"No se puede inferir (sobre) el principio (el autor se refiere al "principio antrópico) de una creación dirigida a una meta, no se puede colegir que la evolución del ser humano sea "intencionada". No es legítimo extraer semejantes conclusiones dentro de la ciencia, pero si cabe dejarse incitar a tales ideas por la imagen cosmológica del mundo: los resultados científicos no nos impiden interpretar el surgimiento del cosmos, del espacio y el tiempo, como acto creador de un ser divino. Al contrario, a la investigación científica esto vendría a planteársele precisamente en el modelo cosmológico estándar de la 'gran explosión'.

No creo que la grandiosa evolución cósmica transcurra como una absurda pieza de teatro representada ante un auditorio vacío. Al igual que el físico estadounidense Freeman DYSON, opino que este proceso responde a un objetivo, tal vez al plan de producir un universo cada vez más complejo lleno de las más diversas formas y de un principio mental. Pero, con ello entramos en el ámbito de los valores y la fe, en el que no tenemos más remedio que admitir humildemente nuestra ignorancia."

Gerhard BÖRNER Vom Urknall Zum Welltall (miembro del Instituto MAX PLANCK de Munich), texto recogido en "National Geographic" (edic. alemana), de diciembre de 2003, págs., 112-115, en la cita de la página 115.

Quien así se expresa es un científico riguroso, miembro de uno de los más prestigiosos centros de Física del mundo, y cuyas palabras no dejan lugar a la duda. Pero, este investigador no es un famoso "correveydile" de la divulgación como HAWKING, DAWKINS y otros "apuntados al carro del éxito editorial y del propio bolsillo."