Búsqueda avanzada de temas en el foro

Página 1 de 2 12 ÚltimoÚltimo
Resultados 1 al 20 de 54

Tema: Los errores más frecuentes en castellano

Vista híbrida

  1. #1
    Avatar de Hyeronimus
    Hyeronimus está desconectado Miembro Respetado
    Fecha de ingreso
    16 ene, 07
    Mensajes
    20,843
    Post Thanks / Like

    Re: Los errores más frecuentes en castellano

    Lo de "en ver de", "arimar" y "yo vía" parece un uso local, y yo también podría hablar de muchos localismos extraños de donde yo vivo, pero hay cosas que están mucho más extendidas, y no necesariamente entre personas de poca cultura. En el norte y centro de España está muy extendido eso de "ves allí y tráeme tal cosa" o "ves allí y mira a ver tal y tal", en vez de "ve", que es la forma correcta y lógica en un imperativo. Ve con los pies y luego ve con los ojos. Y no hablemos de los laísmos y leísmos, que a veces hasta se oyen en televisión. Y a propósito de televisión, en un programa supuestamente cultural como es Saber y Ganar, en la segunda cadena de TVE, no solamente hacen el ridículo con unas pronunciaciones disparatadas de las palabras extranjeras; es que ni siquiera saben pronunciar el castellano. Por ejemplo, la equis siempre la pronuncian sh, a pesar de que desde el siglo XVI ya no se pronuncia así. Es una evidente interferencia del catalán (el programa se hace en Barcelona), pero lo que puede ser comprensible en una persona de la calle sin mucha formación cultural que vive en una región bilingüe es inadmisible en un programa cultural que se ve a ambos lados del Atlántico. El colmo no es que digan cosas como gas "shenón", que conviertan en gallego o portugués al poeta andaluz Vicente Aleixandre pronunciando "aleishandre". La semana pasada hicieron el ridículo diciendo "Oashaca". Si no saben que se pronuncia "oajaca" (hasta cierto punto comprensible), a los mexicanos les sentará muy mal oírlo así, o se quedarán pensando que en la Madre Patria no sabemos leer.

    Y ahora que lo pienso, me parece recordar que ya había un hilo con este tema del mal uso del castellano. Abriendo otro le damos más trabajo a Donoso, que luego los tiene que juntar.
    Montealegre dio el Víctor.

  2. #2
    Avatar de Hyeronimus
    Hyeronimus está desconectado Miembro Respetado
    Fecha de ingreso
    16 ene, 07
    Mensajes
    20,843
    Post Thanks / Like

    Re: Los errores más frecuentes en castellano

    Amplío un poco algo que ya expuso Lo Ferrer al abrir el hilo:

    Porque y por qué:

    ¿Por qué lo hiciste así?

    Porque era lo que había que hacer.

    No sé por qué camino habría ido.

    Me gustaría saber el porqué.
    Alejandro Farnesio dio el Víctor.

  3. #3
    Avatar de Lo ferrer
    Lo ferrer está desconectado Miembro Respetado
    Fecha de ingreso
    04 mar, 05
    Ubicación
    Hispanistán
    Mensajes
    1,255
    Post Thanks / Like

    Re: Los errores más frecuentes en castellano

    Distinguir entre ahí, hay y ay.

    ahí: denota lugar. Ahí está tu mesa.
    hay: verbo "haber". Hay cuatro manzanas.
    ay: exclamación. ¡Ay! Me caí.
    Alejandro Farnesio dio el Víctor.
    "Donau abric a Espanya, la malmenada Espanya
    que ahir abrigava el món,
    i avui és com lo cedre que veu en la muntanya
    descoronar son front"

    A la Reina de Catalunya

  4. #4
    Fecha de ingreso
    17 jul, 07
    Ubicación
    Reyno de Granada
    Mensajes
    371
    Post Thanks / Like

    Re: Los errores más frecuentes en castellano

    "Contra más" o en su peor forma "contri más" es bastante típico y sustituye a "cuanto más".
    Alejandro Farnesio dio el Víctor.
    “La verdadera fe es incolora, por decirlo así, como el aire y el agua; medio transparente a través del cual el alma ve a Cristo. Nuestros ojos no ven el aire y de la misma manera nuestra alma no se detiene a contemplar su propia fe. Cuando, por consiguiente, los hombres toman esta fe como si dijéramos en las manos, la inspeccionan curiosamente, la analizan, se absorben en ella, se ven forzados a materializarla, a darle color para que pueda ser tocada y vista. En otros términos, sustituyen a ella, colocan sobre ella, cierto sentimiento, cierta impresión, cierta idea, cierta convicción, algo en fin en que la atención pueda prenderse. Cristo les interesa menos que lo que llaman ellos sus experiencias. Los vemos trabajando para seguir en sí mismos los signos de la conversión, la variación de sus sentimientos aspiraciones y deseos: los vemos ponerse a conversar con los demás sobre todo esto. ”. John Henry Newman

  5. #5
    Avatar de Kontrapoder
    Kontrapoder está desconectado Miembro graduado
    Fecha de ingreso
    29 mar, 05
    Mensajes
    3,142
    Post Thanks / Like

    Re: Los errores más frecuentes en castellano

    Señalo algunos que he visto en ambientes teóricamente cultivados:

    - Extrovertido
    en lugar de extravertido.

    - Ambos dos en lugar de simplemente ambos.

    - Constante queísmo para evitar la construcción correcta de que; por ejemplo: me alegro que hayas venido (mal).

    - Las del verbo haber en forma impersonal me ponen especialmente nervioso: Han habido muchas quejas, en lugar de ha habido.
    Última edición por Kontrapoder; 26/10/2011 a las 06:55
    «Eso de Alemania no solamente no es fascismo sino que es antifascismo; es la contrafigura del fascismo. El hitlerismo es la última consecuencia de la democracia. Una expresión turbulenta del romanticismo alemán; en cambio, Mussolini es el clasicismo, con sus jerarquías, sus escuelas y, por encima de todo, la razón.»
    José Antonio, Diario La Rambla, 13 de agosto de 1934.

