Enhorabuena por el hallazgo, ojalá sea auténtico.
Justo hoy descubro esto:
Resucitar a Cervantes a través de su firma
El depósito regional, con cerca de 50.000 tomos originales, recorre los litigios de los últimos cinco siglos en Madrid
Firma de Miguel de Cervantes, en un protocolo original del Archivo Histórico
IGNACIO S. CALLEJA
«Miguel de Cervantes, natural de Alcalá de Henares, residente en esta Corte, digo que a mi derecho conviene probar y averiguar, con información de testigos, de cómo yo he estado cautivo en la ciudad de Argel y cómo soy rescatado y lo que costó mi rescate...». La cita, en apariencia apunte de una de las obras del autor del Quijote, es, sin embargo, la prueba de fe, autografiada, de que él estuvo preso entre 1575 y 1580. La evidencia sobre su encarcelamiento, como otros tantos episodios de su vida, descansan junto a otros casi 50.000 ejemplares originales, conservados en el Archivo Histórico de Protocolos de Madrid.
No se trata de meros textos con carácter histórico y legal, sino la radiografía de los últimos cinco siglos y sus modos de vida, con independencia de la posición social del firmante. Poderes, arrendamientos, ventas, donaciones, cautiverios, libertad de esclavos, fianzas, emancipaciones... Todos, pobres o ricos, figuran en estas disposiciones. Una reconstrucción fidedigna de Madrid y sus personajes anónimos e ilustres; la crónica mundana desde el prisma de los protocolos notariales. Una fuente fundamental para comprender la Historia y para garantizar el derecho privado de los ciudadanos.
Según explicó a ABC la directora del Archivo, Teresa Díez de los Ríos, en este edificio ubicado a espaldas de la estación de Delicias se custodian los protocolos que abarcan desde 1504 hasta 1915, en proceso de análisis y restauración, en el caso de que no hayan sido tratados. El apelativo de «histórico» indica que en este espacio se guardan únicamente los textos de más de cien años. Los que no cumplen con esta premisa se encuentra en los Archivos Generales de los Distritos Notariales o en los Colegios Profesionales. Los notarios actuales, por su parte, conservan los propios con hasta 25 años de antigüedad.
Precisamente la dispersión de estos protocolos notariales es lo que motivó la creación de un Archivo de Protocolos. El que nos atañe, el de Madrid, presume de ser el más longevo de España, constituido el 5 de marzo de 1764. Con el nombre primigenio de Archivo Histórico de Protocolos, se creó mediante Real Cédula de Carlos III. El propósito del monarca era elaborar una recopilación de los protocolos perdidos y de escribanos fallecidos.
Este oficio de escribano, entonces hereditario, es lo que hoy conocemos como notario. En la fecha, sin embargo, gozaban de funciones tanto judiciales como extrajudiciales. Aunque esto acabó en 1862, fueron los Reyes Católicos quienes empezaron a matizar estas atribuciones, en parte por los abusos que los escribanos cometían. Cobraban por renglones y, a menudo, elaboraban los protocolos con unos trazos más largos que los necesarios. Con la perspectiva del tiempo, perdonada la trampa, la belleza de esta escritura procesal, ilegible para los profanos, eleva aún más la consideración de los documentos.
Carlos III acabó con unas prácticas, de dejadez absoluta, que ahora se conciben como el elemento más nocivo para la conservación de los textos. Sirva como ejemplo una viuda que vende sus protocolos, «para descargo de su conciencia», porque estaban siendo roídos por los ratones de su cocina. Gracias a ello, en parte, ahora es posible reconstruir las irrepetibles figuras de Cervantes, Lope de Vega o Velázquez.
Es sabido que Argel marcó la vida y obra del Príncipe de las Letras; pero también la de su familia, que empleó todo su patrimonio para rescatar al autor por unos 300 ducados, según consta en el Archivo de Protocolos de Madrid. Lo cierto es que la pobreza fue algo inherente a su persona, pese a las ventas de sus obras, contratos también presentes en este inventario. Al librero Blas de Robles cedió los derechos de impresión de La Galatea y de sus «Novelas Ejemplares»; y a Francisco de Robles, Diego de Alfaya y Francisco del Mar el poder para querellarse contra quienes imprimieran El Quijote en España o Portugal. La obra cumbre de la literatura en español entregada por un puñado de monedas.
Un inventario único
No se sabe la dimensión volumétrica que tendría el archivo con los protocolos perdidos y dispersos. Aún así, los números se adecuan a su valor y consideración. Se calcula que el archivo (calle Ramírez de Castro, 3) cuenta con unos 50.000 tomos, lo que supone más de cinco kilómetros de estantería en línea recta. La Historia se acopia en multitud de pasillos junto a unos 7.000 protocolos de otros distritos notariales de la Comunidad y otros 800 tomos de los consulados españoles.
Las cifras, en efecto, no son más que un elemento frío y estadístico. La singularidad del depósito remite a las firmas que contiene y los episodios que representan. Si bien este texto se centra en la figura de Miguel de Cervantes, cuya muerte cumple el próximo año su cuatricentenario, el archivo no se reduce a la veintena de protocolos sobre él. Además, explica el cambio de Madrid, de Villa a urbe; o la sabiduría de Diego de Velázquez. Que el pintor sea considerado como un avezado maestro de la geometría, implantada en sus cuadros, es por los libros que contenía en su biblioteca. Por supuesto, este inventario está presente entre los documentos custodiados.
Un delicado tesoro
La antigüedad de las páginas, algunas tan finas como si fuera papel cebolla, requieren una labor metódica. El ejemplar más antiguo, de 1504, apenas conserva la escritura original. Varios restauradores trabajan para resucitar la vida que esconden sus letras, cuya tinta se filtra de una hoja a otra. Los centros de archivo de la Comunidad llevan a cabo trabajos de microfilmación, digitalización y restauración. Se estima que en 2014 el Archivo de Protocolos microfilmó unos 100.000 folios; unos 170 rollos que abarcan desde el siglo XVI hasta el XX.
La ubicación del Archivo Histórico en este edificio es, no obstante, provisional. El depósito primigenio está situado en la calle Alberto Bosch, en el inmueble constituido con este propósito por el arquitecto Joaquín de la Concha Alcalde en 1886. El pésimo estado de conservación obligó a la mudanza. Considerado como uno de los archivos de protocolos más importantes y ricos de Europa, acaso por la Historia que contemplan, el objetivo es crear un Archivo Histórico Provincial de Madrid, donde se incluya al actual.
Resucitar a Cervantes a través de su firma
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