Parte 2.
¡NO a Darwin!--2a parte.
Por Madaboute.
Esta es la segunda entrega sobre Charles Darwin, el padre del evolucionismo y por lo tanto de la teoría pseudo-científica que rotundamente deja a Dios fuera del proceso de evolución, si es que ésta es realmente verdad, cosa
hasta ahora nunca comprobada científicamente. De una forma o de otra, nada puede salir de la nada sin motivo y por puro azar; no puede haber "selección natural" sin Seleccionador, es decir que es obvio que toda forma superior de materia tan altamente organizada, como lo es la vida, sólo puede provenir de un origen aún más superior, que los cristianos sabemos por FE y por razón (las cinco vías de Santo Tomás de Aquino, por ejemplo), que es Dios.
Un animal, un vegetal, un hongo o una bacteria no pueden formarse sólos espontánemente, porque eso se llama teoría de la abiogénesis, la cual Louis Pasteur la refutó completamente de forma experimental, comprobando que
todo ser vivo proviene de otro ser vivo. Pero, la pregunta es: ¿de dónde provino el primer ser vivo? y ¿cómo surgió la variabilidad de especies, géneros, clases, filos, y reinos de seres vivos que existen? La respuesta estaría entonces en pensar que efectivamente el primer ser vivo surgió de materia inorgánica y que éste pudo haber evolucionado y diversificado a las demás especies de seres vivos; ese ser vivo inicial se le llama comúnmente el ancestro común. Es verdad, eso sería una posibilidad; pero también estaría la posibilidad de que nunca hubiese existido un ancestro común y que toda la biodiversidad hubiese surgido siendo directamente creadas por Dios, en diferentes tiempos o eras. Los fósiles prueban que hubieron especies que hoy ya no existen, porque están extintas; esa evidencia prueba irrefutablemente eso: que las especies pueden desaparecer, pero NO prueban que puedan evolucionar, aunque esto tampoco está descartado.
Por lo tanto existen hoy, diversas teorías creacionistas (diseño inteligente, creacionismo evolutivo, creacionismo clásico) y la evolución teísta, que son todas teorías válidas científicamente, de las cuales sólo el creacionismo clásico o literal es el único que pudiera considerarse fuera de lugar, teniendo en cuenta de que está casi comprobado del todo que la Tierra tiene millones de años (cuatro millones y medio, aproximadamente); sin embargo, la mayoría de los católicos (que obviamente hacemos caso a
todo lo que dice la Santa Biblia) entendemos a los seis días de la Creación como seis eras, es decir mucho tiempo, en el cual no puede descartarse de que la evolución pudiera ser posible. En todo esto, la postura oficial de la Santa Iglesia con su Magisterio infalible siempre ha sido de máxima cautela; y por lo tanto la Iglesia NUNCA se ha pronunciado fehacientemente por una teoría en particular, ya que las teorías científicas es eso lo que son: teorías y NO son dogmas.
Lo que se quiere hacer pasar por dogma, lamentablemente, es el Evolucionismo de Charles Darwin, que se presenta como una verdad incuestionable, cuando en realidad no pasa de una teoría y de una teoría ilógica, porque deja a Dios de lado, siendo que para que algo evolucione es necesario la intervención de Dios, a través de la Divina Providencia, que siempre está actuando en la historia, ya que Dios no es Dios de muertos, sino de vivos y Él está vivo; NO es una estatua, un ídolo, como los dioses de los paganos, que son dioses limitados e impotentes. Ahora, ¿quién fue Charles Robert Darwin? Él fue un biólogo inglés, nacido en Shrewsbury el 12 de febrero de 1809 y fallecido en Kent, el 19 de abril de 1882. Viajó dando una vuelta al planeta, en la nave Beagle, pasando por países como Brasil, Chile e incluso nuestro Uruguay.
Darwin perteneció a una familia de cristianos protestantes, anglicanos e incluso fue un negador de la Santísima Trinidad, es decir un unitario (algo que proviene de la herejía arriana), aunque de forma irregular, ya que más que nada fue un agnóstico y en la práctica un rotundo ateo, pensando que únicamente en el principio de todo Dios hizo algo extraño al principio y por arte de magia, todo se movió sólo después...En fin, algo que nunca supo explicar, ni nunca se molestó en reflexionar sobre ello. De ahí, hechó raíces para el próximo cuento chino que más tarde surgiría: el Big Bang, aquella "gran explosión" por la cual el positivismo sustituyó a Dios. Igualmente, hay que aclarar además que Darwin creía que en último término Dios era el dador de vida, pero lo reducía a eso; nada de Dios generador de milagros ni Legislador supremo del Universo, ni nada de su Soberanía Universal, Divina Providencia, ni misericordia y justicia infinitas; por el contrario, para Darwin, Dios era un tipo que estaba sentado en un trono, mirando desde algún lugar del universo lo que ocurría en el mundo, como si fuera un mero espectador y no mucho más que eso.
