurso en el Simposio científico internacional sobre Fe cristiana y teoría de la evolución, 26 de abril de 1985)."

Fuente: Catholic.net - ¿Acepta la Iglesia la teoría de la Evolución?

De "hipótesis seria, digna de una investigación y de una reflexión profundas", a decir que es "un cuento de hadas" o "teoría muy MALA" hay un cacho bastante grande. Y el tono es completamente diferente. Lo primero me parece razonable, pero ir tachando de hadas y malos y de subnormales...
¡Qué pavada! Todos sabemos que Dios creó el espíritu y también la materia. La tontería maniqueista de decir que Dios creó lo espiritual y el diablo como demiurgo, creó lo material, es una tremenda HEREJÍA. La "teoría" de la evolución no se merece el más mínimo análisis, investigación y mucho menos investigación profunda; pues no pasa de un falso dogma, una artimaña judía que pretende desplazar a Dios por el hombre. Generalmente las cosas que decía Juan Pablo II, mejor no hablo, porque cada día encuentro más cosas que me decepcionan de ese Papa. Y a veces me pregunto seriamente: ¿será que fue Papa? Beato, sin duda que NO lo es.
Usted no me ha contestado mi pregunta, señora/señorita Visigoda: ¿dónde rayos están las pruebas del evolucionismo?

A continuación dos artículos que refutan al evolucionismo:
Parte 1.


¡NO a Darwin!


Antes de empezar a tratar sobre quién fue Charles Darwin, os dejaré este artículo sacado del blog de Catolicidad. En una segunda entrega de ¡No a Darwin!, explicaré más sobre la vida de ese personaje:


"Jueves 13 de mayo de 2010 EL EVOLUCIONISMO: UNA DE LAS GRANDES MENTIRAS DE LA HISTORIA


Una mentira dicha mil veces, se convierte en "verdad": Vladimir Lenin




Dicen que "el hombre desciende del mono por una evolución lenta y progresiva que abarca varios millones de años. El origen de la vida se desconoce, pero es el fruto del azar, a través del encuentro fortuito de algunas moléculas aisladas en el "tinglado" primitivo".

Esto es lo que todos los libros de biología enseñan a vuestros hijos: tal afirmación tropieza no solamente con la Fe católica, sino también con la ley natural, la verdadera ciencia y el normal sentido común. Pero el hombre moderno, al perder su Fe, ha perdido el sentido común, y por eso acepta sin inmutarse tales enseñanzas.

La revolución, más preocupada en destruir que en construir, enseña a nuestros hijos que la Biblia se ha equivocado, que Dios no tiene nada que ver con la historia de la Creación del mundo. Por eso, la revolución construye el siguiente silogismo:

.-Vuestros padres y la Iglesia Católica os han dicho que Dios había creado al hombre del barro de la tierra.

-Ahora bien,la ciencia demuestra lo contrario: el hombre desciende del mono.


-Por consiguiente, vuestros padres y la Iglesia Católica os han mentido.

Si os han mentido en este tema, han debido hacerlo respecto a otros, no podemos estar seguros de nada: no hay ni Dios, ni Verdad. Todo cambia y todo evoluciona.

La enseñanza de la Iglesia católica es muy clara: el Espíritu Santo nos dice en el libro del Génesis: "Y Dios creó al hombre a su imagen: los creó macho y hembra". "Dios formó al hombre del polvo de la tierra y exhaló en su nariz un aliento de vida y el hombre llegó a ser un ser vivo."

El hombre moderno, lleno de orgullo, afirma que no puede someterse a esta verdad. ¡A mí me parece más noble descender de Dios que descender del mono! Quiérase o no, la vida proviene de Dios y sólo Él puede crearla. Los decididos sabios americanos que habían creado artificialmente, hace unos decenios, un grano de trigo, todavía aguardan a que germine.

¿Qué es el evolucionismo?.- Es la teoría por la cual las especies se transformarían unas en otras: así de la materia inerte habría salido la primera célula, a continuación de ésta los seres pluricelulares invertebrados y seguidamente de éstos el pez, el reptil, el mamífero, el mono y ¡por fin el hombre!