  6. #6
    Avatar de Lo ferrer
    Lo ferrer está desconectado Miembro Respetado
    Fecha de ingreso
    04 mar, 05
    Ubicación
    Hispanistán
    Mensajes
    1,255
    Post Thanks / Like

    Re: Los errores más frecuentes en castellano

    ¿"Si no" o "sino"?

    Sino es una conjunción adversativa que se escribe en una sola palabra y se usa, principalmente, para contraponer un concepto a otro: «No estudia, sino que trabaja», mientras que si no introduce una oración condicional: «Si no estudias, no aprobarás».

    Resulta muy habitual leer en los medios de comunicación grafías equivocadas como «Sino lo hubiera intervenido el juez, se habrían autorizado las obras» o «El secretario general no fue expulsado, si no que dimitió» cuando lo adecuado hubiera sido escribir «Si no hubiera intervenido el juez, se habrían autorizado las obras» o «El secretario general no fue expulsado, sino que dimitió».

    Una forma sencilla de saber cuándo debe escribirse si no es cuando se puede intercalar entre si y no algún elemento sin que se pierda el sentido en el texto: «Si (el juez) no hubiera intervenido», «No aprobará si (él) no estudia», «Si (tú) no quieres no iré».

    Sino es, también, un sustantivo que significa ‘destino o fuerza desconocida que actúa sobre las personas y determina el desarrollo de los acontecimientos’.
    Para hacerlo más fácil, podemos considerar sus equivalentes en inglés. El "si" del "si no" equivaldría al "if", mientras que el "sino" al "but".
    "Donau abric a Espanya, la malmenada Espanya
    que ahir abrigava el món,
    i avui és com lo cedre que veu en la muntanya
    descoronar son front"

    A la Reina de Catalunya

  7. #7
    Avatar de Alejandro Farnesio
    Alejandro Farnesio está desconectado Miembro Respetado
    Fecha de ingreso
    23 sep, 11
    Mensajes
    852
    Post Thanks / Like

    Re: Los errores más frecuentes en castellano

    Creo que ya habéis puesto los más importantes. No obstante, creo que falta uno que veo con cierta frecuencia. Es poner "ti" con tilde. Saber que los monosílabos no llevan tilde es de primero de primaria. Excepto, aquellos casos que ya conoces y que se usan para distinguir, por ejemplo, "el" artículo, masculino y singular de "él" pronombre personal.

    El otro día, vi un error típico que habéis puesto más arriba en un amigo que es estudiante de Filología Hispánica y que, por lo visto, tiene varias matrículas de honor en la carrera. El problema es que no fue un error, porque ya se lo había visto otras veces. Me refiero a poner "hechar de menos". Que un estudiante de Filología Hispánica escriba esa aberración ortográfica es para cogerle el primer examen y ponerle un cero directamente.

    El de "a ver" y "haber" también es muy común. Gente que escribe "haber si nos vemos" y se queda tan a gusto. El del uso de "por qué", "porque" y porqué" es algo que la gente tampoco tiene demasiado claro.

    Creo que ya habéis puesto los más importantes, pero creo que el de los monosílabos y, en especial, "ti" es algo que también se repite con mucha frecuencia.

    ¡VIVA ESPAÑA! ¡VIVA CRISTO REY! ¡VIVA LA HISPANIDAD!
    Última edición por Alejandro Farnesio; 14/06/2012 a las 11:10
    Kontrapoder dio el Víctor.
    ¡VIVA ESPAÑA! ¡VIVA CRISTO REY! ¡VIVA LA HISPANIDAD!

    "Dulce et decorum est pro patria mori" (Horacio).

    "Al rey, la hacienda y la vida se ha de dar, pero el Honor es patrimonio del alma y el alma sólo es de Dios" (Calderón de la Barca).

  8. #8
    Nebrissensis está desconectado Miembro graduado
    Fecha de ingreso
    02 jul, 12
    Ubicación
    Sevilla, España
    Mensajes
    7
    Post Thanks / Like

    Re: Los errores más frecuentes en castellano

    El uso indebido del verbo "deber" con el régimen preposicional, "de". Es frecuente escuchar, incluso en ambientes cultos, el "debe de" con el sentido de obligación, y no de duda, como sería correcto. "Debo de aprobar, o me quitarán la beca". "El autobús debe pasar por aquí" significa que el autobús está obligado a pasar por ese sitio. "El autobús debe de pasar por aquí" significa que existe la posibilidad, según nuestros cálculos, de que el autobús pase por ahí, pero podemos estar equivocados.

  9. #9
    Avatar de Atlántico
    Atlántico está desconectado Miembro graduado
    Fecha de ingreso
    04 jun, 14
    Mensajes
    30
    Post Thanks / Like

    Re: Los errores más frecuentes en castellano

    Confieso que soy admirador y promotor de las regularizaciones verbales. Aunque todavía incorrectas, que espero que no por mucho, me encantan:

    YO: producí - traducí - conducí - andé...
    USTED / ÉL / ELLA: produció - tradució - condució - andó...

  10. #10
    Avatar de Mexispano
    Mexispano está desconectado Miembro Respetado
    Fecha de ingreso
    20 may, 13
    Mensajes
    4,607
    Post Thanks / Like

    Re: Los errores más frecuentes en castellano

    ¿Por qué el castellano utiliza signos de apertura?

