¿País justo, un país de pervertidos? Yo conozco dos casos y hay que ver cómo acabaron: Sodoma y Gomorra. Usted no sabe ni de lo que habla.
Lea usted los teóricos de la Ciencia Política desde Platón y encontrará respuestas a la necesidad de la moral en los individuos sociales. Y La Iglesia, es decir La Católica, pues sólo hay una Verdadera, se escribe siempre con mayúscula, aunque no sea más que por respetar las reglas gramaticales. Pues bien, la existencia de La Iglesia obedece a la existencia de los pecados, tengan la condición añadida o no la tengan de delitos, crímenes, aberraciones, y otras truculencias, o se trate de simples pecadillos, como por ejemplo "sisar" algo del dinero que mami da a su hijito para ir al super; o decir mentirijillas aunque sean de esas llamadas "piadosas". Se llaman pecados mortales o pecados veniales, según el caso y circunstancias.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
"... Los siglos de los argumentadores son los siglos de los sofistas, y los siglos de los sofistas son los siglos de las grandes decadencias.
Detrás de los sofistas vienen siempre los bárbaros, enviados por Dios para cortar con su espada el hilo del argumento." (Donoso Cortés)
Las soluciones ya son conocidas, o por lo menos muchos coinciden en ellas. Otra también comentada es la de reducir el número de cargos y sobre esta no van a transigir porque nadie va a legislar para quitarse su puesto de trabajo, obviamente esta medida solo puede partir de un loco bondadoso o de una revolución sangrante.
Veo claro que en la mayoría de municipios no es necesaria la existencia de cargos políticos y podrían ser mejor administrados por funcionarios en base a unas necesidades regladas y unos presupestos.
Yo también, pese a mi más o menos "venerable edad", todavía sigo teniendo ideales. Es cierto que habrá quienes digan que estas propuestas que tu planteas, en cierto modo, sean una forma de colaborar con el sistema. Pero no me parece descabellada la idea de ir cambiando el sistema poco a poco... tal y como han sabido hacer ellos (que no siempre avanzaron en su marcha hacia la destrucción del cristianismo mediante acciones revolucionarias violentas). Su secreto ha sido el de saber esperar, marcarse unas metas a largo plazo e ir moviendo lentamente los hilos, modificando las cosas con el paso de los años, avanzando unas veces... y haciendo parecer que se 'retrocedía' otras. Pero jamás separando la vista de su final objetivo, que es el mismo del demonio. Porque Lucifer lleva siglos sembrando, aunque su siembra no será finalmente frutífera. La nuestra sí...
Como dice el viejo adagio que tu nos recuerdas: "quien siembra, recoge". Pues sembremos ideas tradicionalistas como quien siembra trigo, en lugar de su cizaña. ¿Por qué no..?, ¿qué perdemos con ello?. Como tu bien dices, algún día nuestros hijos o nietos, tengan la oportunidad de darle un vuelco a toda esta mierda luciferina.
Aunque también es verdad, como bien dice Alejandro Farnesio, que el gran problema de España es la destrucción de la moral católica. Pero no creo que contra eso no se pueda hacer nada de nada. No debemos caer en el pesimismo. Quizás nosotros no podamos, porque hoy en día no tenemos otra arma política que la de la palabra (y destaco lo de 'política', porque no es la única), pero ellos no han vencido todavía. Ganarán mil batallas, pero sus victorias solamente les conducirán hasta su final derrota, porque la victoria es solo nuestra. Y no son vanas palabrería, eso lo sabemos todos los que tenemos nuestra fé puesta en Cristo y en su victoria.
España, en otros momentos de su historia, también ha caído en el descreimiento y en la corrupción moral, y con la ayuda de Dios ha conseguido renacer de sus cenizas. Para empezar, rezemos y confiemos en Cristo... No creo estar diciendo tonterías, aunque a algún personaje como Valderrábano o a algún otro, se lo parezcan. A Dios rogando y con el mazo dando, que decía mi abuela. Y como bien dices, estimado Valmadian, nuestra arma política, ahora, no es otra que la palabra y el convencimiento que podremos obtener a través de ésta.
Me parece buena la idea de ir sembrando estas seis ideas que propones. Toda peregrinación comienza siempre con el primer paso, y no quedándonos parados asustados frente a la dureza de la marcha.
Un saludo
Última edición por jasarhez; 13/01/2014 a las 12:28
Las medidas que propone Valmadian me gustan, claro. Pero es que el problema es otro. Ellos creen que la política, el partido o el carguito es cortijo suyo. Ellos no están ahí para servir a la sociedad, sino para servirse del cargo en beneficio propio.