Resumámoslo en esta célebre fórmula de Darwin: Evolucionismo = cambio + selección natural + largos períodos.

Pero esta fórmula capciosa esconde toda una serie de flagrantes mentiras:

1ª mentira: "el evolucionismo". Efectivamente se observa una evolución pero ésta es o indiferente o regresiva y nunca progresiva. De un mono listo tal vez puede salir un mono menos listo, pero nunca un hombre.

2ª mentira: "los cambios". La mayoría de los cambios genéticos o cromosomáticos son insignificantes o dañinos. No puede existir evolución progresiva sin aparición de genes nuevos y funcionales, mientras que la sexualidad no aporta ningún gen nuevo y solamente puede provocar un cambio de posición, una repetición o duplicación de algunos nucleótidos o genes.

El A:N. (Acido Desoxirribonucleico) no puede enriquecerse con genes desconocidos. Hay mutaciones que pueden provocar tal vez la desaparición de un órgano pero nunca la aparición de uno nuevo.

Dicho con sencillez; esto quiere decir que se puede ir de más a menos pero nunca de menos a más. ¡Ciertos cambios genéticos podrán conseguir que haya vacas sin cuernos pero no podrán hacer crecer cuernos a ciertas especies que nunca los han tenido!

3ª mentira: "los largos períodos". Se pueden aplicar a los cambios, fruto del azar, las leyes matemáticas del cálculo de las probabilidades. Cualquier científico o matemático honrado os dirá que sería necesario multiplicar por 10 seguido de millares de ceros el tiempo de los períodos geológicos para que el mecanismo "cambios + selección natural" pueda originar el órgano más insignificante.

4ª mentira: "los cambios entrañan la evolución". Existe una absoluta incompatibilidad entre la evolución progresiva y el carácter aleatorio de los cambios o mutaciones.

5ª mentira: "la selección natural". La selección natural de ninguna manera puede originar la aparición de un nuevo órgano.

6ª mentira: "el árbol genealógico es único y todas las especies descienden unas de otras". Esto es imposible: los evolucionistas han tenido buen cuidado en no contar más que los casos favorables y encubrir celosamente los desfavorables. Han hecho de la tesis del árbol genealógico una ley absoluta a la que deben someterse el resto de los hechos. De la misma manera olvidan que la paleontología no descubre las partes blandas de los organismos.

7ª mentira: "todo se ha hecho poco a poco". No es cierto. La Naturaleza sigue la ley del todo o nada. Así pues, no se puede decir que un ojo sin retina funcione peor que un ojo con retina, ya que un ojo sin la retina no funciona en absoluto, de la misma manera que un coche sin carburador no funcionará nunca. Si todo se ha hecho poco a poco, ¿dónde se encuentran las especies intermedias entre el mono y el hombre, ya que siempre hay sobre la tierra no sólo hombres (que no son monos) sino también monos (que no son hombres).

8ª mentira: "las osamentas que se han hallado prueban la verdad de las tesis evolucionistas". Falso, pues en numerosos terrenos se han encontrado al mismo tiempo esqueletos antiguos y modernos; así Dubois, el famoso descubridor del "Hombre de Java" (el Pitecántropo), ha confesado después de varios años que había encontrado osamentas de fecha moderna junto a aquéllas del hombre
de Java.

Puesto que la mayor parte de los esqueletos son reconstituidos artificialemtne a partir de un trocito de hueso, a menudo hay errores o falsas alarmas: y así el famoso diente de Hesperopiteco era solamente el diente de un jabalí; el hombre de Pildow, del que se afirmaba que tenía una antigüedad de 500.000 años, era un cráneo de un hombre actual unido a una quijada de mono, todo ello tratado con bricromato de potasio y sulfato de hierro y con los dientes limados para hacer ver su antigüedad.

9ª mentira: "Ya no faltan eslavones en la larga cadena que va del mono al hombre". Falso. ¡Entre el último Ramapiteco y el primer Australopiteco, hay un vacío de 10.000.000 de años, desprovisto de fósiles! Además esta famosa cadena es un engaño: ¿por qué los hombres-monos han desaparecido mientras que existen siempre hombres, monos y chimpancés? Semejanza no quiere decir descendencia.