    Que sean difíciles de ubicar en el teléfono, a la hora de escribir mensajes de texto, no quiere decir que omitirlos no sea un error



    Daniel R. Esparza

    30 julio, 2016






    © Juan Carlos Pachón / Flickr / CC

    Los signos de puntuación, hay que decirlo, no están pasando por su mejor momento. El hecho de que no sean inmediatamente accesibles en la mayoría de los teclados de los teléfonos móviles hace que los signos de apertura de exclamación e interrogación sean, las más de las veces, olvidados. Y si bien en otros idiomas estos signos son absolutamente innecesarios, su omisión, en castellano, sigue considerándose una falta de ortografía, básicamente por dos razones. Una de ellas es histórica y la otra, gramatical.De acuerdo a un artículo escrito por Rubén Conde para UnoUno, los signos de apertura de interrogación y exclamación son de origen (no debería extrañarnos) romano: son apócopes de las palabras latinas quaestio e interiectio, esto es, “pregunta” e “interjección”. En los manuscritos latinos, antes de una frase, se indicaba que se trataba de una pregunta incluyendo una abreviatura: “qo”, la primera y última letras de la palabra “quaestio”. Lo mismo si se trataba de una interjección: “io”, por “interiectio”. Con el uso, la “o” se convirtió en un punto junto a la “q” o a la “i”, que dieron así origen a nuestros “¿”, “?” e “¡”.



    De acuerdo a un artículo escrito por Rubén Conde para UnoUno, los signos de apertura de interrogación y exclamación son de origen romano: son apócopes de las palabras latinas quaestio e interiectio, esto es, pregunta e interjección.La razón gramatical, por su parte, es tanto más sencilla: en otros idiomas, en los que se prescinde de los signos de apertura, la pregunta está ya indicada por estructuras particulares, que bien alteran el orden de la oración (poniendo un verbo auxiliar en primer lugar, como en el caso del inglés “do” o “did”, por ejemplo).A propósito de los orígenes de los signos de puntuación (una historia realmente apasionante, que incluye lo mismo a bibliotecarios alejandrinos que a santos españoles del siglo VI), puede leer un artículo que ya hemos publicado anteriormente, haciendo clic aquí.


    _______________________________________

    Fuente:

    ¿Por qué el castellano utiliza signos de apertura? - Best Of The Web - Aleteia.org | Español



  11. #11
    Avatar de Isidorus Hispalensis
    Isidorus Hispalensis está desconectado Miembro graduado
    Fecha de ingreso
    22 nov, 15
    Ubicación
    Nueva España
    Mensajes
    30
    Post Thanks / Like

    Re: Los errores más frecuentes en castellano

    Señores, es una verdadera pena que la instrucción clásica (más que todo la latina, pero el griego también sirve) haya sido echada del salón de clases. Me parece que serviría, cuando menos, para instruirnos en los fundamentos de nuestra ​lengua, pues los métodos que se utilizan para el aprendizaje de lenguas modernas se centran en la «inmersión», no el en estudio pormenorizado de la gramática. El latín, debido a sus casos, requiere este estudio, el análisis martirizador de las tablas de casos. Ahora bien, yo no he venido como emisario del Vaticano, y me es necesario listar unos cuantos errores.

    • ‹z› por ‹s› y ‹c› por ‹s: Hispanoamérica (y algunas regiones sureñas de la Península, y Canarias), ¿por qué me causas estos disgustos? ¿Es tan difícil escribir produzco, no produsco? ¿Cómo puede resultar tan compleja escribir haciendo, no hasiendo. Cosas de seseo, me temo decir.
    • ‹v› por ‹b›: España también va incluida en este caso. Labar por lavar, confusión entre tubo y tubo, etcétera.
    • haiga por haya: no digo nada.
    • pérdida de la diéresis: no sé si por germanofilia (o quizá por catalanofilia), pero siempre me gustó. Se habla mucho de los acentos ortográficos; de la diéresis, sin embargo, nada. ¡Viva la lingüística y el estudio de la Antigüedad!
    • x› feminista: esto es un fenómeno de retrasados. ¡No puede ser otra cosa! Ya llevaba meses tolerando espanol@s, aunque me parecía horroroso, pero esto es un desmán. Ahí no terminan las cosas; la degeneración —efectivamente, la insolencia e idolatría de la «corrección política»— no cede.

    Solicito que se me corrija cualquier error. No quiero pontificar y terminar en lo mismo.

    Gracias y saludos.
    Kontrapoder dio el Víctor.
    All’armi, Spagna, all’armi per l’ideal,
    fino alla meta trionfal!

  12. #12
    Avatar de Hyeronimus
    Hyeronimus está desconectado Miembro Respetado
    Fecha de ingreso
    16 ene, 07
    Mensajes
    20,843
    Post Thanks / Like

    Re: Los errores más frecuentes en castellano

    El problema de la ortografía está en que la gente no lee, porque si no, aunque olvidara las reglas que estudió en el colegio estaría familiarizada con la grafía correcta. Así como la puntuación y la acentuación, que en muchísimas casos es caótica o inexistente, cuando de una coma o un acento depende el sentido de la frase. Por supuesto, los sistemas educativos actuales no ayudan nada, porque en cualquier asignatura se enseña poco y mal. Y no se enseña --o ha quedado relegado a una asignatura opcional que casi nadie escoge-- el latín, lengua que enseña a matizar y pensar. Y de la abominable corrección política mejor no hablar.
    Kontrapoder dio el Víctor.

  13. #13
    Avatar de Montealegre
    Montealegre está desconectado Miembro Respetado
    Fecha de ingreso
    31 dic, 13
    Ubicación
    Civdad de los Reyes, Reynos del Perv
    Mensajes
    464
    Post Thanks / Like

    Re: Los errores más frecuentes en castellano

    Cita Iniciado por Isidorus Hispalensis Ver mensaje
    • x› feminista: esto es un fenómeno de retrasados. ¡No puede ser otra cosa! Ya llevaba meses tolerando espanol@s, aunque me parecía horroroso, pero esto es un desmán. Ahí no terminan las cosas; la degeneración —efectivamente, la insolencia e idolatría de la «corrección política»— no cede.


