Re: Nación y Raza
Iniciado por
Ordóñez
Si la memoria no me falla, la enciclopedia de la historia de España dirigida por Domínguez Ortiz cifra la presencia romana en torno al 20/25 % de la población. No sabemos si todos eran de la península italiana, seguramente no. Tampoco soy muy amigo de este tipo de porcentajes en la historiografía, pero igualmente creo que sirve para ilustrar; por ejemplo frente a los visigodos, que anduvieron entre el 5 y el 10%.
Como dice Valmadian, es cierto que en el reino de Granada fue donde más continuó la presencia musulmana. Según Münzer, "la mitad de Granada eran moros blancos"; luego tenemos que muchos moriscos fueron repartidos por distintas áreas peninsulares y que en Granada por ejemplo quedan nombres como "Capileira", topónimo que fue de repobladores gallegos.
O sea, étnicamente hispanorromanos y lo que hubiera de pervivencia del elemento gótico.
Verdaderamente no creo que jamás se lleguen a poner de acuerdo los historiadores serios acerca de la demografía de las diferentes etnias que se han asentado en el territorio peninsular. Además, el asentamiento en la mayoría de ellas fue muy irregular y excepto en el litoral mediterráneo, mucho más desarrollado en aquellos siglos, las comunicaciones entre muchas tribus y clanes eran casi inexistentes. En mi opinión hay dos etapas muy claras en las que se empieza a configurar la "nacionalidad cultural" hispana: bajo la Administración romana, y con la transformación de la provincia en el Reino Visigodo. Este habría recuperado renovándolo el esplendor de Hispania, luego interrumpido por las invasiones del Norte de África, pero reconstituyéndose a medida que las otras retrocedían. En esta irrupción, desde mi punto de vista, podría estar la causa primera de los actuales separatismos, y es que el proceso constitutivo de la nacionalidad ya no siguió, pese a todo, su devenir como en el resto de Europa Occidental. Un factor decisivo en esa configuración ya sesgada, y que se me corrija si me equivoco, es que no hubo feudalismo en España, entendido con propiedad.
Si fuese cierto ese elemento aglutinador de la raza y el territorio, en España no habría separatismo, pues el elemento étnico en todas partes tiene los mismos componentes históricos, salvo las repoblaciones más recientes llevadas a cabo por los primeros Borbones.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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