10ª mentira: "el azar puede dar lugar a todo". Falso. Más que un factor de orden, el azar es un factor de desorden. Hacen falta 27.000 pares de nucleótidos para poder formar el pigmento de un ratón, errando tal vez en el proceso con la alteración de uno solo de ellos; ¿cómo es posible que el azar pueda dar lugar a la evolución completa de una especie y a la aparición de nuevos órganos? Sabemos que la posibilidad de cambio en los seres vivos es de 10.50; ¡no hay ni una posibilidad sobre 100.000 de que aparezca en mil millones de años un solo Vertebrado Tetrápodo provisto de genes nuevos y funcionales!

11ª mentira: "todo evoluciona". No es cierto. Hay un número incalculable de bacterias, algas marinas, amebas, peces, anfibios, reptiles, mamíferos, que no han evolucionado desde el Primario, son exactamente las mismas que las que viven actualmente.

Además el evolucionismo no puede explicar la diferencia esencial que existe entre el mono y el hombre, es decir la existencia en este último de un alma inmortal.



Por otra parte, y puesto que los peces no tienen necesidad de patas, ¿por qué los evolucionistas actuales desean ver crecer las patas a estos pobres peces para que así puedan transformarse en reptiles?
12ª mentira: "Con el método del Carbono 14 para fijar fechas, podemos probar que el hombre ha hecho su aparición hace un millón de años". Falso. Los objetos con más de 50.000 años no pueden ser fechados con este procedimiento; además tal sistema para fijar fechas no podría ser eficaz más que si el nivel de Carbono en la atmósfera fuera constante durante todo el periodo estudiado (no es éste el caso); también tiene que ser homogénea la prueba estudiada.

.La precisión dada por tal sistema para conocer fechas o tiempos, es tanto más dudosa cuanto más antiguo es el objetivo. A menudo este sistema consiste en medir los segundos con un reloj que no tiene más que una manecilla para marcar las horas.

13ª mentira: "La fecha histórica del terreno nos da la fecha histórica de los fósiles que se encuentran en él". Falso también. A menudo se encuentran fósiles de épocas muy distintas en un mismo lugar: eso es debido a los movimientos de tierra provocados por los deslizamientos, los temblores y el volcanismo. Además muchos fósiles han sido destruidos o bien, jamás han sido descubiertos y no se halla nada más que una ínfima parte de los animales que han vivido en el mismo tiempo histórico del terreno. Por otra parte, la ausencia de fósiles en un terreno no significa que esta especie no ha existido en esa época.

14ª mentira: "Lamark afirma que los seres vivos se transforman adaptándose a nuevas situaciones: así el cuello de la jirafa se ha alargado para permitirle comer las hojas de los árboles altos". ¡Absurdo! Los caracteres adquiridos conciernen solamente a lo somático, es decir al cuerpo, y nunca se transmiten por herencia. Además la evolución de un órgano no explica su aparición.

15ª mentira: "Darwin se atreve a decir que la selección natural explica cómo el nuevo órgano se ha constituido gracias a la ventaja ofrecida por su función". Falso. La selección natural no puede crear un órgano nuevo. El órgano precede a la función y no a la inversa.

Los evolucionistas ofrecen en demasía falsos razonamientos de este tipo: así afirman que las aletas lobuladas de los peces acantopterigios ofrecían a éstos la posibilidad de arrastrarse sobre el fondo de los océanos, facilitándoles de esta forma su salida del agua y transformarse en reptiles. Pero estos señores se olvidan de explicarnos el porque de la presencia en estos peces de tal sistema óseo que es un órgano muy poco idóneo para la natación.

Todas estas mentiras prueban que el evolucionismo es un tremendo engaño astutamente preparado por pseudosabios que creen que la gente es tonta.

Edmundo Rostand afirmaba: "el evolucionismo es un cuento de hadas para personas mayores". Otro evolucionista decía (Y. Delage): "Estoy totalmente convencido que se es o no se es evolucionista, según los criterios que se tengan en historia natural pero influido por las propias opciones filosóficas", lo que quiere decir que se profesa el evolucionismo como medio de difusión del propio ateísmo militante: es una forma como otra cualquiera de luchas contra Dios y su santa Ley.