    Gracias y saludos.
    Esa estupidez de la "x inclusiva" en la Ex Universidad Católica del Perú se usa por todos lados (no sorprende tendiendo en cuenta que en ese lugar la ideología de género y el progresismo reinan soberanos). A tal punto han llegado estos impresentables que, nada menos que en la misma MAESTRÍA EN LINGUÍSTICA, contra todas las reglas del idioma y la lógica, usan esta "x" ridícula. No hay mejor ejemplo de que en esa universidad la ideología prevalece sobre el conocimiento.
    Imágenes adjuntadas Imágenes adjuntadas

  14. #14
    Avatar de SignaSuperVestes
    SignaSuperVestes está desconectado Miembro graduado
    Fecha de ingreso
    17 jul, 15
    Ubicación
    Sevilla
    Mensajes
    91
    Post Thanks / Like

    Re: Los errores más frecuentes en castellano

    Interesante hilo.

    Bueno, algunas veces aparecen errores no solo de ortografía -o fe de erratas-, además efectivamente determinadas políticas anti-occidentales intentan menoscabar el rico lenguaje occidental, para ello ofrecen algunas técnicas innovadoras y progresistas para inventar cosas absurdas.

    Cuando se habla de errores y se hace referencia al lenguaje, tendríamos que aportar algunos términos o frases hechas que sobreabundan ( redundancia ) en algo que ya se sobreentiende y también es inncesario.

    - ¨ Voy a subir para arriba ¨ ó ¨ Voy a bajar para abajo ¨ .

    - ¨ Cuatros, repito, cuatros han sido los goles de CR9 ¨ . ( Posiblemente no fuese andaluz el enfático hombre periodista... ).

    Pero, que, me quedo con la voz insufrible de algunos contertulios en esas ¨ Teles de Soros ¨ ( y de la misma empresa editora que suministra las mismas noticias aunque con siglas de canales indistintos, A-3, LaCuatro, etc.. ) y sus mesas de debates :


    - ¨ Eso es una absurdez...sí, sí, es una auténtica absurdez, jamas he visto semejante tontería... ¨

    ( un contertulio en representación del PP, en España ).

    - ¨ Hay que evitar la radicalización del Radicalismo...sí, repito hay que terminar con la radicalización del Radicalismo.. Susana déjame que lo repita otra vez más a los televidentes... ¨

    ( una contertulia ¨ experta ¨ en alguna temática, para con los asuntos sensibles y a los pocos días de los atentados de París, sesión matinal ).

    - ¨ ¿ Qué va a pasar ahora con los inmigrantes españoles en Estados Unidos... ?, ¿ qué les va a pasar..?, repito, hay muchos inmigrantes españoles allí... ¨

    ( Mesa, ( repleta de extranjeros periodistas del país norteamericano ), de un supuesto y aparente formato, de debate televisivo, con un presentador excesivamente inquieto en gestos y ademanes innecesarios, matinal, a los pocos días del triunfo de D. Trump en las Elecciones del 2016. Y que se confundía emigración con inmigración, excepto en aquellos que estaban presente en esas ¨ mesas ¨ con su sonrisa socarrona antes de responder ante tal adoctrinamiento político incesante en ¨ La Mass Media ¨. )

    Hay muchos más símiles, pero me sobreviene la idea de ¨ no hacer sangre ¨ con éstas frases erróneas y apresuradas del más puro y riguroso ¨ directo ¨ para con las noticias de la más rabiosa actualidad, en ocasiones.

    Saludos jóvenes y jóvenas ( otro ejemplo ). Todos gentes de buena fe, si cabe.


    Última edición por SignaSuperVestes; 09/12/2016 a las 17:37 Razón: Megapolítica

  15. #15
    Comunero Convencido está desconectado Miembro graduado
    Fecha de ingreso
    06 nov, 16
    Edad
    22
    Mensajes
    93
    Post Thanks / Like

    Re: Los errores más frecuentes en castellano

    También es erroneo decir en base a. Lo correcto es decir con base en.

  16. #16
    Avatar de Montealegre
    Montealegre está desconectado Miembro Respetado
    Fecha de ingreso
    31 dic, 13
    Ubicación
    Civdad de los Reyes, Reynos del Perv
    Mensajes
    464
    Post Thanks / Like

    Re: Los errores más frecuentes en castellano

    Cita Iniciado por Hyeronimus Ver mensaje
    Lo de "en ver de", "arimar" y "yo vía" parece un uso local, y yo también podría hablar de muchos localismos extraños de donde yo vivo, pero hay cosas que están mucho más extendidas, y no necesariamente entre personas de poca cultura. En el norte y centro de España está muy extendido eso de "ves allí y tráeme tal cosa" o "ves allí y mira a ver tal y tal", en vez de "ve", que es la forma correcta y lógica en un imperativo. Ve con los pies y luego ve con los ojos. Y no hablemos de los laísmos y leísmos, que a veces hasta se oyen en televisión. Y a propósito de televisión, en un programa supuestamente cultural como es Saber y Ganar, en la segunda cadena de TVE, no solamente hacen el ridículo con unas pronunciaciones disparatadas de las palabras extranjeras; es que ni siquiera saben pronunciar el castellano. Por ejemplo, la equis siempre la pronuncian sh, a pesar de que desde el siglo XVI ya no se pronuncia así. Es una evidente interferencia del catalán (el programa se hace en Barcelona), pero lo que puede ser comprensible en una persona de la calle sin mucha formación cultural que vive en una región bilingüe es inadmisible en un programa cultural que se ve a ambos lados del Atlántico. El colmo no es que digan cosas como gas "shenón", que conviertan en gallego o portugués al poeta andaluz Vicente Aleixandre pronunciando "aleishandre". La semana pasada hicieron el ridículo diciendo "Oashaca". Si no saben que se pronuncia "oajaca" (hasta cierto punto comprensible), a los mexicanos les sentará muy mal oírlo así, o se quedarán pensando que en la Madre Patria no sabemos leer.