Otra medida que se podría introducir es la de exigir a los políticos un nivel mínimo de formación intelectual y académica. De todas formas, ya hay muchos como el propio Rajoy que es licenciado en Derecho y es el más joven de la historia en aprobar una de las oposiciones más fuertes que existen: Registrador de la propiedad.
Por eso insisto en el problema moral. Además, hay otros, como la pérdida de soberanía, puesto que estoy convencido de que Rajoy no toma decisiones, sino que le son impuestas por entidades supranacionales (OTAN, CCE, FMI, etc...).
En fin, que yo no veo solución.
¡VIVA ESPAÑA! ¡VIVA CRISTO REY! ¡VIVA LA HISPANIDAD!
¡VIVA ESPAÑA! ¡VIVA CRISTO REY! ¡VIVA LA HISPANIDAD!
"Dulce et decorum est pro patria mori" (Horacio).
"Al rey, la hacienda y la vida se ha de dar, pero el Honor es patrimonio del alma y el alma sólo es de Dios" (Calderón de la Barca).
Tienes razón, el problema principal es de índole moral, incluída aquí también nuestra pérdida de soberanía, o al menos el cómo nuestra sociedad ha permitido, hemos permitido todos... que sucediera. A mi tampoco me caben dudas de que las principales decisiones políticas nos vienen impuestas desde fuera, por entidades supranacionales mundialistas. Y el país que tiene gobernantes que no permiten dichas intromisiones son satanizados por el sistema, e incluso bombardeados por la OTAN. Aún así yo preferiría tener gobernantes de ese tipo a los nuestros, que ni siquiera gobiernan.
No digo que el camino vaya a ser corto. Si Dios no lo remedia, y sin un golpe de Gracia (o de fuerza), éste será largo y sacrificado. A primera vista, ni a corto ni a medio plazo, yo tampoco le veo solución posible a ésto. Pero vuelvo a insistir, al igual que has hecho tu y algunos más, aunque algún forero liberal, descreído y molesto se nos enfade, y nos llame 'mea-pilas', que sin retornar al catolicismo, esta conversión moral de la sociedad (y de nuestra clase política) va a ser imposible.
Pero hay que ir sembrando y hasta predicando con el ejemplo. El problema de fondo es la democracia elevada a los altares como ideal político. Un sistema que ha olividado la existencia del pecado original en el hombre... y que cree en la falacia de que éste es bueno por naturaleza. Y por ello olvida la verticalidad que ha de tener toda sociedad sana, para adorar la humanista horizontalidad permisiva de la tolerancia. Hemos dejado a un lado, e incluso despreciado, el principio de autoridad, y demás cosas que la historia ha demostrado ser necesarias, para llevar a buen término la nave de cualquier gobierno. Y hemos pasado de pensar que la Verdad nos haría libres, a pensar que la libertad iba a ser la que nos haráía 'verdaderos' (como decía algún ilustre político que todos recordaremos). ¡Menuda tontería!. Todos los que tenemos hijos sabemos de qué manera el espíritu humano está inclinado hacia el pecado y precisa de una sana autoridad y disciplina...
Un saludo
Última edición por jasarhez; 13/01/2014 a las 17:37
"... Los siglos de los argumentadores son los siglos de los sofistas, y los siglos de los sofistas son los siglos de las grandes decadencias.
Detrás de los sofistas vienen siempre los bárbaros, enviados por Dios para cortar con su espada el hilo del argumento." (Donoso Cortés)
En 1942, al comienzo dela guerra entre USA y Japón, luego del ataque de esta últimapotencia a la base aeronaval de Pearl Harbour, en Hawai, se puede verun video de un centro de instrucción norteamericano, donde miles dereclutas que allí se entrenaban, se dirigen a ellos desde unescenario, varios actores del cine de Hollywood.
Entre estos se pueden vera Bob Hope, Sinatra, Tyrone Power y otros. Los actores están echandodiscursos a los jóvenes aprendices de soldado, para animarlos a loque les espera en la lucha con los japoneses. Es interesante el cortoalegato de Tyrone Power cuando trata de motivarlos, diciendo poco máso menos: “Vais a luchar contra hombres como vosotros, vosotrosestáis mejor entrenados, mejor vestidos, mejor alimentados, mejorequipados, y debéis tener en cuenta que ellos noproceden de la luna, no han venido deninguna galaxia, ni son producto de la fantasía; son como vosotrosy tienen el mismo temor al combate que cualquier ser viviente, etc,etc.”.