El evolucionismo es una falsa verdad científica que se opone a la verdadera ciencia y a la verdadera religión. Los evolucionistas rechazan todo principio superior sin dejar lugar alguno a lo sobrenatural: preparan el camino a un agnosticismo profundo que acabará rápidamente en el ateísmo. El Papa San Pío X en 1907, decía que el evolucionismo es una parte integrante del modernismo.

Esta necia doctrina está en oposición flagrante con la Fe católica. No podemos ser evolucionistas y recitar la primera frase del Credo sin caer en una gran contradicción: "Creo en Dios, Creador del Cielo y de la Tierra".

Los católicos no tienen nada que temer de los progresos de la ciencia: los notables experimentos de Watson y Crick sobre el Acido Desoxirribonucleico (ADN), o los de Jacob y Monod sobre el mecanismo regular de las proteínas, son sencillamente pruebas maravillosas de la existencia de Dios, un Dios Creador que ha previsto el engranaje extraordinario de las moléculas: la vida no ha podido aparecer por simple azar. Dios ha creado el mundo, hace varios millones de años quizás, pero la creación de Adán y Eva data a lo sumo de unos 10.000 años, no más. El texto del libro de Génesis no ofrece ninguna duda en este sentido.

Incluso este revolucionario que se llamaba Voltaire afirmaba: "El Universo me molesta, pero no puedo imaginar que este reloj funcione y no exista relojero alguno".
Autor: Padre Jean Luc Lafitte

NOTA. Este artículo ha sido redactado tomando como base el excelente libro de J.F. Peroteaur: "De la seducción a la superchería transformista"."

Para ver más (el videíto y los comentarios originales), haga clic aquí.
El blog de donde se sacó esto es mexicano: Catolicidad.
Fuente: Club Monárquico de Río Branco
Y aquí va la segunda parte:

Parte 2.


¡NO a Darwin!--2a parte.


Por Madaboute.