    Y ahora que lo pienso, me parece recordar que ya había un hilo con este tema del mal uso del castellano. Abriendo otro le damos más trabajo a Donoso, que luego los tiene que juntar.
    Aquí en Perú también se puede ver Saber y Ganar. A veces lo veo, y precisamente me había llamado la atención la extraña forma de pronunciar la equis. Me preguntaba por la razón de tan peculiar pronunciación. Veo que se trata de influencia del catalán. Gracias por el dato.

  17. #17
    Avatar de Hyeronimus
    Hyeronimus está desconectado Miembro Respetado
    Fecha de ingreso
    16 ene, 07
    Mensajes
    20,843
    Post Thanks / Like

    Re: Los errores más frecuentes en castellano

    Hablar de género en vez de sexo refiriéndose a las personas es en buena parte anglicismo (en inglés el género gramatical es prácticamente inexistente) pero en todo caso se debe ante todo a la satánica "filosofía de género" que nos quieren introducir a la fuerza, según la cual no es algo biológico sino escogido por la persona. A cualquier feminista que me hable de género la puedo cortar fácilmente diciéndole: "Pues tú eres del mismo género que yo: género Homo, especie Sapiens". En ese sentido sí se puede hablar de género.

  18. #18
    Avatar de Valmadian
    Valmadian está desconectado Miembro tradicionalista
    Fecha de ingreso
    23 oct, 06
    Ubicación
    Buscando mi Patria, pero no la encuentro.
    Mensajes
    10,952
    Post Thanks / Like

    Re: Los errores más frecuentes en castellano

    Género y ciertas tendencias políticas suelen asociarse para deshacer el idioma. Me enseñaron cuando era un chaval que iba al colegio que además del masculino, del femenino y el neutro, existían otros tres géneros que servían entre otras cosas para no tener que escuchar barbaridades como "clienta", hoy tan extendida, "jueza", que da patadas al oído y otras expresiones similares que las feministas han pretendido imponernos, bajo la acusación de "machismo" si no hacíamos caso. Siempre he tenido curiosidad por saber a qué se dedican tales feministas.

    Y esos otros géneros son el epiceno, que es el de animales que tienen un mismo artículo y una misma terminación para ambos sexos, como : el buitre, la jirafa, el ñu, la gacela, la perdiz, etc. Y es que a nadie en su sano juicio y para evitar ser tachado de machista se le ocurriría decir, el jirafo, el perdizo o la buitra, presentando un serio problema el caso del ñu, pues no sé si sería como consecuencia de este dislate tener que decir el ñuo y la ñua.

    Luego, sigue el común, que se aplica a personas que, con la misma terminación, admiten el artículo masculino o femenino, según se trate de varón o de mujer, como el testigo y la testigo, no la testiga; el cliente y la cliente, no la clienta tan en uso y ya mencionada; el juez y la juez, no la jueza.

    Y terminamos con el ambiguo, que es para cosas que, con una sola terminación, admiten indistintamente el artículo masculino o femenino sin variar de significación, como: el mar y la mar.

    Por ello, no se pueden considerar ambiguos los términos que cambiando el artículo cambian totalmente de significado, como: el capital o la capital, el pendiente y la pendiente, el cura y la cura, y se puede seguir con otros términos como: cometa, frente, guardia, corte, corneta, pez, génesis, vocal, etc.
    Última edición por Valmadian; 04/07/2013 a las 19:54
    "He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.

    <<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>

    Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.

    Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."

    En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47


    Nada sin Dios

  19. #19
    Avatar de Hyeronimus
    Hyeronimus está desconectado Miembro Respetado
    Fecha de ingreso
    16 ene, 07
    Mensajes
    20,843
    Post Thanks / Like

    Re: Los errores más frecuentes en castellano

    Conforme en todo, salvo en el caso de "jueza", en el que me permito disentir. Es cierto que aquí en España lo habitual (incluso en estos tiempos de degeneración lingüística, con ese mal llamado "lenguaje no sexista" que en realidad es lenguaje muy sexista) lo habitual es decir la juez y no la jueza, que rechina. Pero habiendo vivido muchos años en Hispanoamérica, tengo que decir que allí lo habitual y lo natural es decir "la jueza" y no "la juez" (por eso cada vez que oigo "la juez" me suena a "la nuez"; no es chiste, de verdad me pasa), y eso en cualquier ámbito, no sólo entre los que emplean el lenguaje políticamente correcto. En este caso en particular es simplemente cuestión de estar más acostumbrado a un término o a otro. Lo que pasa es que antes no había juezas o era muy raro y por eso no se veía la palabra. También les choca a muchos eso de "la abogada", ahora que es más frecuente que haya mujeres que ejerzan la abogacía. Sin embargo, durante siglos hemos rezado la Salve (oración que nació precisamente aquí en España) y hemos llamado con toda naturalidad a Nuestra Señora "Abogada nuestra". Y ningún verdadero católico dirá que no está dicho en un sentido literal. Es ciertamente Abogada nuestra, intercede por nosotros ante su Hijo.

