Respuesta: -90º: la temperatura más baja de la historia
Hyeronimus, muchísimas gracias por el ahorro del esfuerzo que supondría estar redactando mensajes acerca de lo que tan bien queda expuesto en los textos que has colgado.
Ahora la cuestión es ¿a qué grupos sirve la hipótesis del calentamiento global? Y, ¿por qué?
Como he planteado varias veces, estoy convencido de que estamos ante un cambio de modelo económico que se resume en esto: la necesidad de disminuir drásticamente la dependencia de Occidente de las fuentes energéticas en manos de los países árabes y otros exportadores del Tercer Mundo.
Ahora bien, algo así no se puede manifestar públicamente, pues las tensiones crecerían exponencialmente, tanto políticas como sociales. Imaginemos nuestra propia reacción si se nos comunicase que a partir de cierta fecha, para usar nuestros automóviles, motos y otros vehículos de motor de explosión, ya no dispondríamos de combustible por decisión de las políticas restrictivas de los gobernantes.
Pero si en vez de hacerlo así, se nos va dando un plazo razonable de 20 años, por ejemplo, iremos comprando automóviles híbridos primero, y eléctricos después, de tal modo que cuando llegase el "apagón petrolífero" ya no nos importase. ¿Cómo hacerlo? Pues a base de convertirnos en "calentólogos" animando dichas políticas. Curiosamente, ya en todas las exposiciones automovilistas abundan los modelos de la mayoría de las marcas y segmentos con las condiciones comentadas. Incluso, para animar a la compra de tales nuevos vehículos hasta un Ayuntamiento como el de Madrid se ha animado a poner "surtidores" de energía eléctrica en las calles y han puesto plazas de aparcamiento gratis en superficie para vehículos eléctricos.
Si nos ponemos a pensar en que el número de vehículos a motor en el mundo debe de estar alrededor de unos 2.000 millones, la mayoría en los países desarrollados, es fácil imaginar qué supone todo esto. Y, no lo olvidemos, esto es sólo uno de tantos aspectos del cambio.
¿Qué pintan los ecologistas? Pues aparte de que hayan tenido sus iniciativas en razón de su ideología, "sandías = verdes por fuera, rojos por dentro", son un excelente escaparate, en particular entre la gente más joven siempre inclinada hacia "las causas perdidas aunque sean sucias", y es que, además, son precisamente los ciudadanos de mañana. Dicho en otros términos: se trata de cambiar la mentalidad política de las futuras generaciones. Los Estados-nación cada vez interesan menos, aunque se fomenten los pequeños nacionalismos (formas de encauzamiento de la rebeldía de los más inconformistas), ahora vamos de cabeza hacia el multiculturalismo y el multilingüismo..., y a por la sociedad global hiper-desvalorizada del todo. Así que "los sandías" no son otra cosa que instrumentos inconscientes al servicio de los peores intereses.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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