Esta es la segunda entrega sobre Charles Darwin, el padre del evolucionismo y por lo tanto de la teoría pseudo-científica que rotundamente deja a Dios fuera del proceso de evolución, si es que ésta es realmente verdad, cosa hasta ahora nunca comprobada científicamente. De una forma o de otra, nada puede salir de la nada sin motivo y por puro azar; no puede haber "selección natural" sin Seleccionador, es decir que es obvio que toda forma superior de materia tan altamente organizada, como lo es la vida, sólo puede provenir de un origen aún más superior, que los cristianos sabemos por FE y por razón (las cinco vías de Santo Tomás de Aquino, por ejemplo), que es Dios.
Un animal, un vegetal, un hongo o una bacteria no pueden formarse sólos espontánemente, porque eso se llama teoría de la abiogénesis, la cual Louis Pasteur la refutó completamente de forma experimental, comprobando que todo ser vivo proviene de otro ser vivo. Pero, la pregunta es: ¿de dónde provino el primer ser vivo? y ¿cómo surgió la variabilidad de especies, géneros, clases, filos, y reinos de seres vivos que existen? La respuesta estaría entonces en pensar que efectivamente el primer ser vivo surgió de materia inorgánica y que éste pudo haber evolucionado y diversificado a las demás especies de seres vivos; ese ser vivo inicial se le llama comúnmente el ancestro común. Es verdad, eso sería una posibilidad; pero también estaría la posibilidad de que nunca hubiese existido un ancestro común y que toda la biodiversidad hubiese surgido siendo directamente creadas por Dios, en diferentes tiempos o eras. Los fósiles prueban que hubieron especies que hoy ya no existen, porque están extintas; esa evidencia prueba irrefutablemente eso: que las especies pueden desaparecer, pero NO prueban que puedan evolucionar, aunque esto tampoco está descartado.
Por lo tanto existen hoy, diversas teorías creacionistas (diseño inteligente, creacionismo evolutivo, creacionismo clásico) y la evolución teísta, que son todas teorías válidas científicamente, de las cuales sólo el creacionismo clásico o literal es el único que pudiera considerarse fuera de lugar, teniendo en cuenta de que está casi comprobado del todo que la Tierra tiene millones de años (cuatro millones y medio, aproximadamente); sin embargo, la mayoría de los católicos (que obviamente hacemos caso a todo lo que dice la Santa Biblia) entendemos a los seis días de la Creación como seis eras, es decir mucho tiempo, en el cual no puede descartarse de que la evolución pudiera ser posible. En todo esto, la postura oficial de la Santa Iglesia con su Magisterio infalible siempre ha sido de máxima cautela; y por lo tanto la Iglesia NUNCA se ha pronunciado fehacientemente por una teoría en particular, ya que las teorías científicas es eso lo que son: teorías y NO son dogmas.
Lo que se quiere hacer pasar por dogma, lamentablemente, es el Evolucionismo de Charles Darwin, que se presenta como una verdad incuestionable, cuando en realidad no pasa de una teoría y de una teoría ilógica, porque deja a Dios de lado, siendo que para que algo evolucione es necesario la intervención de Dios, a través de la Divina Providencia, que siempre está actuando en la historia, ya que Dios no es Dios de muertos, sino de vivos y Él está vivo; NO es una estatua, un ídolo, como los dioses de los paganos, que son dioses limitados e impotentes. Ahora, ¿quién fue Charles Robert Darwin? Él fue un biólogo inglés, nacido en Shrewsbury el 12 de febrero de 1809 y fallecido en Kent, el 19 de abril de 1882. Viajó dando una vuelta al planeta, en la nave Beagle, pasando por países como Brasil, Chile e incluso nuestro Uruguay.
Darwin perteneció a una familia de cristianos protestantes, anglicanos e incluso fue un negador de la Santísima Trinidad, es decir un unitario (algo que proviene de la herejía arriana), aunque de forma irregular, ya que más que nada fue un agnóstico y en la práctica un rotundo ateo, pensando que únicamente en el principio de todo Dios hizo algo extraño al principio y por arte de magia, todo se movió sólo después...En fin, algo que nunca supo explicar, ni nunca se molestó en reflexionar sobre ello. De ahí, hechó raíces para el próximo cuento chino que más tarde surgiría: el Big Bang, aquella "gran explosión" por la cual el positivismo sustituyó a Dios. Igualmente, hay que aclarar además que Darwin creía que en último término Dios era el dador de vida, pero lo reducía a eso; nada de Dios generador de milagros ni Legislador supremo del Universo, ni nada de su Soberanía Universal, Divina Providencia, ni misericordia y justicia infinitas; por el contrario, para Darwin, Dios era un tipo que estaba sentado en un trono, mirando desde algún lugar del universo lo que ocurría en el mundo, como si fuera un mero espectador y no mucho más que eso.
Algunos dicen que Darwin al final de su vida, volvió al cristianismo y esperemos que por el bien de su alma eso realmente haya ocurrido, y haya sido salvado. Eso sólo Dios lo sabe, pues sólo Él es el Juez universal, quien juzga a las personas... Sin embargo, el juicio de la historia, secular, terrenal y mundana, que es hecha por los hombres, sabemos que lo ha juzgado (por ahora) como un buen científico que trajo grandes avances para la humanidad. Pero eso es rotundamente falso y esperemos que el juicio de la historia cambie y la gente se dé cuenta del cuento chino que constituye la teoría de la evolución de Darwin, impuesta hoy como dogma científico.
Pero ¿por qué Darwin pensaba así? Bueno, eso fue por las influencias que tuvo desde su infancia hasta su vejez, comenzando por su propia familia: una familia de anglicanos, producto del terrible cisma de Enrique VIII. Su abuelo Erasmus Darwin era masón y naturalista. Y, ¿cuál es el principal enemigo de la Santa Iglesia Católica? ¡La masonería, sin duda! Y Darwin como su abuelo fue sin duda un naturalista, pensamiento sirviente del positivismo, que entroniza a la naturaleza misma como una Diosa, que se crea a sí misma. Y es obvio también que al hablar de masonería, se debe hablar también de satanismo (que no necesariamente implica la adoración a Satanás, sino simplemente es la negación de Dios) y por supuesto: ¡la judería! Los judíos fueron justamente quienes crearon la secta masónica, que impulsó a su vez al gnosticismo y todas las demás herejías, por las cuales la Iglesia ha tenido que combatir desde su inicio y las combatirá hasta el final de los tiempos. Y la mayor de todas las herejías es el modernismo, el cual sin duda, Darwin impulsó, ya que el positivismo es piedra angular del modernismo y por eso hoy, la mayoría de la gente tiene fe ciega en el Evolucionismo darwiniano, algo que gracias a los avances genéticos debería ya de estar superado. ¿Por qué se habla tanto de Darwin y tan poco de Mendel?



