La Patria y el
"corpus político" que tú llamas "nación" -yo diría
estado-nación o "aparato" político- son, en vardad, dos cosas muy diferentes, pero no de idéntico valor y jerarquía, no paralelamente situados a un mismo nivel:
La Patria está
por encima del aparato político; y éste último es un
instrumento de la primera.
El Estado no hace a la Patria, sino que debe servirla. La Patria es una realidad heterogénea, compleja y, sobretodo,
orgánica, mientras que el estado
no lo es. El Estado no debe conducir o decidir la vida de la Patria, sino que es la comunidad de quienes integran la Patria, y quienes mejor la sirven, quienes deben "
poblar" el aparato del Estado, para -repito-
servir a la Patria, para realizar los designios de su misión y asegurar el bienestar de su comunidad de gentes.
Es decir,
la Patria preexiste a la nación-estado o al "aparato político". La
nación -entendida como
aparato político o
estado, a la manera liberal- debe ser sólo una
herramienta de la Patria, y no debe prevalecer nunca sobre ella, nunca sobrepasarla en jerarquía y dimensiones. Lo contrario ocurre hoy, por desgracia: el Estado
decide lo que es España, y la mangonea a su antojo, y al timón de ese
estado se encuentran timoneles cada vez más anti-españoles, quienes ni siquiera forman parte de la Patria o quienes la desprecian.
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