Paco vino a decir que España estaba moldeada en base al esperpento caló-andaluz, lo cual es mucho decir, porque lo andaluz no se corresponde con lo caló, por más gitanos que haya en el sur y porque si los andaluces mandásemos en España no saldríamos de payasos en las series de televiSIÓN ni la gente tendría que emigrar fuera de Andalucía a buscar trabajo, como desgraciadamente sucede todavía.
Pero vamos, por mi parte entierro el hacha de guerra con Paco, aunque dejo los mensajes por aquello de hacer justicia a mi tierra.
Con Ojeda ya no es que entierre el hacha o la deje de enterrar, sino que pienso debatir poco tirando a nada con él, ya que de nuestros debates no saco nada en claro. Él tiene su visión de Andalucía y yo tengo la mía. No creo que sostener que Andalucía existe (aunque pueda dividirse administrativamente en diversos territorios correspondientes a los reynos tradicionales) signifique ser almohade. Claro, que entre los masones y los musulmanes, si tuviera que elegir en un caso extremo, sin dudarlo me quedaría con los muslimes.
No obstante, espero que ese caso extremo no llegue nunca y que la Universitas Christiana, que me importa más que España, resurja de sus cenizas cual Ave Fénix.