¿No será porque si se empieza a escudriñar mucho en la genética se descubre que sólo una mente superior tiene la capacidad de crear? ¿No es acaso lo que comprueba el experimento de Craig Venter, quien supuestamente creó una célula (lo que hizo en realidad fue sintetizar un genoma e inocularlo en un citoplasma de una célula ya hecha de antemano por Dios)? Además Thomas Henry Huxley (un hombre con cara de perro conocido como el "bulldog de Darwin"), fue gran amigo e impulsor de la teoría de Darwin, que lo impulsó en todo, porque justamente era miembro prestigioso de la masonería inglesa y el Evolucionismo era fundamental para el avance del materialismo, que día a día carcomía el pensamiento occidental, acentuando por lo tanto la decadencia de Occidente, desmantelando la Civilización Cristiana. Si no fuera por Huxley y otros masones (y por consiguiente muchos judíos) Darwin no hubiese hecho más que el ridículo con su falsa teoría; cosa que realmente le ocurrió al principio, como todos sabemos.
Por último debo agregar que el darwinismo, luego fue utilizado como "darwinismo social" para el nacional-socialismo y su eugenesia, y para el liberalismo y el socialismo; todos en función de los intereses judeo-masones del sistema (el NOS). Y en cuanto al famoso tema de que el hombre proviene del mono, sólo diré que el darwinismo propició innumerables farsas en búsqueda de supuestos eslabones perdidos entre el mono y el hombre, como el famoso caso del "hombre de Piltdown". La locura del evolucionismo fue tan grande que se llegó a creer que ciertas tribus de negros africanos, no eran hombres sino semi-humanos, "fósiles vivientes" entre el mono y el hombre; en fin, ¡un absurdo para nada científico!
Finalmente dejo en claro, que esto no se trata de mezclar religión con ciencia, sino subordinar esta última a la primera, porque todo poder y conocimiento proviene de Dios. Y todo cristiano debe luchar por la verdad; amar la verdad y odiar y refutar el error. Ése es un deber moral; y el darwinismo es una rotunda mentira. La prensa judeo-masónica mundial llama de pseudo-científicas a las posturas creacionistas, pero eso no pasan de calumnias. ¿Argumentos?, ¿pruebas? ¡No las tienen! Ésa es la verdad; y luchando siempre por la verdad, por todo lo que es puro y bueno: ¡Viva Cristo Rey! Fuente: Club Monárquico de Río Branco.
Bueno, este segundo artículo, está muy bueno, excepto por lo del supuesto "Big Bang" que es en realidad un término paródico de la teoría creacionista del origen del universo, por medio de Dios, planteada por el sacerdote católico y astrofísico belga Georges Lemaitre; teoría que después fue utilizada por los cientificistas ateos, quienes terminaron aceptando la teoría, pero sacándole lo de que fue Dios quien hizo el universo. O sea que el autor de dicho artículo se equivocó en confundir el cuento chino del Big Bang, con la verdadera teoría del astrofísico belga sobre la expansión del universo. Sobre este tema yo no sé casi nada (tengo pendiente leer más sobre este tema), pero sobre el evolucionismo es obvio que es una mentira rotunda y cuento chino (o mejor dicho: ¡cuento judío!).

P.S.: Perdonen si me desvié un poco del tema.