Como se desprende de mis intervenciones en el foro, y como resulta natural a un joven, viré de posición histórico-doctrinal: comencé siendo seguidor de Juan María Bordaberry, mas luego me incliné por seguir al nacionalismo católico, sobre todo tras el estudio de fuentes históricas. Todo ello está públicamente manifestado aquí y en mi blog, a través de un par de artículos académicos que escribí. Pero, por esas cosas que nos tiene preparadas la Providencia, un comentarista del blog, el estimado Carlos Ferri, de a poco fue contraargumentando mis premisas, y sobre todo me hizo ver que la cuestión de las emancipaciones hispanoamericanas no es un tema que se resuelva desde el punto de vista histórico, sino desde el tinte ético o filosófico. Así, uno puede dar por ciertas las felonías y la incompetencia de los Borbones; mas, ello no legitima una revolución que constituya una nueva patria, y menos si va a ser una República. A continuación expongo mi primer esbozo de conclusión, donde explico cuáles son los argumentos para decirle NO al nacionalismo católico, y SÍ al tradicionalismo monárquico.
Primer esbozo de conclusión
Como bien dijo Carlos, inclinarse por una postura respecto de las independencias hispanoamericanas es un tema, más que histórico, filosófico o teológico. Se pueden citar mil fuentes, se puede asegurar que los Borbones fueron felones y bellacos, pero resultará inane. Así, estas fueron las primeras conclusiones que saqué, desde el punto de vista -si se quiere- de la moralidad:
CONSIDERACIONES:
1) ¿Es ético emanciparse, formando otra patria, si hay malos gobernantes? Supongamos que vivo en los primeros años del siglo XIX. Soy un criollo, con el mismo pensamiento que tengo ahora. Veo que los reyes son incompetentes y pérfidos. ¿Qué hago? ¿Lucho por volver a establecer el verdadero Antiguo Régimen o peleo por formar nuevas naciones, con un régimen Republicano? La respuesta es obvia: lucho por lo primero. De esa forma, se desprende que quienes se inclinaron por crear nuevas Repúblicas no tienen los mismos ideales que yo: no tienen ideales católicos, tradicionalistas, sino que tienen unos de tipo liberal y masónico: tal fue la concepción de las revolutas francesa, inglesa y norteamericana.
2) Y así: ¿Qué voy a hacer? ¿Voy a morir por una bandera con un Sol masónico? ¿Por un himno que reza: “Libertad o morir”, en frase acuñada por masones? ¿Por una República que vino a destruir el Antiguo Régimen? Está claro que no.
De manera que adherir a la causa monárquico- tradicional es lo más adecuado teniendo en cuenta mi pensamiento.
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