Re: A metafísica contra a teoria da evolução
Interesante perspectiva la que plantea el autor. He encontrado las lógicas dificultades a la hora de entender el texto, aún aplicando un traductor, y eso considero que me deja en cierta desventaja. No obstante, creo haber captado el sentido general del tema, empezando por el muy claro título. Más o menos coincido en una parte de los argumentos, pero no en todos y explico por qué.
Si alguien va al médico porque se siente enfermo espera una atención profesional adecuada y es lo que en realidad esperamos todos, y quien opine lo contrario que lo manifieste así. Cuando ese "alguien" es explorado y se le encuentra la dolencia está ante estas posibilidades: o que le apliquen un tratamiento a base de fármacos, ya sean la única solución, ya acompañada de una cierta terapia; o una intervención quirúrgica si la solución al problema no tiene otra alternativa. En ambas situaciones se corre el riesgo de que la decisión adoptada por el médico no sea la acertada a causa de efectos secundarios o de la inutilidad de la terapia elegida, lo que suele ser muy frecuente. Como también existe el riesgo de que una vez abierto el paciente en un quirófano aparezca alguna sorpresa inesperada y desagradable. Supongo que hasta aquí todo el mundo estará de acuerdo. Pero lo que ningún paciente del mundo espera es que su médico se reuna con otros médicos para discutir metafísicamente qué es la enfermedad y quién es un enfermo. Sustituyamos pues los términos de este ejemplo por los planteados en el artículo.
Y es que este artículo además de farragoso, --porque no se explican los conceptos metafísicos que utiliza Santo Tomás con claridad suficiente para que los pueda entender cualquiera--, se apoya en las hipótesis de Michael Behe. Este bioquímico americano, católico, sin embargo, no reconoce al Dios trascendente como creador, sino que en La caja negra de Darwin (la cual es mencionada y alabada), de lo que habla es de que un demiurgo es quien ha creado el mundo. Afirma, sin ambages, que el ser humano desciende de otros primates. Además, es monogenista o monofilético y que todas las especies descienden de un único ser primigenio. También afirma que coincide plenamente con la postura generalizada de la Ciencia acerca de la Edad del Universo y de la Tierra, algo con lo que estoy absolutamente de acuerdo. Sinceramente, me gustaría saber de dónde saca el autor del artículo la conveniencia de ajustar metafísicamente los argumentos de Behe a los suyos propios.
Michael Behe - Wikipedia, the free encyclopedia
Recientemente en otro tema, y otros anteriores, y en este si fuese necesario también, he sostenido que una cuestión es la fe y otra la razón. Y no afirmo esto por razones "modernistas", que conozco y que suena a descalificación ideológica y no de hoy sino desde hace muchos años, tantos como los que han transcurrido --más de cien--, desde que la Iglesia a través de sus prelados (incluídos LEÓN XIII y PÍO XII), que no "funcionarios", admitieran la posibilidad de que no haya contradicción entre Creación y Evolución. Sino que lo hago por evidentes y manifiestas razones lógicas, y ese será el argumento que emplearé, ya que al materialismo y su ateísmo manifiesto no se les combate con razones metafísicas a las que rechazan de plano, y menos todavía con argumentos teológicos.
Naturalmenrte, y como bien dejara constancia de ello SS PÍO XII, y tal como he dejado reproducidas sus palabras en otro tema, las ciencias particulares --Paleontología y Biología--, "ad hoc" no han encontrado pruebas suficientes y concluyentes acerca de la evolución del ser humano, dejando los posibles resultados a futuras investigaciones acordes con la revelación, o lo que es lo mismo, a cargo de investigadores rigurosos de fe y comunión católicas.
Hay que fijarse en el detalle de que Su Santidad no hablaba de "especies en general", sino con extrema cautela acerca de la creación del ser humano, del "homo sapiens sapiens", aparte de afirmar que el espíritu lo otorga Dios directamente, y de donde podemos deducir que todo ser humano engendrado está insuflado de alma, y vaya esta acotación acerca de la cuestión del aborto y de quienes dudan de las cualidades humanas del feto.
Y, al respecto, viene muy a propósito una frase que quedo recogida en la Prensa hace unos años, citas que en anteriores ocasiones ya reproduje. Así, en las páginas de "Sociedad" del Diario "ABC" (11/4/2005), página 50, el Dr. en Paleontología (Yale) y profesor de la Universidad de Columbia Ian TATTERSAL, autor de más de 250 publicaciones científicas, de las cuales en esa fecha 14 eran libros, investigador de restos fósiles supuestamente humanos en Viet-Nam, Yemen, Surinam, Mauritania, Madagascar..., y entonces Director de la División de Antropología del Museo de Historia Natural de Nueva York, afirmaba:
A la pregunta del entrevistador: ¿Cuál es el descubrimiento que más le gustaría hacer? respondía:
"Oh, Dios mío... Lo que me gustaría de verdad... es descubrir al ancestro de homo sapiens, aunque es algo que creo que nunca podremos hacer. Si analizamos otras especies, cualquiera de ellas, encontraremos que todas tienen algún pariente cercano. Pero homosapiens no, parece haber surgido de la nada."
Por tanto, la mezcla de dos campos de conocimiento tan dispares en muchos sentidos, en mi opinión sólo dan frutos positivos si se complementan y no se condicionan mutuamente interfiriéndose. Las citas de Santo Tomás, sacadas de contexto, pierden su verdadera dimensión cuando no se contemplan en plenitud. Yo no veo que Santo Tomás niegue heurísticamente las posibilidades del conocimiento humano por varias vías. Personalmente, y a efectos de estas cuestiones tan enjundiosas, consulto frecuentemente el siguiente texto:
Tomás de Aquino. Maestro del Orden GARCÍA LÓPEZ, Jesús (Catedrático de Metafísica de la Universidad de Navarra) con prólogo de Ángel GONZÁLEZ ÁLVAREZ (Catedrático de Metafísica de la Universidad Complutense de Madrid) Editorial CINCEL, Serie "Historia de la Filosofía" nº 9, Madrid 1985.
Así pues, a él recurriré para consultar en lo sucesivo, si es que se plantea un debate en el tema de este hilo. Y respecto a un mejor entendimiento del tema, dejo también esta otra referencia bibliográfica, la cual no califico para que si alguien se anima a su lectura no la empiece con pre-juicios y, por contra, pueda obtener sus propias conclusiones, si es que se pueden llegar a ellas:
Creación y Evolución Stephan Otto HORN SDS y Siegfried WIEDENHOFER (dirs) por encargo del círculo de antiguos alumnos del Papa Benedicto XVI. Prólogo del Cardenal Christoph SCHÖNBORN. Editorial CLARET, Barcelona 2007
Última edición por Valmadian; 04/02/2012 a las 02:21
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
Marcadores