Unrazonamiento tan elemental como este, y tan antiguo como el mundo, esnecesario traerlo aquí a colación, ya que con demasiada frecuenciaolvidamos estos extremos.
Cuandoactualmente se habla de los políticos en España, y de la clasepolítica en general, poniendo de manifiesto sus defectos eirregularidades en la gestión de la cosa pública, parece a simplevista que estoocurre porque estamos hablando de una casta de ciudadanos quenacen aparte de los demás, es decir como si biológicamente viniesende “otro planeta”.
No. En ningún modo. Lospolíticos españoles, por desgracia, y tal como están actualmentelas cosas, proceden de la sociedad a la que sirven -o dicen quesirven- , no vienen de la luna ni de otras galaxias o planetas;son como sus electores, los cuales, por cierto, los eligen librementeen los comicios una y otra vez, incluso a algunos harto corruptoscomo es público y notorio. Nada digamos en las áreas de losgobiernos locales, donde se pueden ver casos de de reelecciones depolíticos, condenados por los Tribunales, con total indiferencia porparte de sus electores.
La culpa de la calidad dela clase política -sea esta buena o mala- está en la ciudadanía,en los electores, en el cuerpo electoral español, en definitiva, entodos. Los políticos salen de entre ellos, son uno más de ellos ytienen sus mismos defectos y virtudes.
Estimo que es un errorseñalar y focalizar a la clase política, o a “los políticos”en general del estado actual de corrupción en España, así como queesto sea una novedad.
De ser ello cierto, nocreo sea necesario recordar por ejemplo que, hace más de 80 años(Enero de 1933) y en Alemania, Adolf Hitler ganó electoralmente elcargo de Canciller de la nación, y lo revalidó continuamente, hasta1945. Siempre que se ha preguntado a los ciudadanos alemanes quevivieron en aquellas fechas, sobre el como llevaron al poder a unpersonaje semejante, la contestación suele ser la misma: dió muchotrabajo a los parados, se preocupaba de las clases humildes, sacó aAlemania de la postración en que la había dejado el Tratado deVersalles, hizo muchas autopistas y obras públicas y etc, etc, etc.En resumen, un salvapatrias santificado que llevó al pueblo alemána la gloria, con la aquiescencia perruna de toda la nación, quesabemos fué, practicamente total. A fin de cuentas, uno de los mayoresgenocidas de la humanidad, gobernó con mano de hierro al puebloalemán evidentemente con su total consentimiento. Que, esta sociedadque así procede y se comporta estuviese mental o moralmente enferma, es otro tema fuera de este contexto.
Son las sociedades y lospueblos los responsables y los sujetos activos de tener a su frente alos que gestionan sus asuntos. Y estos gestores son ellos mismos: sushijos, parientes, amigos, conocidos, simpatizantes, vecinos, y unlargo etc. Todos proceden del mismo tronco común.
JEEP
En 1942, al comienzo dela guerra entre USA y Japón, luego del ataque de esta últimapotencia a la base aeronaval de Pearl Harbour, en Hawai, se puede verun video de un centro de instrucción norteamericano, donde miles dereclutas que allí se entrenaban, se dirigen a ellos desde unescenario, varios actores del cine de Hollywood.
Entre estos se pueden vera Bob Hope, Sinatra, Tyrone Power y otros. Los actores están echandodiscursos a los jóvenes aprendices de soldado, para animarlos a loque les espera en la lucha con los japoneses. Es interesante el cortoalegato de Tyrone Power cuando trata de motivarlos, diciendo poco máso menos: “Vais a luchar contra hombres como vosotros, vosotrosestáis mejor entrenados, mejor vestidos, mejor alimentados, mejorequipados, y debéis tener en cuenta que ellos noproceden de la luna, no han venido deninguna galaxia, ni son producto de la fantasía; son como vosotrosy tienen el mismo temor al combate que cualquier ser viviente, etc,etc.”.
Unrazonamiento tan elemental como este, y tan antiguo como el mundo, esnecesario traerlo aquí a colación, ya que con demasiada frecuenciaolvidamos estos extremos.
Cuandoactualmente se habla de los políticos en España, y de la clasepolítica en general, poniendo de manifiesto sus defectos eirregularidades en la gestión de la cosa pública, parece a simplevista que estoocurre porque estamos hablando de una casta de ciudadanos quenacen aparte de los demás, es decir como si biológicamente viniesende “otro planeta”.