    Pero en todos los demás casos es verdad que el llamado lenguaje de género es en realidad lenguaje degenerado, que es antinatural y destruye la lógica y la esencia del idioma. El género no tiene nada que ver con el sexo aunque en general coincida. En italiano, por ejemplo, es normal aplicar a muchas profesiones no sólo el sustantivo masculino sino también el artículo, lo cual puede dar lugar a equívocos cuando luego resulta que cuando dicen "l'avvocato" es una abogada y no un abogado, o "il chirurgo" y la intervención quirúrgica la realiza una mujer. Lo curioso es que por influencia del francés, si bien lo habitual es decir "il ministro" cuando es una mujer, se está extendiendo la forma "la ministra". Pero como digo, hay muchas profesiones en que lo habitual es utilizar incluso el artículo masculino. Y en alemán, palabras como "Weib" (mujer) o "Kind" (niño) son del género neutro, prueba de que género no es necesariamente lo mismo que sexo. Y en cuanto a seres inanimados también van a contracorriente de la mayoría de los idiomas: "Die Sonne" ("la" sol) y "der Mond" ("el" luna). En español sin ir más lejos, decimos "fulano es una bellísima persona" para encarecer su bondad, y nadie pone en duda la masculinidad del tal fulano, porque los varones también somos personas, lo mismo que decimos "la criatura" hablando de un niño chiquito (también el quechuismo "la guagua" en los países andinos; sólo en Ecuador distinguen diciendo "el guagua" si es varón), y da igual que sea niño o niña.

  20. #20
    Avatar de Mexispano
    Mexispano está desconectado Miembro Respetado
    Fecha de ingreso
    20 may, 13
    Mensajes
    4,607
    Post Thanks / Like

    Re: Los errores más frecuentes en castellano

    Pensar la ortografía

    Autor: Enrique G
    Edición:274
    Sección: Miscelánea



    A mamá, reverente de la ortografía



    «Sed realistas, pedid lo imposible».

    Graffito en París, mayo de 1968





    LA ORTOGRAFÍA DE LOS (IN)CULTOS

    El año pasado impartí clases en una preparatoria y en una universidad privada. En total, exponía a casi 200 alumnos. El primer día de clases acordamos las reglas y una especie de apuesta: exentarían cuantos descubrieran en cualquier palabra escrita por el profesor un error de ortografía. Como contraparte, les restaría puntos por cada error. Aceptaron entusiasmados. A la semana siguiente hubo protestas de todo tipo, y hacia el final del año varios me odiaban. Durante el año entero me lanzaron siempre la misma pregunta: ¿ortografía para qué, si la idea se entiende?

    No pude responder juiciosamente, lo confieso. La ortografía era necesaria, deseable, correcta. Lo sabía por una corazonada. Los errores ortográficos despreciables, equivocaciones, defectos eso: errores. Pero no podía explicarlo de una manera definitiva ni convincente. Tal vez no exista ningún argumento, pensaba. Mientras tanto, constataba cómo mi exigencia se había convertido en una tortura insoportable para la inmensa generalidad.

    Caí en la cuenta luego de que no sólo los mexicanos, sino el mundo entero estaba afectado. Hoy por hoy, es otro de los rasgos globalizados, impensable hace unos años. En Alemania, por ejemplo, muchas personas mayores de 25 años se han devanado los sesos para entender qué puede significar el concepto «error ortográfico». Simplemente no comprendían cómo podría escribirse mal una palabra: o se escribía otro vocablo o se trataba de algo inexistente.

    Parece una perogrullada, pero el alemán tradicional no se planteaba la posibilidad de escribir «liebe» en lugar de «Liebe», o «Universitat» en vez de «Universität». Era inadmisible. Pero los alemanes más jóvenes, por la premura de los messengers y la caducidad del epistolario electrónico, han sucumbido, y hoy escriben como los preparatorianos de México, sin respeto por los signos de puntuación, las versales o las demás pautas.

    La cuestión empezó, me parece, en Estados Unidos, donde era cool escribir abreviaturas o inventar nuevas palabras más cómodas que las existentes: «how R U?». El sentido práctico se impuso a lo correcto. A este fenómeno contribuyó, sin duda, el sistema escolar, deficitario para la mayor parte de la clase media estadounidense. Esa generación, ya familiarizada con el error dactilográfico, laxó su atención mientras escribía a mano.

    Gracias al auge económico, político, turístico y tecnológico, el inglés se profesa como lingua franca, sobre todo en internet, y va permeando el resto de las lenguas. Incluidos sus desaciertos. Si se aflojó en el inglés, era previsible la pérdida del rigor en las demás lenguas.

    La prensa y los libros impresos eran el último bastión, y sin embargo, en estos días, ya no se puede fiar uno ni siquiera de ellos. Siempre se escapan errores y, aún más cínico, se pacta con ellos: la sección «Gente!» de un periódico de prestigio nacional rehúsa el signo de exclamación de apertura, uno de los privilegios del castellano sobre las demás lenguas. Si la prensa no respeta las normas de la Academia, ¿cómo se le puede exigir a nadie revisar, corregir y releer? En México, la prensa y los profesores son la carta de Urías para la ortografía.

    La ortografía comprometía antes al redactor con la estructura fundamental de la palabra. En nuestros días, por el contrario, es de facto artilugio de sabios y entendidos. Pareciera que sólo un puñado de gente encuentra digno de interés escribir las palabras tal como son. Un fuero de iniciados, quienes suscriben la sentencia de Kierkegaard: «ser culto es saber distinguir la categoría de lo interesante». Pero no debería ser así, es falaz.

    A las palabras se las debe respetar ninguna dispensa aventaja a nadie porque refieren a muchos hombres amparados bajo una tradición literaria secular, desde el Mio Cíd hasta Borges, y porque lo protegen a uno mismo.



    RAZONES A DEBATE

    ¿Cuál es el lugar de la ortografía? Esa era la difícil pregunta de mis alumnos, más esgrimida para salvar la calificación y menos por sincera preocupación. Puedo ofrecer tres respuestas, a un año de distancia. Primero, una de corte minimalista, después, la tradicional, y por último, otra más bien práctica.

    Desde una perspectiva minimalista, la ortografía se manifiesta como pudor. Importa menos cuáles sean las partes pudendas o los actos disimulados que la invariable realidad de todas las tradiciones a favor del pudor. Parecen decir siempre lo mismo: «un hasta aquí a los ojos de los demás, una afirmación de que el ser humano no puede ser visto como eso que despierta curiosidad o apetito, sino como tú» [1] .

