Re: ETA asesina de varios disparos al empresario vasco Ignacio Uría
Bien comentada la noticia, no voy a andar incidiendo en los mismos aspectos. Dices, MUÑOZ, lo de sus compañeros de partida que siguieron jugando impertérritos, pero ¿qué efecto produce que en un población de 15.000 personas sólo unas 1.000 hayan condenado esta nueva barbarie de esa banda de mafiosos?
Más aún, ese lenguaje institucional de la "condena" oficial inútil y vacía, o el lenguaje "políticamente correcto" de los medios de comunicación, de los acólitos del sistema, resulta procaz, repulsivamente procaz. Oído en TeleMadrid por parte de ese periodista llamado Saénz de Buruaga, que siempre que habla lo hace "sentando cátedra", lo que él dice "va a misa", es objeto de fé: "Han matado a uno de los nuestros", ¿de los suyos? ¿y usted qué sabe si era de los contrarios? "Frente al terrorismo la unidad de los demócratas" ¿Y que pasa con los que no somos demócratas? ¿ es que acaso apoyamos y aplaudimos semejante barbarie y despropósito?
Mientras, ustedes, señores demócratas se rasgan las vestiduras para no hacer nada salvo volvérselas a rasgar farisaícamente en la siguiente ocasión, nosotros los "no-demócratas" si sabemos lo que tendríamos que hacer: "esa es la diferencia y así se la cuento a usted sr. Saénz de Bururaga".
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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