
Iniciado por
Arnau Jara
El pretendiente austriaco firmó un conjunto de fueros y gracias concedidas a Cataluña, de ahí el cambio de bando. A través de ellas se puede ver la animadversión de los dirigentes catalanes, y ello en toda la historia, al demonio con cuernos denominado Castilla:
“Que la Corona de Aragón se pasase a llamar Corona de Cataluña; que no se batiese ningún género de moneda de plata y oro sino en Cataluña; que ninguna prebenda eclesiástica ni obispado fuese conferido a ningún castellano; que para el comercio en el Océano se concediese a Cataluña el puerto de Santander y que en él se pudiese poner gobernador y guarnición catalana; que La Coruña y su puerto se concediesen a toda la Corona de Cataluña y que a dicho puerto se transfiriese todo el comercio de las Indias, desposeyendo a Cádiz y Sevilla; que el inquisidor general, patriarca y cardenal de Toledo no fuesen gentes castellanas; que a los naturales de Madrid se les quitara todo género de armas y, para mayor seguridad, se formara una ciudadela con ellos y que el gobernador fuese catalán; que la Armada de Mar invernase en el puerto de Barcelona; que todas las armas que fuesen menester para los ejércitos y plazas del reino no se fabricasen en otro lugar que no fuese Cataluña… que todos estos privilegios se hayan de colocar en el lugar de más estimación del Real Archivo…”
Marcadores