    El pudor es ante todo personal, mucho antes de su connotación sexual característica. El hombre pudoroso y la mujer púdica rechazan la mirada de quien pretende esculcarlos, como se desordena un cajón hasta encontrar lo escondido a los ojos. El ánimo se rebela ante esa intromisión inquisidora, tan curiosa como Pandora.

    De cierta manera, la ortografía es una de las formas del pudor para la inteligencia. En efecto, así como los vestidos ocultan en parte el cuerpo y la discreción las acciones, la ortografía resguarda en buena parte la vastedad y la universalidad de la cultura personal. Escribir defectuosamente desenmascara de inmediato la mala calidad de nuestra formación universal.

    Resulta muy difícil, casi imposible, imaginar la convivencia entre una cultura generosa y una mala ortografía. Para decirlo a la inversa: leer un texto plagado de errores desanima, invita a la deserción, pues se sospecha de las ideas. Como contraparte, la buena ortografía de una persona la coloca en el terreno de los hombres educados, en el sentido más llano, pero no por eso menos importante. Escribir correctamente equivale a andar vestido y a ser discreto en la urbe de las letras y las ideas.

    La faz pudorosa de la ortografía parece un argumento desconocido pero implícito en otro; me limito tan solo a sugerir la idea para una reflexión ulterior. En cambio, son muchos quienes articulan el argumento habitual, según el cual la ortografía se compara con la elegancia. Ambas reflejan buen gusto y la serenidad de un espíritu equilibrado.

    Redactar bien tiene algo de arte, y los poetas nacen, no se hacen, dice el refrán. Hemingway era aún más demoledor cuando respondía: «Escribir bien es intolerablemente difícil». No se pide a todos un estilo literario, mucho menos poético.

    Si la redacción literaria les está vedada a muchos, estos aseguran o pueden asegurar su pertenencia a la lengua mediante el dominio de las palabras: la ortografía es una técnica más sencilla que el difícil arte de la buena redacción. Está al alcance de cualquiera. Por eso compete a todos la exigencia de mantener la elegancia en la representación gráfica de las palabras.

    Los padres se preocupan por corregir el ceceo de sus niños, por ser un defecto, pero no parece importarles si escriben «zaztre». El desacierto es el mismo. Curiosamente, se pone más atención al lenguaje verbal que al escrito. Sólo la desgana y la falta de previsión pueden explicar este modo de conducirse. A lo largo de la vida escribiremos una caterva de palabras sin mucho concierto o importancia, donde los yerros podrán ser, a fin de cuentas, banales. Pero hay otra multitud con la mayor dignidad, como las cartas a la amada.

    Tan poco romántico sería escuchar: «Ay, me dedvela el adul de tud ojod», como leer: «Hay, me dezbela el hasul de tuz hojos». Y, sin embargo, es prácticamente nulo el interés por corregir esta clase de imperfecciones. Quien lo intenta se topa con críticas «por la ce-rrazón de mente y por ser tan conservador», tanto de alumnos, como de los padres de familia, e incluso de los mismos colegas.

    La elegancia, a fin de cuentas, no es un valor de moda. Ahora la gente se viste según el criterio de lo cómodo, lo caro o lo roto. La elegancia ha perdido terreno no sólo en el vestido sino también en la literatura, la arquitectura, la urbanística, la publicidad, las maneras, la música, las expresiones y hasta en la caligrafía. El diario o el epistolario de la bisabuela pueden constatarlo. En nada se comparan esos preciosos garigoleos con la desbaratada letra script.

    Es insuficientemente conocido el lema de la Real Academia Española de la Lengua: «Pule, fija y da esplendor». Mientras el pulimento y la esplendidez se refieren al buen gusto, lo de fijar se refiere al orden. La tercera razón está pues, poco involucrada con la elegancia, tiene un cariz pragmático.

    Es necesario cierto estado de reposo en las lenguas. Todo organismo vivo lo necesita. Desatender esta uniformidad mínima multiplica las discrepancias con la velocidad de las sectas. A estos les disgusta la hache y la apartan o la sustituyen por una gue, otros escriben indistintamente la be o la uve, aquellos declararon la guerra contra las tildes y los de más acá no han oído hablar de la diéresis. Reina la perplejidad, una ignominia para las lenguas. Sale entonces al paso la Academia con la única pretensión de orquestar, de ordenar, no de imponer. Si se impone es como último recurso.

    El efecto es siempre benéfico. A saber, la unidad del idioma a lo largo y ancho de la geografía y de los cuatrocientos millones de hispanohablantes. El famoso lingüista venezolano Ángel Rosenblat reconoció la unidad ortográfica como «la mayor fuerza aglutinante, unificadora de una amplia comunidad cultural: por debajo de ella pueden convivir sin peligro todas las diferencias dialectales El triunfo de la ortografía académica es el triunfo del espíritu de unidad hispánica». De esta manera, la propia Academia admite un nuevo entendimiento del antiguo lema: «Unifica, pule y fija» [2] .



    EL NOBEL Y LOS ESTUDIANTES

    En abril de 1997, teniendo por marco el Primer Congreso Internacional de la Lengua Española, y como auditorio al presidente Ernesto Zedillo, a los reyes de España y a otros dos premios Nobel, Gabriel García Márquez leyó su famoso discurso Botella al mar para el dios de las palabras. Transcribo con parcialidad el egregio y polémico párrafo: «Jubilemos la ortografía, terror del ser humano desde la cuna: enterremos las haches rupestres, firmemos un tratado de límites entre la ge y jota, y pongamos más uso de razón en los acentos escritos, que al fin y al cabo nadie ha de leer “lagrima” donde diga “lágrima” ni confundirá “revolver” con “revólver”».

