Lo único cierto del habitual exabrupto de Chanza --aquejado de falangitis crónica aguda-- es que no se puede atribuir toda la obra social del Régimen al sector falangista. El sector tradicionalista, o simplemente católico, incorporaba también ideas sociales que podrían inspirar perfectamente parte de esa legislación.
Por otra parte queda fatal y es por completo incoherente negar cualquier participación del carlismo en el Régimen, como habitualmente intenta Chanza, y luego querer atribuirse parte de sus méritos. Lo mismo va para los falangistas. Hay que estar a las duras y a las maduras. O no se puede estar en misa y repicando.
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