No. En ningún modo. Lospolíticos españoles, por desgracia, y tal como están actualmentelas cosas, proceden de la sociedad a la que sirven -o dicen quesirven- , no vienen de la luna ni de otras galaxias o planetas;son como sus electores, los cuales, por cierto, los eligen librementeen los comicios una y otra vez, incluso a algunos harto corruptoscomo es público y notorio. Nada digamos en las áreas de losgobiernos locales, donde se pueden ver casos de de reelecciones depolíticos, condenados por los Tribunales, con total indiferencia porparte de sus electores.
La culpa de la calidad dela clase política -sea esta buena o mala- está en la ciudadanía,en los electores, en el cuerpo electoral español, en definitiva, entodos. Los políticos salen de entre ellos, son uno más de ellos ytienen sus mismos defectos y virtudes.
Estimo que es un errorseñalar y focalizar a la clase política, o a “los políticos”en general del estado actual de corrupción en España, así como queesto sea una novedad.
De ser ello cierto, nocreo sea necesario recordar por ejemplo que, hace más de 80 años(Enero de 1933) y en Alemania, Adolf Hitler ganó electoralmente elcargo de Canciller de la nación, y lo revalidó continuamente, hasta1945. Siempre que se ha preguntado a los ciudadanos alemanes quevivieron en aquellas fechas, sobre el como llevaron al poder a unpersonaje semejante, la contestación suele ser la misma: dió muchotrabajo a los parados, se preocupaba de las clases humildes, sacó aAlemania de la postración en que la había dejado el Tratado deVersalles, hizo muchas autopistas y obras públicas y etc, etc, etc.En resumen, un salvapatrias santificado que llevó al pueblo alemána la gloria, con la aquiescencia perruna de toda la nación, quesabemos fué, practicamente total. A fin de cuentas, uno de los mayoresgenocidas de la humanidad, gobernó con mano de hierro al puebloalemán evidentemente con su total consentimiento. Que, esta sociedadque así procede y se comporta estuviese mental o moralmente enferma, es otro tema fuera de este contexto.
Son las sociedades y lospueblos los responsables y los sujetos activos de tener a su frente alos que gestionan sus asuntos. Y estos gestores son ellos mismos: sushijos, parientes, amigos, conocidos, simpatizantes, vecinos, y unlargo etc. Todos proceden del mismo tronco común.
JEEP
Dentro del respeto a su aportación, o visión personal de lo que decimos, este es el mensaje con el que abrí en su día el hilo de este tema. Lo he repasado con detenimiento, pues lo que escribimos con el tiempo parece que sea otro quien lo hizo y, sinceramente, no veo alusión alguna a considerar a estos personajes como extraterrestres, aunque los haya un tanto lunáticos, lo que no significa que hayan venido de la Luna; y, del mismo modo, también vemos que otros son saturnales, aunque tampoco proceden de Saturno; de entre ellos que, en efecto, no son una casta aunque a la vista de los hechos cotidianos hacen todos los esfuerzos para parecerlo -fácilmente comprobable sólo con encender un televisor-, algunas se empeñan en aparentar ser venusinas, y así nos lo mostraron posando para la frívola revista "VOGUE" las ministras del primer gobierno del Sr. ZetaPé, término con el cual se conocen aquellas que además de dirigir un ministerio, también tienen la acepción de "fámulas" o "criadas" en las casas de los romanos pudientes. En fin, que ya disculpará usted si me he dado una vuelta por nuestro Sistema Solar para encontrar algunas similitudes entre ellos y los hipotéticos habitantes de las esferas que lo pueblan. Sin embargo, no he encontrado causa alguna para considerarlos "reptilianos", aunque una buena proporción de ellos suele anidar en fondos de reptiles.
Lo cierto es que si repasa una a una las líneas del texto de mi mensaje con el que abrí el tema, podrá comprobar y es fácilmente deducible, que en todo momento se da por supuesto que salen del pueblo, lo que pasa es que la duda radica en saber quien los ha llamado y qué méritos especiales tienen para autoconcederse un estatus privilegiado (privi= privado; legis= ley), que parece elevarlos sobre el resto de los demás votantes y no votantes. Pero este es un mal que parece afectar a casi toda esa "especie" que podríamos denominar como homo politicus y que realmente no es sino un conjunto de homo parasitus chupopterus avispadus.
Última edición por Valmadian; 28/01/2014 a las 13:12
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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