En cuanto fabricado por hombres, al humano clonado no le será de aplicación la frase del Génesis de que el "hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios"; el clonado "hecho a imagen y semejanza del hombre" no será descendiente de Adán ni tendrá pecado original- no le será aplicable la antropología bíblica ni cristiana y caerá fuera del mundo sobrenatural, no podrá ser bautizado ni recibir sacramentos, (aunque los clérigos de la Nueva Religión mundialista se lo administrarán gustosísimos).
Dios no habrá insuflado el espíritu vital a su "alma", y quedará excluido de los méritos de Cristo. Tampoco iría al infierno: nada de él quedará para el más allá. Aunque los teologos de la Nueva Religión dirán que sí y que por qué no.
Probablemente heredará el hálito blasfemo y prometeico de sus fabricantes. Los descendientes del clonado, de tenerlos por vía normal, tampoco descenderán de Adán y no serán capaces de sobrevivir al cuerpo. Aunque los innovadores dirán que por qué no, etc.
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