"Es un día feliz para el mundo. Me llena de humildad, de sobrecogimiento, el darme cuenta de que hemos echado el primer vistazo a nuestro propio libro de instrucciones, que previamente sólo Dios conocía."

Esto, dicho por un científico al lado del presidente de EEUU, en ausencia de representantes del clero, y por TV retransmitido a todo el mundo, si no es encumbrar definitivamente la Ciencia sobre la teología que baje Dios y lo vea.