Algunos dicen que Darwin al final de su vida, volvió al cristianismo y esperemos que por el bien de su alma eso realmente haya ocurrido, y haya sido salvado. Eso sólo Dios lo sabe, pues sólo Él es el Juez universal, quien juzga a las personas... Sin embargo, el juicio de la historia, secular, terrenal y mundana, que es hecha por los hombres, sabemos que lo ha juzgado (por ahora) como un buen científico que trajo grandes avances para la humanidad. Pero eso es
rotundamente falso y esperemos que el juicio de la historia cambie y la gente se dé cuenta del cuento chino que constituye la teoría de la evolución de Darwin, impuesta hoy como dogma científico.
Pero ¿por qué Darwin pensaba así? Bueno, eso fue por las influencias que tuvo desde su infancia hasta su vejez, comenzando por su propia familia: una familia de anglicanos, producto del terrible cisma de Enrique VIII. Su abuelo Erasmus Darwin era masón y naturalista. Y, ¿cuál es el principal enemigo de la Santa Iglesia Católica? ¡La masonería, sin duda! Y Darwin como su abuelo fue sin duda un naturalista, pensamiento sirviente del positivismo, que entroniza a la naturaleza misma como una Diosa, que se crea a sí misma. Y es obvio también que al hablar de masonería, se debe hablar también de satanismo (que no necesariamente implica la adoración a Satanás, sino simplemente es la negación de Dios) y por supuesto: ¡la judería! Los judíos fueron justamente quienes crearon la secta masónica, que impulsó a su vez al gnosticismo y todas las demás herejías, por las cuales la Iglesia ha tenido que combatir desde su inicio y las combatirá hasta el final de los tiempos. Y la mayor de todas las herejías es el modernismo, el cual sin duda, Darwin impulsó, ya que el positivismo es piedra angular del modernismo y por eso hoy, la mayoría de la gente tiene fe ciega en el Evolucionismo darwiniano, algo que gracias a los avances genéticos debería ya de estar superado. ¿Por qué se habla tanto de Darwin y tan poco de Mendel?
¿No será porque si se empieza a escudriñar mucho en la genética se descubre que
sólo una mente superior tiene la capacidad de crear? ¿No es acaso lo que comprueba el experimento de
Craig Venter, quien supuestamente creó una célula (lo que hizo en realidad fue sintetizar un genoma e inocularlo en un citoplasma de una célula ya hecha de antemano por Dios)? Además Thomas Henry Huxley (un hombre con cara de perro conocido como el "bulldog de Darwin"), fue gran amigo e impulsor de la teoría de Darwin, que lo impulsó en todo, porque justamente era miembro prestigioso de la masonería inglesa y el Evolucionismo era fundamental para el avance del materialismo, que día a día carcomía el pensamiento occidental, acentuando por lo tanto la decadencia de Occidente, desmantelando la Civilización Cristiana. Si no fuera por Huxley y otros masones (y por consiguiente muchos judíos) Darwin no hubiese hecho más que el ridículo con su falsa teoría; cosa que realmente le ocurrió al principio, como todos sabemos.
Por último debo agregar que el darwinismo, luego fue utilizado como "darwinismo social" para el nacional-socialismo y su eugenesia, y para el liberalismo y el socialismo; todos en función de los intereses judeo-masones del sistema (el NOS). Y en cuanto al famoso tema de que el hombre proviene del mono, sólo diré que el darwinismo propició innumerables farsas en búsqueda de supuestos eslabones perdidos entre el mono y el hombre, como el famoso caso del "hombre de Piltdown". La locura del evolucionismo fue tan grande que se llegó a creer que ciertas tribus de negros africanos, no eran hombres sino semi-humanos, "fósiles vivientes" entre el mono y el hombre; en fin, ¡un absurdo para nada científico!
Finalmente dejo en claro, que esto no se trata de mezclar religión con ciencia, sino subordinar esta última a la primera, porque todo poder y conocimiento proviene de Dios. Y todo cristiano debe luchar por la verdad; amar la verdad y odiar y refutar el error. Ése es un deber moral; y el darwinismo es una rotunda mentira. La prensa judeo-masónica mundial llama de pseudo-científicas a las posturas creacionistas, pero eso no pasan de calumnias. ¿Argumentos?, ¿pruebas? ¡No las tienen! Ésa es la verdad; y luchando siempre por la verdad, por todo lo que es puro y bueno:
¡Viva Cristo Rey! Fuente:
Club Monárquico de Río Branco.
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