    El zacatecazo, lo llamaron algunos. García Márquez tenía el prestigio necesario para sacudir a la opinión pública. Y lo consiguió. No fue el primero ni será el último en sugerir necedades.

    El nobel colombiano se limita a sugerir reformas sin justificarlas, con la frivolidad de la fama. Si de propuestas se trata, debería cimentarlas en la razón, me parece, y no colgarlas de sus diplomas y reconocimientos. Es una propuesta grave disfrazada con la noble intención de «simplificar la gramática».

    Suscribo la opinión de Mempo Giardinelli, quien reflexionaba esa misma semana: «Las reglas siempre están para algo. Tienen un sentido y ese sentido suele ser histórico, filosófico, cultural. La falta de reglas y el desconocimiento de ellas es el caos, la disgregación cultural. Y eso puede ser gravísimo para nosotros, sobre todo en estos tiempos en que la sabiduría imperial se ha vuelto tan sutil y astuta. Las propuestas ligeras y efectistas de eliminación de reglas son, por lo menos, peligrosas. Precisamente porque vivimos en sociedades donde las pocas reglas que había se dejaron de cumplir o se cumplen cada vez menos, y hoy se aplauden estúpidamente las transgresiones. Es así como se facilitan las impunidades» [3] .

    Incluso es posible trazar un parangón entre ética y ortografía: hay muchas maneras de escribir una palabra y de transmitir su contenido. Por encima de los defectos verbales o gráficos existe la capacidad de comunicar el mensaje, «vdd q si?». Sin embargo, sólo de una manera se pronuncian y escriben correctamente las palabras. Es un civismo lingüístico elegido por convención, aunque García Márquez pretenda obviarlo, como rehusó también acatar las normas de etiqueta la noche que recibió el Nobel en Estocolmo. Pero en esta época de desbandada ética, ¿cómo se puede exigir a la gente atención y cuidado a las normas ortográficas?

    En general, la utilización combinada y jerarquizada de tres criterios universales han regulado la evolución de la ortografía académica: la pronunciación, la etimología y el uso (como decía Horacio, es el árbitro definitivo en cuestiones de lenguaje). En un idioma donde conviven tantas naciones y gentes, las modalidades de pronunciación se atomizan como una diáspora. Sólo el lenguaje escrito tiene la posibilidad de mantenerlas a todas unidas. Podrá haber confusión en ciertas regiones al escuchar casa o caza, nunca al leer.

    Valdría la pena aprender a valorar la ortografía de nuestro idioma. En alemán, las vocales largas no se distinguen en lo gráfico de las vocales breves. Por ejemplo, «rot» se pronuncia «root», pero la «i» en «ich» es breve. El idioma inglés prefiere también los casos particulares a las normas generales. Es necesario ejercitarse en la duración de cada vocal de cada palabra.

    Cuesta entender, por lo tanto, el dolor que la ortografía castellana causa en muchos. En nada se compara la ardua tarea de aprender la casi infinita casuística inglesa o alemana con aquella otra de entender y aplicar nuestras reglas mínimas de acentuación.

    Un día, mientras exponía alguna de las tesis de la ética helenística en el salón de clases, escribí aposta en el pizarrón una palabra sin tilde. «Orgia», acordemos. Lamento reconocerlo: el año pasado ninguno de mis alumnos exentó, ni siquiera con esa ayudita.





    _________________________


    [1] Gabriel Zaid. «Pudor y curiosidad» en Letras Libres 62. México, 2004. p. 58.

    [2] Resulta provechoso observar, al menos de modo tangencial, cómo la Academia surge en un contexto católico, donde se reconoce la necesidad de la autoridad jerárquica. El cardenal Richelieu fundó en 1635 la Academia Francesa. Hacia 1713, Juan Manuel Fernández Pacheco, marqués de Villena, fundó la Real Academia Española, aprobada al año siguiente por Felipe V. La aspiración era conservar la lengua pura y comprensible para todos, dotarla de reglas y uno de sus principales instrumentos ha sido el diccionario. La Academia, pues, copia el modelo del Magisterio de la Iglesia: una autoridad no democrática, con rituales, un libro a guisa de hito, un recinto, protocolos, un catálogo de hombres ilustres y muchos otros detalles más o menos significativos.

    Los países de tradición protestante, en cambio, en donde las libertades individuales priman sobre las imposiciones colectivas, no habían contado, hasta hace poco, con algo semejante. En los últimos años, la necesidad de reunir a los habitantes de esta babel les ha empujado a reformas y otros artificios. Tal es el caso, por ejemplo, de la reforma de 1996 en Alemania, y la reedición de los doce ma-nuales Duden.

    [3] Mempo Giardinelli. «Jubilación de la ortografía» en Página/12. Buenos Aires, viernes 11 de abril de 1997.





    Fuente:

    Pensar la ortografía | Revista ISTMO

Página 1 de 2 12 ÚltimoÚltimo

Información de tema

Usuarios viendo este tema

Actualmente hay 1 usuarios viendo este tema. (0 miembros y 1 visitantes)

Temas similares

  1. Respuestas: 7
    Último mensaje: 31/08/2011, 19:24
  2. Errores del Youcat
    Por Nicus en el foro Religión
    Respuestas: 16
    Último mensaje: 31/08/2011, 04:08
  3. Los errores de Carlos Disandro (libro)
    Por Erasmus en el foro Religión
    Respuestas: 0
    Último mensaje: 19/05/2010, 02:01
  4. Errores sobre la Misa en el Vaticano II
    Por Gothico en el foro Crisis de la Iglesia
    Respuestas: 0
    Último mensaje: 06/01/2008, 22:37
  5. Respuestas: 5
    Último mensaje: 03/05/2005, 12:57

Permisos de publicación

  • No puedes crear nuevos temas
  • No puedes responder temas
  • No puedes subir archivos adjuntos
  • No puedes editar tus mensajes
  •